ENCUENTRO EN EL TREN (Libro 1 Completo)

CAPITULO 26... NUEVO AÑO, NUEVA YO

Amely Getzeny

Al abrirse la puerta entró mi papá con una maleta y eso me sorprendió mucho, corrí a abrazarlo y él me dio una cajita con un brazalete que tenía mi inicial dentro de un corazón, dijo que era el regalo por mi cumpleaños ya que por la situación con mi madre no habían podido hacerme fiesta, aún que quisieron, a pesar de que les había dicho que no, cuando Diana y yo lo decidimos, la cara de mi mamá mostraba que no estaba feliz como yo, si no al contrario su sonrisa se desvaneció un poco, para volver a aparecer unos segundos después de que la señora Katia le entregará la copa de vino tinto para brindar, ya que faltaba poco para las 20:00 hrs de la noche lo que significaba que íbamos a cenar, para después brindar y cantar algunos villancicos.


- Son las 19:30 horas, así que tengo 25 minutos para mostrarte algo y después llegar a la cena a tiempo. - Pher me miró a los ojos y me tomo de la mano y antes de poder decirle algo, el habló de nuevo. - No digas nada, porque ya solo tenemos 24 minutos, así que mejor vamos a caminar en vez de hablar.

Pher comenzó a caminar y como aún me tenía de la mano empecé a caminar atrás de él, después de pasar la casa, llegamos a un gran árbol y detrás había un gran río, que reflejaba la luna a penas asomándose en el cielo y la poca luz del sol que aún reflejaba, este lugar era hermoso y se respiraba paz a dónde sea que mirarás, por un momento recordé el lugar donde Adán me había llevado hace tiempo antes de ir a la casa de Paola.

- Este es mi lugar favorito de todo el mundo, aquí vengo cuando me siento triste, cuando estoy feliz, o simplemente cuando quiero reencontrarme conmigo mismo, ¿Sabes? Esté es el único lugar donde yo podía refugiarme cada que mis padres peleaban, si este árbol hablará, diría tantas cosas que yo le he confiado.

Interrumpió mis pensamientos pero sus palabras eran tan adecuadas para el momento, no se si él también vio como se miraron mis padres o si haya escuchado alguna plática de su mamá con la mía, no sabía cómo él sabía la situación que mis padres estaban pasando en este momento, pero no me importaba, porque estos días él me había demostrado que podía confiar en él sin ser juzgada.

- Vi la manera en que se miraban tus papás, si es lo que te preguntas y pues analizando la situación se que no están pasando por sus mejores momentos y como es obviamente normal, tú y tus hermanos también sufren junto con ellos. - Respondió mis dudas al instante, como si me hubiera leído la mente.

- No se porque, pero contigo me siento bien, aún que no quiero hablar realmente de lo que pasa en mi vida.

- No te estoy pidiendo que hables, solo que sueltes lo que no te corresponde cargar, porque nosotros como hijos y sin darnos cuenta, cargamos con el peso que les pertenece a nuestros padres después de sus discusiones o sus separaciones, y eso no debe de ser así, porque realmente somos sus hijos y no sus psicólogos o sus conciencias recordándoles lo que hacen o dejan de hacer, así que como tu amigo quiero verte bien y sin culpas que no te pertenecen.

Sus palabras me hicieron sentir vulnerable y tenía razón, muchas veces me culpe por las peleas que mis padres tenían cada vez que ambos se encontraban en la casa y yo no tenía el valor de decirle a nadie ni siquiera a Diana, que se supone que es a la que más confianza le tengo por ser mi mejor amiga, pero no es así, porque realmente no me gusta ser vulnerable ante las personas y por eso eran contadas las veces que yo había llorado frente a alguien, pero en ese momento las lágrimas salieron por si solas y Christopher me abrazo, fue algo que necesitaba sin saberlo realmente y después de estar un tiempo así se separó de mi y miro su reloj, para después hablar.

- Quiero que sepas que cualquier cosa que necesites a partir de este momento, voy a estar para ti, tienes mi apoyo incondicional sin importar nada ni nadie y se que no podemos ser mejores amigos de unos días para acá, pero me gustaría que lo fuéramos en un futuro.