-Tengo frió, Chris.
-Son las tres de la mañana, ¿que esperabas, pequeño?
-Lo sé pero no pensé que me traerías de nuevo a este parque.- bufó mientras sobaba sus brazos para entrar en calor. -Ademas creí que estaríamos dentro de tu auto, no sentados en el pasto de nuevo.
-En serio que le quitas lo romántico a todo.
-¿Romantico? Tu eres el que quiere estar besuqueándome todo el tiempo.
-Nadie te manda a ser tan bonito.- se movió en su lugar para quitarse la chaqueta de cuero que usaba constantemente. -Deja de llorar y ponte esto.
Erick se sonrojo ante aquel acto y sin dudarlo ni un poco, tomó la chaqueta que se le era ofrecida y una vez que se la puso el frío se esfumó y un perfume agradable y delicioso proveniente de aquella tela llegó hasta sus fosas nasales.
Una sonrisa se formó en sus labios.
-Gracias.
-Te queda mejor que a mí.
-Lo sé.
-Y el narcisista soy yo, ¿no?
-Definitivamente eres tú.- quitó sus ojos verdes de las luces de la ciudad y los clavó en los mieles que ya lo estaban mirando. -Te gusta mucho este lugar, ¿no es así?
-Es agradable y relajante, además las luces se ven estupendas desde aquí.
-Lo sé, puede que mi nuevo sueño sea comprarme una casa con una vista cómo está después de graduarme.
-Bonito sueño.- le sonrió. -¿Piensas ir a la universidad?
-Es mi objetivo. Yoandri y yo siempre soñamos desde niños con ir a la misma universidad y tal vez vivir juntos.
-¿No crees qué tal vez los planes hayan cambiado ahora que Joel es su novio?
Dicho eso Erick no evitó recordar cómo Yoandri había cancelado lo de pintar las paredes de la escuela juntos porque tenía que ir a casa de Joel. Y aunque tal vez aquello había sido porque Yoandri sabía algo sobre lo que él tenía con Christopher, no pudo evitar bajar la mirada y sobre pensar en que quizá su mejor amigo solo había escogido pasar tiempo con Joel y no con él.
-Yo... no lo sé, tal vez.
Claro que no iba a ser hipócrita y sentirse mal al respeto sabiendo que el lo había traicionado al tener algo con Christopher.
-¿Que pasa?
-Nada, solo... recordé algo, eso es todo.
-¿Puedo saberlo?
-No.
-Bueno no insistiré, pero maldigo lo que sea que hayas recordado.
-¿Por que?
-Porque dejaste de sonreír y el brillito en tus ojitos verdes ya no está.
-Es algo tonto, no importa.- se movió en su lugar y volvió a mirarlo para cambiar de tema. -¿Que piensas hacer cuando regreses a Londres?
-Trabajar en la empresa de mi padre y terminar de pagar la casa que compré.
-¿Tienes una casa?- preguntó con cierto asombro.
-Si, la compre en mi segundo año de universidad pero fue absurdo porque todo lo que hacía ahí era dormir y luego regresaba a la universidad, la misma rutina de todos los días.
-Y ahora será lo mismo solo que esta vez trabajarás en la empresa de tu padre, ¿cierto?
-Así es.
-Tienes que tener muy mala suerte para que tu propio papá no te quiera viviendo en su casa.- bromeó.
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Sumiso - Chriserick
Hayran Kurgu-Obediente...- metió su pulgar en la boca del menor haciendo contacto visual. -Tan sumiso para mi. Donde la tensión sexual entre Erick y el hermano mayor de su mejor amigo, los lleva a caer en ciertas tentaciones. Tal vez lo que alguna vez llamaron...