Capítulo 13- Cállame

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Dos semanas habían pasado.

Dos semanas en las que Erick tuvo reencuentros íntimos con Christopher que no llegaban a más que besos largos y caricias que los dejaban con erecciones bajó sus pantalones. Erick no entendía por qué el castaño no quiso tener sexo durante esas dos semanas, incluso se llegó a sentir rechazado por el de ojos mieles cosa que lo puso triste.

Pero sus razones tenía.

-Hijo, ¿Todo está bien entre Yoandri y tu?

Su mamá lo sacó de sus pensamientos haciéndolo volver a la realidad y mirarla mientras ella llevaba un trozo de carne a su boca.

-Si... todo está bien, ¿Por que preguntas?

No, nada estaba bien. En las dos semanas que habían pasado apenas y se había dirigido unas cuantas palabras con Yoandri quien había actuado distante y frío con él lo cual en cierta forma le dolía pero prefería fingir que no pasaba nada para no tener esa charla en la que Erick quedaba como el amigo traidor.

-No los he visto juntos, tampoco ha venido aquí y de igual forma no has ido a su casa.

-Oh.- pronunció bajando la mirada a su plató de comida que no había tocado. -Él comenzó a tomar clases avanzadas y no quiere distraerse supongo, así que es por eso.

Mintiendo una vez más.

-Oh eso es muy bueno, me alegara mucho, aunque es raro porque Yenny me dijo que se le ve decaído y ni siquiera le dirige la palabra a Christopher.

-Bueno, ellos nunca han tenido una buena relación que digamos.

-Entiendo.- dijo ella, no creyendo nada de lo que su hijo decía pero prefirió no insistir. -Te he visto salir mucho con Christopher, sin embargo.

Erick inmediatamente levantó su mirada y odió cuando su cara comenzó a arder debido al sonrojo.

-E-Eh si, hemos salido, si.

-Me alegra que se hayan hecho amigos.- sonrió mientras le guiñaba el ojo al ojiverde, cosa que casi lo hace atragantarse con su propia saliva. -Christopher es un buen muchacho.

-S-Si, lo es.

-Es una lástima que solo le queda una semana más aquí.

Y ahí estaba justo lo que no quería recordar.

Había intentado evitar pensar en que la estancia de Christopher se hacía cada vez más corta mientras los días transcurrían, pues se la había estado pasando muy bien con el castaño para que se acabara en tan solo una semana.

Pero las cosas así eran y Erick no podía hacer nada.

-Lo sé.- fue lo único que dijo y se levantó de la mesa.

Daysi solo observó a su hijo salir de la cocina, confirmando lo que ya era obvio.

◾ ◾ ◾

-Te ves estupido cuando fumas.

-Tu te ves estupido cuando me miras, pequeño.

Erick le dio un pequeño empujón y Christopher solo le pasó el brazo por los hombros mientras dejaba salir el humo de aquel cigarro por su boca y sus fosas nasales.

Era medianoche cuando ambos se encontraban sentados encima de la cajuela del coche de Christopher, mientras escuchaban música del pequeño speaker azul que el mayor había comprado en Londres.

-Pensé que tendrías un mal gusto en música pero quede impresionado.- habló Erick.

-No debiste ni tan siquiera pensar que tengo un mal gusto, todo lo que escucho es arte.

Sumiso - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora