Capítulo 21- Móntame

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-¿D-Donde está Yenny?

-En casa de tu mamá.

-¿Ellas saben que hiciste la fiesta por mi?

-Así es.- Christopher apretó las caderas de Erick quien solo se limitó a soltar un pequeño gemido. -Ellas probablemente sepan sobre el crush que tengo contigo.

Erick se sonrojó y se le fue imposible ignorar los labios del mayor rozándole la mejilla.

-¿Tienes un crush conmigo?

-No preguntes lo que es obvio.

El ojiverde gimió de una forma aguda y alta cuando las fuertes manos de Christopher bajaron hasta su trasero y le apretaron con fuerza los glúteos.

Estaban en la casa de Christopher y a Erick realmente le fascinaba el estar acorralado contra la puerta por aquel castaño de mirada oscura e intensa puesta en su pequeño cuerpo.

Habían llegado alrededor de las dos de la mañana y sabía que debía sentirse mal por abandonar su propia fiesta de cumpleaños pero realmente no le importaba y estaba dispuesto a soportar las quejas de Yoandri al día siguiente.

Sintió la lengua de Christopher lamer gran parte de su cuello y estaba seguro que su ropa interior se encontraba húmeda.

-Tan ansioso...- el castaño susurro con una media sonrisa mientras masajeaba despacio el bulto en los pantalones de Erick quien chilló bajito al sentir tal roce. -Dime, pequeño ¿Cuando fue lo ultima vez que fuiste tocado?

-H-Hace... hace más de ocho meses.

Aquello pareció ser musica para los oídos de Christopher. -¿He sido el único que lo ha hecho?

-S-Si.

-¿Ni siquiera ese tal Matt?

Erick cerró sus ojos cuando Christopher apretó con fuerza su cadera, como queriendo desquitar en su pequeño cuerpecito cualquier tipo de enojo que estaba sintiendo

-Él nunca... nunca lo hicimos.

-Bien.

El mayor se sentía en cierto punto poderoso al saber que él había sido el único que había hecho gemir a aquel lindo niño de ojos verdes. Le enloquecía saber que había sido solo suyo.

Y seguía siendo solo suyo.

-Date la vuelta.- ordenó con su ronca y demandante voz.

-¿Q-Que...

-Hazlo.

Erick no hizo más preguntas e hizo lo que se le era pedido.

Contuvo un grito cuando Christopher pegó su pecho a su espalda haciendo que su erección hiciera contacto con su trasero, cosa que lo hizo morderse los labios porque dios, aquello se sentía tan grande que no aguantaba las ganas de sentirlo dentro de una vez por todas.

-Sigues siendo tan frágil, Erick...- sus labios cerca de la oreja del menor solo mandaban corrientes electrizantes, mientras sus manos con tatuajes lo tomaban por sus caderas. -Tan sumiso solo para mí.

-Ahh...

Erick gimió cuando Christopher imitó una embestida pero aquello era nada comparado a lo que el castaño estaba apunto de hacer.

-¿Q-Que hac...

Christopher fue bajando de apoco hasta que quedó en sus rodillas, sus manos aún recorriendo el pequeño cuerpo de Erick quien se le era imposible mirarlo ya que estaba contra la puerta, con su frente pegada en esta.

-Solo calla y déjame darte placer, pequeño.

Erick no debió gemir de esa manera tan alta y obscena cuando Christopher bajó de un tirón sus pantalones junto con su ropa interior pero lo hizo.

Sumiso - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora