Capitulo 2- Arriesgarte

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Erick tenía 3 cosas muy claras la mañana siguiente; Christopher era el hermano mayor de Yoandri recién llegado de Londres quien por cierta razón le causaba fastidio. No pensaba en volver asistir a una fiesta y menos a una con Yoandri de anfitrión. Y por último pero no menos importante, se le hacía tarde para llegar a su segundo día de escuela.

-¿Comerás algo, cariño?- su mamá pregunto dulcemente mientras ponía unas tostadas en la mesa de la cocina. -Estás muy delgado, necesitas alimentarte.

Erick río ante el dramático comentario. -Estoy bien mamá, comerá en la escuela.

-¿Seguro?, No quiero que te enfermes por no comer.

-Estaré bien no te preocupes.- le beso la frente como modo de despedida.

-Más te vale.- amenazo con sus ojos entrecerrados. -Ahora date prisa que Christopher lleva un buen rato esperándote afuera.

-¿Que?.- no lo dudo ni un poco y se asomo por la ventana encontrándose con aquel castaño en el interior de un auto negro, tan relajado como si no tuviera ninguna preocupación. -¿Que hace aquí?

-Me dijo que te llevaría a la escuela.- soltó su madre mientras lavaba los platos. -Es muy amable, sigue siendo aquel dulce niño que conocí hace años.

-¿Como? ¿Lo conocías desde antes?

-Oh por supuesto que si. No se si lo recuerdas pero Yenny y yo hemos sido amigas desde hace bastante tiempo.- mencionó a la mamá de Yoandri. -Obviamente tuve la oportunidad de conocer a su primer niño. Es una lástima que su padre lo haya llevado con él cuando cumplió 4 años.

-Es por eso que nunca escuché de él...- susurró más para si mismo recordando que a Yoandri no le gustaba hablar de su padre. -Bueno, suena una historia que me la tendrás que contar después porque se me está haciendo muy tarde.

-Tienes razón, cariño. Cuídate y recuerda comer algo.

-Lo haré.- tomó su mochila y se dirigió hacia la puerta. -¡Te quiero, má!

-¡Yo más, cielo!

Una vez estando afuera tomó una bocanada de aire e hizo camino hacia aquel vehículo, algo confundido porque no recordaba haber pedido que lo llevaran a la escuela.

Observó como aquel castaño recargaba su cabeza en la cabecera del asiento, con su mirada puesta en el parabrisas que se le fue imposible ver ya que unas gafas negras cubrían aquellos ojos mieles. No pudo evitar observar la manzana de Adán que se movía cada vez que mascaba aquel chicle en su boca.

-¿Se puede saber qué haces aquí?

Pudo ver cómo Christopher se removió en su lugar al escuchar su voz y cuando dirigió su mirada hacia él, una sonrisa se hizo presente en aquellos rosados labios.

-Se dice buenos días.- espetó sacándole el seguro a las puertas del auto. -Ahora súbete, ya he perdido mucho tiempo esperándote.

-No me subiré hasta que me digas que rayos haces aquí.- se cruzo de brazos irritado.

-Tranquiló, yo solo estoy haciendo lo que me pidieron, no te sientas especial.- soltó burlón para luego señalar la parte trasera. -Yoandri está atrás.

Dudó pero no tuvo de otra más que inclinarse un poco y observar a un Yoandri completamente dormido en los asientos traseros. Vaya que la fiesta de anoche le había pegado fuerte porque ¿A quien se le ocurre armar una un lunes por la noche? Solo a él.

-¿Ya no tienes miedo o prefieres irte caminando?

-Nunca tuve miedo.- respondió entre dientes mientras abría la puerta y se sentaba en el asiento del copiloto rogando no arrepentirse después. -Espero sepas conducir.

-Espero sepas cerrar tu boquita y abrocharte el cinturón.

-¿Disculp...

El auto siendo arrancado bruscamente le impidió reprochar y fue entonces cuando supo porque le sugirió abrocharse el cinturón. Christopher manejaba como loco.

-¡¿Acaso no eres consciente que Yoandri sigue dormido?!

-Nadie le dijo que montara una fiesta en pleno lunes.- sus manos alrededor del volante y su mirada puesta al frente le daban un toque sensual pero Erick nunca lo admitiría. -Que agradezca que no le dije a mamá.

-Oh vamos, ¿Cuantos años tienes? ¿10? No me digas que eres el típico hermano odioso que le gusta delatar personas.

-Tengo la edad suficiente para saber que solo eres un niño maleducado que se mete a habitaciones ajenas sin permiso.

-¡Dije que no sabía que había alguien ahí!

-Definitivamente hablaré con Daysi sobre tu mal comportamiento.- frenó en un semáforo en rojo y sin quitarse aquellas gafas negras posó su mirada en el ojiverde. -Niño de mami.

-Ni siquiera me conoces para que me llames así.- lo miró con enojo. -Tengo 17 no 9.

-Bueno pues pareces de 9 si te soy honesto.- sonrió victorioso al conseguir que el ceño del menor se frunciera. -Un lindo chiquillo de 9 años.

No sabía si las mejillas se le calentaron del enojo o por aquel comentario.

"Lindo"

-Tienes suerte de estar conduciendo porque sino te juro que te daría un puñetazo.

-¿Ah si? Me gustaría verte intentarlo.- volvió a frenar en otro semáforo repitiendo el acto de mirar al ojiverde pero esta vez quitándose las gafas. -Me gustaría poder ver hasta donde pueden llegar esas manitas.

-Ni lo intentes, Christopher.

La voz molesta y adormitada de un Yoandri se escuchó desde atrás, impidiendo que Erick se sonrojara hasta las orejas.

-No te permitiré coquetear con mis amigos.- soltó el de ojos negros. -Deja a Erick en paz.

-Solo me divertía, tranquilo.- contestó el castaño mirando de reojo al ojiverde. -Erick ni siquiera es mi tipo.

El mencionado ofendido iba a reprochar pero Yoandri lo interrumpió. -Ojalá así siga siendo. No te metas con mis amigos

-Llegamos.- fue todo lo que Erick dijo tratando de salir de aquel incómodo ambiente y del auto.

-Vendré por ustedes más tarde y más vale no me hagan esperar de nuevo.

-Ya lárgate.- dijo el de ojos negros dirigiéndose hacia la entrada del edificio.

-Hey, Erick.- llamó desde el interior del auto haciendo que el mencionado detuviera su paso y lo mirara. -Se te cayo esto.

-¿Que es?- se acercó confundido tomando aquel trozo de papel, haciendo contacto con la piel del mayor por unos segundos al tomarlo. -No creo que sea mí...

-Lo vi caerse de tu mochila.- dijo sin más y encendió el motor del auto. -Cuida de mi hermano, sigue un poco aturdido.

No hubo la necesidad de responder porque Christopher puso el auto en marcha, yéndose sin más.

-Idiota.

Caminó hacia dentro de la escuela observando a un risueño Yoandri mantener una conversación con Joel Pimentel. Se alegró por su amigo ya que el de rizos había sido su amor platónico desde secundaria.

Mientras las clases del día pasaban Erick no pudo evitar recordar las palabras de Yoandri dirigidas a Christopher, "No te permitiré coquetear con mis amigos". ¿Y es que acaso aquel imbecil estaba coqueteando con él? Lo dudaba, ya que todo lo que le provocaba era sacarlo de sus casillas por su estupido comportamiento.

Con aquel trozo de papel todavía en sus manos se sentó en su correspondiente asiento de su penúltima a clase y sin más se dispuso a leerlo.


"+1#######. Aquí tienes mi número por si alguna vez te aburres y te dan ganas de arriesgarte...-C."

Sumiso - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora