ENCUENTRO EN EL TREN (Libro 1 Completo)

CAPITULO 14... EL MENSAJE

Amely Getzeny

Pasaron unos días después de haber encontrado a mi familia reunida aquella tarde, cuando recibí un mensaje de un número desconocido, que decía:

• 3356******: Hey Mely, te necesito más que a nadie en estos momentos.

• Amely: Disculpa, ¿Te conozco?

• 3356******: Si, me conoces mejor que nadie.

• Amely: ¿Quién eres?

• 3356******: Mely la Lely, soy yo pero no digas mi nombre, solo necesito que estés conmigo en estos momentos!!

• Amely: Esto es raro, pero como se que realmente eres tú!!?

• 3356******: Confía en mi Lely, necesito que vayas a comprar tú libro favorito mañana a las 6 de la tarde.

• Amely: ¿Y si no?

• 3356******: Y si no... pues te las verás conmigo y con mis chinos. 😂

• Amely: Mañana a las 6 entonces!!

Acabo de hablar con Daniel ¿Enserio?, al principio no sabía que era él, pero después de que me llamara Lely, me dijera lo de mi libro favorito y que mencionara sus chinos, lo cual eran cosas que solo él y yo sabíamos el significado, ya que esas frases las utilizábamos para situaciones especiales o conversaciones privadas.

 Lely: El apodo que él me puso y el cual nadie más sabe.

 Tu libro favorito: Esa frase siempre la utilizábamos cuando queríamos ir a algún lugar sin que nadie lo supiera y nos encontrábamos en la misma librería en donde comprábamos un libro al azar, el cual siempre me quedaba, para leerlo y después nos íbamos al lugar donde queríamos ir.

 Te la verás conmigo y con mis chinos: Él mencionaba a sus chinos en cualquier momento en el que realmente necesitaba mi apoyo.

Estoy preocupada, porque no quiero caer en ninguna trampa, pero me calmó un poco ya que quedamos de vernos, en un lugar público y hasta no estar segura completamente, no voy a hacer ningún movimiento en falso, pero al mismo tiempo estoy emocionada por volver a ver a mi mejor amigo ya que me debe muchas explicaciones.

Llegó la hora en la que tenía que encontrarme con él y por un momento pensé en llevarme sus cosas, pero decidí esperar a decirle primero que yo tenía sus pertenencias para después dárselas, así que tiempo después yo ya estaba en la librería de siempre, cuando de repente lo veo entrando con lentes de sol oscuros.

- ¡DANIEL! - Le grité y corrí a abrazarlo, estaba feliz de que se encontrará bien y él me devolvió el abrazo, sentí que mi alma había vuelto a mi cuerpo.

- ¡MELY! - Me llamó sin dejar de abrazarme y con lágrimas en mis ojos que caían lentamente a mi hombro hablé.

- ¿Cómo estás? ¿Dónde has estado? ¿Qué pasó? ¿Por qué lloras? - Le hice tantas preguntas al mismo tiempo y muy rápidamente, que no le daba tiempo de responder ninguna, pero me separé un poco de él, para poder verlo a la cara mientras me respondía.

- MELY, es una larga historia, pero necesito a mi mejor amiga. - Habló mientras las lágrimas se hacían más visibles en su rostro y su voz se cortaba.

- ¿Qué pasó? - Le pregunté mientras le limpiaba las lágrimas que tenía en las mejillas delicadamente con mi pulgar y la palma de mi mano.

- No sabes cuánta falta me hacías, al menos para que me limpiaras las lágrimas y me vieras con esa carita tan tierna e inocente que tienes. - A mí, también me hacía más falta de lo que creía, pero no sé lo dije, porque estaba preocupada y quería saber cuál era el motivo por el cual me busco y quería verme, el al notar mi expresión, siguió hablando. - Amely yo... Yo... No se cómo decirlo - Daniel por primera vez desde que lo conozco está tartamudeando, su tono de voz es triste y al mismo tiempo confuso y eso hacía que mi pecho doliera.