Parón de Verano, inicios de Agosto
Volvía a casa caminando de noche tras una cena con mi familia en Montecarlo.
Todo me salía bien últimamente. Mi relación con Charles iba de lujo y estaba viviendo la vida que había soñado. La Federación estaba encantada con mi trabajo y planteaban renovar mi contrato.
Escuchada The Weeknd con los auriculares a todo volumen mientras admiraba el centro de la ciudad con bastante tráfico a estas altas horas de la noche.
Miré hacia atrás antes de meterme en una zona más solitaria de la ciudad. Vi una sombra. Doblé una esquina y continué recto hacia casa. Agarré firme mi bolso y apresuré el paso, pero aún me quedaba un rato caminando.
No estaba cómoda por muy seguro que fuese el país. Ahí fue cuando al girarme, vi a alguien a unos sesenta metros de mí, con la capucha puesta y mirando fijamente hacia mi posición.
Me asusté. Me quité los tacones para ir más rápido. Agarré el móvil y llamé al primer contacto que tenía: Max.
El desconocido iba reduciendo la distancia a medida que yo intentaba correr sin dañarme los pies ni pisar nada puntiagudo. El neerlandés contestó asustado y cuando me escuchó respirar deprisa, colgó.
Justo pasaba por el portal de su casa cuando una luz se iluminó. Era él. Corrió a abrirme la puerta y pasé lo más rápido que pude. El desconocido, el cual no se le veía el rostro, giró la cabeza hacia nosotros dos y no dejó de contemplaremos hasta que salió de nuestro campo de visión.
Me senté exhausta en las escaleras del edificio para recuperar el aliento. Max se acercó a mí y se puso a mi lado.
-¿Estás bien?- me miró aún preocupado.
-Me iba persiguiendo desde hace un par de kilómetros. Joder, pensaba que me iba a hacer algo.
-¿No le has visto la cara?
-No, llevaba un pasamontañas- me levanté para agarrar mis tacones, los cuales había tirado a un lado.
-Ey, ey. ¿A dónde crees que vas? Estás loca si piensas que te voy a dejar irte después de lo que te ha pasado.
-Max no quiero molestar.
-No molestas, tengo dos habitaciones libres. Puedes quedarte esta noche y mañana te llevaré a tu casa.
-Pero...
-Pero nada. Son las tres de la mañana, ni de coña te vas, Cam. Sube anda.
-Está bien, gracias por ayudar.
Nos subimos al ascensor, donde había un silencio incómodo en el que solo se escuchaba la música de este mismo.
Max abrió la puerta de su ático y me dejó pasar primero. Me recibió su perro con bastante energía a pesar de la hora.
-¿Quieres algo? ¿Comida, agua...?- cerró.
-No, gracias de todos modos. Te debo una enorme, Verstappen.
-¿Puedo preguntar por qué me llamaste a mí en vez de a tu novio? No quiero que se piense cosas raras por haber dormido aquí.
-Mañana se lo explicaré. Y sobre lo de llamarte, siento haberte despertado. Te tenía agendado antes que a Charles y llamé deprisa.
-No te preocupes, siempre a tu disposición- Ven, te enseño la habitación. Suelo madrugar así que dejaré desayuno hecho en la cocina.
Al día siguiente
Desperté con varias llamadas perdidas de Charles y al instante le llamé.
-¿Cariño? Por fin contestas. Estaba muy preocupado.
-Lo siento, tuve un problema y he dormido en casa de Max.
-¿Verstappen? ¿Y eso?
-Alguien me persiguió y su casa era la más cercana. Cariño estoy bien, no te preocupes
-Dale las gracias a Max de mi parte. No me perdonaría si te pasase algo alguna vez. ¿Necesitas que te recoja?
-Si, gracias. No traje el coche. Voy a desayunar algo y vienes.
-Nos vemos ahora Cami- colgó.
Salí de la habitación que Max me había prestado con el mismo vestido con el que vine. Encontré al piloto holandés leyendo en el sofá y esbozó una sonrisa al verme.
-Creo que tendrás que planchar el vestido- rió- Te he hecho el desayuno. Lo tienes en la cocina. Sé libre de cotillear y comer lo que quieras.
-Gracias de nuevo, no sé que habría hecho sin tí ayer. De verdad, te debo una enorme- le hice caso y fui a la cocina- Charles viene a recogerme en un poco, no creo que tarde.
-Cam, te dije que te llevaba.
-Ya has hecho mucho por mí, no te preocupes- me senté a su lado devorando las tortitas.
En ese momento llamó alguien a la puerta y Max fue a abrir. Mi novio entró al apartamento y me levanté para darle un abrazo.
Max se quedó ahí parado mirando e hizo como que revisaba su teléfono.
–Gracias tío por ayudarla ayer. Te debo una.– le dio Charles una palmada a Max en el hombro.
–No es nada, obviamente la iba a ayudar.
–Nos vemos por ahí.
–Si, eso. Adiós Cam.
–Gracias Maxi.
La conversación comenzó a volverse incómoda y decidimos salir ya del apartamento.
Entramos a casa de Charles, donde me quedaba al menos hasta que nos fuésemos de vacaciones debido a su insistencia. Él dejó las llaves en un mueble de la entrada y pasó al salón.
–Le gustas a Max– soltó.
–¿Qué?– dije sorprendida.
–Que le gustas a Max. Solo hay que ver como te mira.
–Eh, Charles, no le gusto. Además, si te preocupa, él no me gusta. Solo tengo ojos para tí.
–Repite eso porque ha quedado muy bien.
–¿Qué?– reí– Solo tengo ojos para tí, imbécil.
–A la mierda.
Me empujó contra la pared y sonrió antes de lanzarse a besarme apasionadamente. Enrollé mis piernas alrededor de su cadera. Y el estúpido timbre interrumpió nuestra intimidad.
–¿Tiene que ser ahora?– se separó con desgana. Oí que abrió la puerta pero no dijo nada.
–¿Quién es cariño?– me acerqué– ¿¡Charlotte!?
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Adivinen quién está de vuelta. Yo :)
No tengo tiempo ni de respirar en la uni y por eso acualizo 1 vez por semana.
No me enrollo mucho, solo que es semana de carreras en Singapur <3
Os quiero mucho!!
Lea Hernández
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//𝔹𝔸𝕊ℍ𝔼ℝ𝕋𝔼// F1 Drivers
Fanfic𝙱𝚊𝚜𝚑𝚎𝚛𝚝𝚎: 𝚊𝚕𝚖𝚊 𝚐𝚎𝚖𝚎𝚕𝚊 𝚍𝚒𝚟𝚒𝚗𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚍𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊. __________________________________________________________ Camille Cruise siempre lo ha tenido todo: belleza, dinero y fama. Hija del famoso actor Tom Cruise y...