Eran exactamente la una y treinta y cuatro de la mañana cuando Erick pudo divisar el auto de Christopher parqueado frente a su casa.
Con sus manos sudando debido a los nervios, caminó hacia aquel vehículo y sin dudarlo mucho abrió la puerta y se metió en el lado del copiloto.
-Pensé que ya había pasado tu hora de dormir.- sonrió burlón.
-Oh por favor, no empieces porque todavía estoy teniendo una discusión conmigo mismo sobre por qué rayos te llamé.
-Si no quieres hacer esto está todo bien, no me gustaría obligarte a nada.- soltó con tal seriedad que parecía increíble.
-Cuando dices, "hacer esto" ¿A que te refieres exactamente?
-No lo sé, es más de la media noche. Muchas cosas podrían pasar.
El ojiverde se removió en su asiento, sin embargo la idea de dejar pasar aquellas cosas estando con Christopher le gustaba y no tenía idea por qué.
-Espero no conduzcas como la última vez.
-¿Que? ¿Tienes miedo, niño?- le dedicó una media sonrisa para después poner el auto en marcha.
-Amo mi vida, no quiero morir joven y mucho menos contigo.
-Ouch, tampoco seas tan honesto.- sugirió. -Seguro tienes una muy buena vida para que la ames tanto.
-No me quejo, solo opino que sería mejor si no tuviera que ir a la escuela.
El mayor soltó una diminuta risita ante aquello la cual se le fue imposible a Erick no admirar.
-Yo a tu edad también quería dejar de ir pero con el tiempo te das cuenta que es muy necesario si es que quieres tener un buen empleo cuando acabes.
-Hablas como si fueras todo un viejo.- río. -¿Piensas darme una charla de la vida después o...
-Tengo 21, no 60.- frenó en un semáforo en rojo y se dedicó a mirar al ojiverde. -Pero darte una charla para que aprendas algo no estaría mal.
-21 años...- repitió la edad del castaño. -¿Te das cuenta que si algo me pasa podrías ir a la cárcel?.- sonrió dulcemente.
-Nada va a pasarte.- soltó volviendo a conducir. -Bonita sonrisa por cierto.
Sus mejillas se tornaron rojas ante aquel halago, haciéndolo sentir pequeño en su asiento.
Miro por la ventana y pudo distinguir el parque que quedaba cuesta arriba, el mismo que se encontraba solitario y con pequeñas luces que apenas y lo iluminaban
-Pensé que este parque estaba más lejos de mi casa.- dijo mientras el castaño aparcaba el auto.
-Lo está.- comentó desabrochándose el cinturón para después bajarse junto al menor. -Tal vez solo perdiste la noción del tiempo hablando conmigo.
-O tal vez el que manejes como loco hizo más corto el camino.
-Tal vez.- sonrió metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta negra. -Sígueme.
Erick lo miró extrañado cuando empezó a caminar con dirección al acantilado de aquel lugar, sin embargo lo siguió sin decir ni una sola palabra.
Admiro la ancha espalda del más alto y su manera de caminar la cual era lenta pero segura, también observó como su pelo castaño se movía debido al viento lo cual lo hizo pensar que el ojimiel podría ser todo un modelo de revista si así lo quisiese.
Tres pasos más faltaron para que chocara con la espalda de Christopher debido a que este se había detenido de la nada sin avisar. -L-Lo siento.
-Calla y disfruta de la vista.
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Sumiso - Chriserick
Fanfic-Obediente...- metió su pulgar en la boca del menor haciendo contacto visual. -Tan sumiso para mi. Donde la tensión sexual entre Erick y el hermano mayor de su mejor amigo, los lleva a caer en ciertas tentaciones. Tal vez lo que alguna vez llamaron...