CAPITULO 21... EL PASADO AÚN DUELE

13 5 2
                                    

Adán Aldama

Llamada entrante: "Padreé"


Mi padre estaba llamándome y eso me confundió, pero al final respondí para ver qué necesitaba.


- Papá? - Le dije y solo escuchaba su respiración agitada y de repente habló.


- Adán que bueno que contestas, necesito que vengas con urgencia, te explico todo cuando llegues.


Me preocupe, pero mi padre no jugaría con temas delicados y mucho menos me haría ir a casa a estás horas si no fuera tan urgente, entonces salí a la avenida y pare un taxi dándole la dirección y sin importar el precio, llegué a casa de mis padres después de 3 meses y de cierta manera ya no se sentía completamente mi hogar.


Camine hacia la entrada de la casa, pasando por los arbustos perfectamente podados a los costados del caminó, acompañados de dos grandes pinos al principio y dos al final del mismo, me detuve frente a los escalones antes de llegar a la gran puerta blanca la cual me recuerda aquel día y hace que me estremezca, intento olvidar aquello y me fijo en la tenue luz de la luna que se refleja en la entrada de la casa pero entonces doy unos pasos adelante y cuando estoy a punto de tocar, la puerta se abre dejándome ver perfectamente aquella sala de estar que me vio crecer, pero lo que me llamo la atención, fue ver vidrios rotos en el suelo y a mí hermano con la mano llena de sangre, parado junto a ellos, mientras Regina su novia sale corriendo de la casa sin siquiera levantar la cabeza, pero pude ver sus ojos llenos de furia y tristeza que jamás había visto en ella, salió por el caminó por donde yo entre subiéndose a un taxi, mire de nuevo la escena de mi hermano y el comenzó a llorar gritando que era una escoria y mi padre junto a él, mientras Marina la chica que se encargaba de la limpieza de la casa se puso a recoger los vidrios, yo me quedé paralizado y no sabía que hacer.


- Adán me escuchaste? - Kike me tomo del hombro y yo solo lo mire, él vio la confusión en mis ojos y sin decir nada solo me guío adentro de la casa, cerrando la puerta detrás de nosotros.

- Hijo, por fin llegaste. - Mi padre pronunció al verme.

- ¡Mierda! - Alex dijo poniéndose un pañuelo en la mano donde al parecer tenía una herida.

- ¿Qué pasó? - Fue lo primero que dije, desde que llegué.

- ¡Esta loca! De verdad ¡Loca! - Alex dijo mientras seguía mirando su mano.

- No te preocupes Adán, no es una herida grave pero Alex es tan sangrón que sangra mucho. - Kike dijo con un tono serio y frío que suele tener siempre.

- Adán, acompáñame al despacho. - Mi padre dijo a penas Kike dejo de hablar y camine detrás de elél, ya en el despacho cerré la puerta y me senté frente al escritorio de mi padre.

- Te estarás preguntando por qué te llamé. - Abrí la boca para después cerrarla, porque él continúo hablando. - Pues bien, Adán eres mi hijo menor y por lo cual el que se a esforzado más para tener lo que quiere, pero al mismo tiempo a veces el más maleducado, pero eso me recuerda a mi cuando era joven y recordé lo que mi padre hacía cuando yo quería sobrepasar su poder como empresario o como padre de familia y me he dado cuenta que yo no quiero ser como él, no quiero obligar a mis hijos a ser algo que no quieren. - Los ojos de mi padre se pusieron rojos y yo estaba sorprendido porque desde aquel día mi padre jamás había demostrado vulnerabilidad ante nadie y su frialdad parecía que no tenía fin.

ENCUENTRO EN EL TREN  (Libro 1 Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora