𝚇𝙸𝚅: 𝙱𝚊𝚛𝚌𝚎𝚕𝚘𝚗𝚊

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Por fin había llegado el tan ansiado Gran Premio de Barcelona-Catalunya, dónde yo iba a conducir un Fórmula 1. No era mi primera vez en uno de estos monoplazas, pues había sido tercer piloto de Mercedes hasta mi accidente.

Me había estado preparando durante el mes entero para subirme al coche. Nunca dejé de entrenar.

Caminaba por el Paddock para encontrarme con Luisa, que había logrado pedir permiso en su trabajo para acompañarme junto con mi padre. Vi a la portuguesa apoyada en la barra de la cafetería.

-Joder, el mono te hace buen culo tía- rió ella al verme vestida con el traje ignífugo de Red Bull, el cual llevaba por la cintura.

-Que no nos oiga nadie- sonreí y me acerqué a su oído- Preferiría ir de rojo.

-Y yo quiero un Lamborghini- bebió de su café- Todo es posible. Quién sabe si destacas hoy y te hacen hueco en la parrilla.

-Soñar es gratis, ¿lo sabías?- las dos reímos, llamando la atención de todo el mundo- ¿Me acompañas al box?

-Si, por supuesto- las dos caminamos fuera del local por los pasillos del Paddock Club- Dime una cosa y sé sincera. ¿Estás nerviosa por si ocurre algo como aquello?

-Esa idea lleva en mi cabeza dos años, pero lo he dejado en segundo plano. No quiero pensar en ello.

Flashback

GP Spa Francorchamps 2020

Llovía. Dominaba la carrera de Bélgica con una superioridad increíble. El monoplaza se sentía genial. Vi por los retrovisores como Mick Schumacher se acercaba en la recta principal, así que decidí acelerar más de lo que debía en mi camino hacia Eau Rouge.

Tenía confianza en mí misma. Superé los 250 kilómetros por hora mientras pasaba por la famosa curva. Comencé a ver un ligero humo que salía de la rueda trasera derecha. Al instante, pedí explicaciones por radio a mi equipo, Prema Racing. Había salido de boxes hace una vuelta, era imposible que se tratase de la degradación de mis neumáticos.

''¡Camille, para el coche ahora mismo!''

Era demasiado tarde. El neumático afectado salió desprendido hacia un lateral y el coche al instante comenzó a girar y girar hacia el muro. Me preparé para lo peor. Intenté frenar el monoplaza, pero al ir a tanta velocidad no dio tiempo. Oí gritos de terror.

En ese momento, impacté. Mis oídos pitaban y mi boca sabía a sangre. Comencé a ver borroso hasta que caí inconsciente.

Fin del Flashback

-Eh, Cam. ¿Todo guay?- me zarandeó Luisa.

-Si, perdona. Estoy intentando concentrarme. Creo que voy a seguir sola, nos vemos cuándo terminen los libres 1.

-Okey, voy a volver a subir entonces. Suerte, que lo vas a hacer genial.

Llegué al que era habitualmente el box de Checo y me recibieron mis mecánicos de hoy. Me puse el casco y subí al monoplaza del mexicano.

Vi a mi padre sonriendo desde detrás de una ventana que daba al box y me saludó con la mano.

-Dos minutos y sales- me informó uno de los mecánicos- ¿Estás lista?

-Nací preparada- sonreí colocándome la visera del casco que estaba bastante oscura.

-Recuerda hacer frenada doble en la chicane. Si no, vas directa a la grava.

Asentí volviendo mi mirada al complejo volante del Red Bull.

-Y...salimos- sonrió otro mecánico.

Saqué el coche del box. Al pasar por el de Max, éste me dedicó una cálida sonrisa.

-Vamos, Camille. Lo tienes- escuché por radio la voz de mi padre y me tranquilizó- Hay seis coches en la pista, aprovecha.

Pasé por el sensor del Pit Lane y aceleré a fondo para comenzar mi primera vuelta, pero aún el cronómetro no medía hasta la siguiente vuelta.

Las dos primeras curvas eran sencillas. La tercera y cuarta eran rápidas y eso implicaba un gran esfuerzo en el cuello para tolerar las 4G por la derecha de mi cuerpo.

Tras un minuto y algo, llegué a la recta principal. Larga e intensa. Pasé por la meta y ahí comenzó a contar el cronómetro.

Seguí la trazada a la perfección. Al llegar a la novena curva vi el coche de Mick, quién se hizo a un lado para dejarme pasar y levantó el pulgar.

-Récord del primer sector, Camille- sonreí al escuchar a mi ingeniero. Le acababa de levantar el tiempo del sector a Leclerc.

Llegué a la última curva del trazado, New Holland, y aceleré a fondo para pasar por la meta.

-Acabas de marcar 1.19.257. Qué locura, Camille, qué auténtica locura. Pasa por boxes, cambiaremos neumáticos y miraremos un par de cosas.

Hice caso y en la siguiente vuelta pasé por el Pit Lane. Los mecánicos metieron el monoplaza al box y me bajé.

-Lo tuyo no es práctica, es talento natural- me felicitó Horner y yo me quité el casco.

-La sensación ha sido increíble- dije emocionada- ¿Le pasa algo al monoplaza?

-Quieren revisar una cosa de los rodamientos. No creo que salgamos más en estos libres al circuito, así que vente conmigo y te enseño como funciona todo por aquí- dijo Horner.

-Gracias por la oportunidad, de verdad.

Miré a papá en la ventana y él pasó al box. Me abrazó al instante.

-Si te dijera que tan sólo lo has hecho bien, mentiría. Has estado sensacional.

-Siento interrumpir- se acercó un mecánico- Camille, tienes visita.

-¿Visita?- fruncí el ceño y seguí al mecánico fuera del box.

Papá se quedo mientras hablando con Christian Horner. En cuánto salí, no podía creer lo que veía.

-¿¡Mamá!?

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Uy uy uy...

Aquí les traigo otro capítulo de esta historia la cuál me está encantando escribir.

Os voy a pedir un pequeño favor. Los comentarios de verdad que me ayudan un montón a inspirarme, así que...¿podrían dejar alguno por el capítulo si no es molestia? De veras que es una gran ayuda para los escritores <3

¡Gracias por +1k de leídas! ¡Os quiero!

Lea Hernández

//𝔹𝔸𝕊ℍ𝔼ℝ𝕋𝔼// F1 DriversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora