CAPITULO 12... NUESTRO LUGAR ESPECIAL

35 7 2
                                    

                                     Amely Getzeny

2 meses después… (22 de Noviembre 2016)


Adán y yo llevamos 3 meses siendo novios y no puedo negar que han sido unos meses increíbles, Adán ha ido a mi casa a pasar el rato conmigo, ha ido a reuniones familiares, ha conocido a mi familia, me a invitado al cine un par de veces, hemos hecho muchas cosas increíbles de novios, incluso me llevo a una librería a comprar una nueva edición de mi libro favorito, y por casualidad a la misma librería donde siempre iba con Daniel, que hablando de él, en estos meses no he sabido nada de lo que pasó, ni una sola señal ni de él, ni de su familia, fui a su casa días después de que dejara de ir a la escuela, para visitarlo y hablar con él, a pesar de que sabía que sus papás me iban a tratar mal, pero al llegar me sorprendí al ver que la puerta estaba abierta y había hoyos en las paredes como de disparos, cuando los vi mis ojos se cristalizaron, pero decidí no pensar en nada malo y entre a la habitación de Daniel, entonces vi una caja con candado en su escritorio y junto a ella un cuaderno, entonces decidí tomarlos y guardarlos por si regresaba y los buscaba, pues iba a tener que hablar conmigo.


Salí de la habitación de Daniel y antes de bajar regrese para cerrar las ventanas y cuando estaba cerrándolas, note algo debajo de la cama, entonces me acerque y vi las llaves de la casa junto con una foto de nosotros dos, y tenía dibujado un corazón con la palabra “FOREVER” me pareció extraño, pero muy lindo de su parte, eso quería decir que me quería aún y que todavía éramos amigos, entonces me puse a buscar en sus cajones, por si había algo importante, pero no encontré nada, de repente mire en su mesita de noche y estaba su celular, con unos documentos, no sabía si tomarlos o no, pero lo hice por si acaso, también busque en su clóset y encontré un peluche que le regale hace un año el 14 de febrero y varias cartas que le escribí, también tome el álbum que tenía guardado ahí, lo puse todo en mi mochila y salí de su habitación, vi la habitación de sus padres y tenían todo perfectamente en su lugar, no quise mover nada, pero la curiosidad de si había algo importante ahí me decía que buscará, entonces con el máximo cuidado posible busque entre sus cosas pero realmente no encontré nada y en la habitación de Andrea hice lo mismo, y solo encontré su diario, que decidí tomar y con eso último salí de su casa cerrándola con llave, escribiendo con marcador permanente en la puerta las siguientes palabras “Tengo tus llaves, atte: Lely” recordándole el apodo que el mismo me había puesto tiempo atrás.


Al llegar a mi casa guarde todo lo que había tomado de casa de Dani en una caja y la coloque adentro de mi clóset, ya que no iba a invadir su privacidad leyendo lo que escribía en su cuaderno, a pesar de que quisiera encontrar un porque de lo que mis ojos habían visto.


Tome un peluche que tenía en mi cama, que Dani me había regalado hace un año y lo abrace fuertemente, cómo si al hacerlo me diera respuestas de que él estaba bien y sentí como si fuera él quien me abrazara a mí, entonces sin darme cuenta las lágrimas comenzaron a salir sin que yo se los permitiera, pero al final lloré, lloré y lloré hasta cansarme, mientras lo hacía recordé el día que nos conocimos y me puso aquel apodo que escribí en su puerta.


•••••••••••••


Hace 2 años 3 meses…



Primer día de clases:



— ¡Hola! – Escuché detrás de mi, una voz muy linda.

— ¿Hola? – Respondí confundida al ver qué era un chico muy lindo, que no conocía.

— Me llamo Daniel, pero puedes llamarme tu mejor amigo. – Dijo muy seguro de si mismo, y yo solo reí, porque no puedes ser amigo de alguien cuando ni siquiera lo conoces y mucho menos su mejor amigo.

— ¿Mejor amigo? Creo que es muy pronto para eso. – Le respondí con seguridad en un tono obvio.

— Lo sé, pero pronto lo seré!! – Me miro a los ojos y con una sonrisa tierna me preguntó. – Y tú… ¿Cómo te llamas?

— Amely, pero puedes llamarme Mely. – Le respondí, ya que era el primer día de clases en la secundaria y no conocía a nadie mas que a Diana, que se encontraba hablando con otras chicas, así que opte por hacer más amigos, ya que Diana decía que me hacía falta, cuando de repente el empezó a reír… – ¿Qué es tan gracioso? – Le pregunté algo molesta.

— Pues que tú nombre es lelo, así que serás Mely la lely de ahora en adelante. – Lo dijo en un tono gracioso, pero sin burla, desde ese momento me callo bien y quise charlar más con él, ya que me di cuenta que siempre iba al grano, y entonces nos fuimos haciendo cercanos, hasta ser mejores amigos.

ENCUENTRO EN EL TREN  (Libro 1 Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora