CAPITULO 9... ÉL COMIENZÓ

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Amely Getzeny


Hoy es lunes, un nuevo día y el primer día que tendré que fingir que Adán y yo somos novios y que nos queremos mucho, en pocas palabras el comienzo de todo, estoy nerviosa y es obvio, pero está mañana me desperté con una sensación extraña, como si algo estuviera mal, Daniel siempre me decía que yo era muy negativa y que tenía que dejar de pensar en lo malo, para que ocurrieran cosas buenas, así que respiro profundo y trato de dejar lo negativo fuera de mi ser, tal y como el me lo enseñó.


Me fijo en la hora y es muy tarde, faltan 15 minutos para que cierren la puerta de la escuela, y yo sigo en mi casa, no se en que se me fue el tiempo, pero ni siquiera desayuné, de hecho ni hambre tengo, así que corro hacia afuera y me quedo en shock, al ver a Adán afuera de mi casa.


- ¡Hola!, No sabía si tocar o no... - Me regalo una de sus sonrisas ladeadas y se quedó en silencio, esperando mi respuesta, la cual no tardó mucho, ya que después de que mi corazón se acelerará respire profundo para controlarlo y que él no se diera cuenta.



- Ah, ¡Hola!, Hubieras tocado, pero aquí estoy... ¿Nos vamos? - Le dije en un tono calmado, para devolverle una sonrisa corta, pero sincera, él tomo mi mochila y empezamos a caminar hacia la secundaria sin cruzar ninguna palabra.



Se estaba formando un silencio incomodo, o yo lo sentía así, porque estaba muy nerviosa y no sabía cómo comenzar una plática con él, me puse a pensar en que era aquello que ocultaba este chico, que a simple vista era perfecto, pero la advertencia del director me hacía dudar y mi sexto sentido me hacía creer que no era lo que parecía, ¿Por qué? Pues imagínense a un chico súper guapo, y con ropa de marca subiendo al tren y su única compañía es una chica completamente normal y súper sencilla que tras meses después de robarle un beso, se aparece como el chico nuevo de la escuela de la chica, pero con ropa sencilla y el director advierte a la chica de él, esto no podría ser coincidencia, ¿O si?



- Llegamos... - Adán habló, interrumpiendo mis pensamientos, yo solo asentí con la cabeza y él me tomo de la mano, su toque era suave y firmé.



Tomados de la mano entramos al salón y algunos de nuestros compañeros aún no llegaban, a pesar de ser muy tarde ya y como el reto tenía que cumplirse, cada quien se sentó con su pareja, aún que para Adán y para mí no era raro, ya que nuestros lugares seguían siendo los mismos desde el primer día de clases, la excepción eran Hannah y Diana que se sentaron juntas, mientras Fabián con Santiago detrás de ellas, pero ¿Por qué Daniel y Paola aún no llegaban?, eso era raro por que ellos casi nunca faltaban y cuando lo hacían, informaban de su falta con mucha anticipación.


Esto era muy extraño y estaba empezando a preocuparme por Daniel, porque aún que ya no habláramos, de cierta forma aún lo seguía viendo como mi mejor amigo, así que decidí armarme de valor y respirar profundo, para preguntarle a Diana si de casualidad ella no sabía algo sobre él, pero no sabía nada, o eso me dio a entender, y después para descartar la idea de que estuvieran juntos le pregunté también por Paola, pero fue en vano, ya que simplemente dijo que ellos estarían bien y que solamente se les hizo tarde para venir.


Pero no me convencía y yo sabía que algo no andaba bien y mi intención no era quedarme con los brazos cruzados y sin saber nada de lo que pasaba con Daniel, el es un chico muy puntual y era muy extraño que no llegara a tiempo a la escuela, realmente en estos momentos no podía dejar de pensar en que le pudo haber pasado algo, a pesar de tratar de tranquilizarme, me era casi imposible hacerlo.


Y a pesar de que Diana y yo no habláramos como antes, insistí en preguntarle por Daniel, ya que me preocupaba, pero no obtuve alguna respuesta lógica de su parte... Y sabía que me estaba mintiendo, porque la conocía bien, pero al final no quise insistir más y me senté en mi lugar.

ENCUENTRO EN EL TREN  (Libro 1 Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora