CAPITULO 35... MIENTAS MAS LEJOS MEJOR

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Daniel Orozco

Han pasado algunos años después de que la novia de Mauricio se fuera de la casa, a veces aún es raro no verla, ya que me había acostumbrado a su presencia y es que físicamente se parece bastante a Amely, y no sabía porque hasta que mi primo un día me dijo que eran hermanas, me arrepentí de no haber hablado más con ella, quizá si me hubiera conocido más y confiará en mi, podría ayudarme ha estar más cerca de Amely, pero desaproveche mi oportunidad.

Aún recuerdo la plática que tuve con Mauricio hace años, después del funeral de mis padres;

— Daniel tienes que calmarte, no estuvo bien lo que hiciste. – Mauricio entro a la capilla dónde me encontraba, y comenzó a hablar tranquilamente, mi hermana le había contado parte de lo que paso, ya que yo estaba enojado y caminaba de un lado a otro.

— Tú, ¿Quién eres para decirme lo que está bien o mal? – Respondí con cierto coraje,, pues mi primo se estaba poniendo del lado de Amely.

— Soy tú primo, y el único capaz de decirte, que si ella te importará tanto como dices y le haces creer a todo el mundo, no la hubieras tratado de esa manera. – Él tiene razón, pero en este momento estoy tan enojado con ella que no me importa si lo que hice estuvo bien o mal, pues literalmente se fue con sabe quién, cuando se supone que debería de estar conmigo.

— A ti no te importa. – Lo dije casi en un grito, pues no estaba poniendo atención en mi tono de voz.

— No, la verdad es que no, y tengo cosas más importantes, que darle consejos a un idiota que no me hará caso, ya que su ego es demasiado grande. – Sus palabras me hirieron, pues se supone que es mi primo y aún así sigue golpeándome con la verdad, ¿No se supone que tus mejores amigos o tu familia siempre te alienta o te da apoyo incondicional? Pues créanme que Mauricio no era así, el siempre y cuando digo siempre es porque completamente siempre va al grano y te golpea con la realidad, haciendo que las cosas sean mas crueles, para que abramos los ojos, pero en especial hoy, no quería que fuera así, ya que Amely era un tema delicado y él lo sabía, por ello no soportaba que se entrometieran en ello.

— Pues lárgate de aquí y déjame en paz. – Dije sin siquiera mirarlo, pues realmente no estaba de buen humor, ya que me di cuenta de que mi plan en vez de ayudarme a estar más unidos, nos distanció más y quisiera haberle hecho caso a Mauricio cuando me dijo que no utilizará a su hermana para esto.

— Lo haría si supiera que vas a estar bien, porque aún que no parezca tú me importas más de lo que quisiera. – Eso si que me tomo por sorpresa, pues Mauricio nunca a sido tan considerado con nadie.

— No empieces con tus cursilerías Mauricio. – Le dije al instante, pues me incomodaba que fuera así conmigo.

— ¿Cómo es que has cambiado tanto? – Su pregunta me hizo razonar un poco, pero saque la respuesta instantáneamente.

— La vida me a hecho cambiar y tú lo sabes más que nadie. – Hablé al mismo tiempo que señale a mis padres, que se encontraban en esos ataúdes sin vida.

— Hace meses seguías creyendo en el amor verdadero y creía que eso jamás cambiaría, hasta que usaste a mi hermana, haciéndola pasar por tu prometida, ¿Enserio no se te ocurrió algo mejor? – Comencé a pensar seriamente en lo que decía, pero es que realmente no se ocurrió nada más que eso, y sobre el amor yo ya no tenía ninguna fe o esperanza, menos por lo que había pasado hoy.

— Giovanna quiso ayudarme, a parte es tu hermana adoptiva, ni siquiera tiene tu apellido. – Le recordé al instante, pues en realidad Giovanna no tenía ningún lazo de sangre que nos uniera.

ENCUENTRO EN EL TREN  (Libro 1 Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora