//𝔹𝔸𝕊ℍ𝔼ℝ𝕋𝔼// F1 Drivers

𝙸𝚇: 𝙾𝚙𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚢 𝚘𝚙𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜

Esta semana había intentado adivinar quién envió aquella carta. Por más que pregunté a Daniel, él no abrió la boca.

Mi relación con Pierre iba siendo cada vez más cercana, mientras que Russell seguía intentando hablar las cosas y yo me negaba. No podía fallar a mi amiga.

Luisa, Carmen y yo cogimos un vuelo a Imola, Italia, ya que ir en los aviones de las escuderías era un coñazo. Chicas independientes, supongo.

Carmen decidió venir al circuito e ignorar a George por completo. Ella intentaba pasar página y había estado saliendo estas semanas con Verstappen.

Éste era el circuito de Ferrari y se esperaba que ellos hicieran un buen trabajo aquí. Charles iba liderando el mundial actualmente y no querían que se arruinase todo por un fallo de fiabilidad, así que se aseguraron de que el coche estuviera perfecto.

-¿Hace este calor en Italia todo el año? Peor que España- se tiró Carmen a la cama.

-Inviernos extremos, veranos aún más extremos. Bienvenida al mediterráneo- suspiró Luisa.

-No es para tanto, California está a 45°C- me quité la camiseta para quedarme en top.

-¿Vamos a tomar algo a la cafetería? Cada vez odio más los aviones.- habló Luisa y las dos asentimos.

Bajamos a la planta de restaurantes y bares y nos sentamos en una mesa para cuatro. Max estaba hablando con Horner y Checo en otra mesa, así que solo sonrió hacia nosotras. Lando se había quedado dormido en una silla, así que le dejamos descansar. Mañana iba a estar horrible con el cuello.

-El rollito que te llevas con Gasly...¿qué significa exactamente?- preguntó Carmen.

-No hay ningún rollito- rodé los ojos- Somos buenos amigos.

-Buenos amigos somos yo y Daniel- dijo Luisa- Lando es mi novio, que es otra cosa.

-Un momento, ¿sabéis algo de la carta del otro día?

-A ver, de chicos en el crucero estaban Max, Esteban, Carlos, Charles, Daniel, Pierre, Lando y Mick- comenzó Carmen- Lando no cuenta, obviamente. Daniel tampoco porque él te dio la carta. Dos menos.

-Max filtrea contigo, así que eliminado- reí- Y Esteban lo dudo, no hemos hablado mucho...

-Bueno, nos quedarían Carlos, Charles, Pierre y Mick.

-Carlos no creo...¿verdad?- hice una pregunta retórica.

-Me espero cualquier cosa de los españoles, sois muy impredecibles- sonrió Luisa.

-Pierre ya te ha dicho todo a la cara, ¿para qué escribir una nota si eres más directo que una bala?

-Mick te miraba mucho en el yate y en el crucero, según me dijeron- habló Luisa. Él es muy de hacer esas cosas tan románticas.

-¿Y Charles?- pregunté.

-Puede ser una opción. Fue muy directo a preguntarte por si querías ser su pareja...

-¡Agh! Odio a los tíos. Te rallan y no pillan ni una indirecta. Que desesperación a veces...

Pagamos el café y dejamos la conversación para más adelante. Disfrutamos de las instalaciones del hotel un buen rato, ya que el gimnasio era increíble. Después, fuimos a la piscina de la azotea.

Nos encontramos con los hermanos Leclerc, Carlos y Pierre. En cuanto el francés me vio llegar, salió del agua para saludar.

-Venís sudando- rió- Anda, veniros a la piscina.

-Hemos estado dos horas en el gimnasio, Gasly. No como tú, tomando cubatas- contestó Luisa. Él puso los ojos en blanco.

-Bueno, dejad de enrollaros. Yo os secuestro temporalmente a Cami- me agarró y corrió a la piscina, lanzándome de nuevo. Ya ni me molesté en quejarme.