ENCUENTRO EN EL TREN (Libro 1 Completo)

CAPITULO 24... LA APUESTA DE LOS ALDAMA

Adán Aldama

Al día siguiente así como lo dijo mi padre, me levanté 15 minutos antes de las 7 y me metí a bañar para cambiarme y ponerme la ropa de marca que usaba antes de mudarme, después de ponerme un traje color negro y una camisa de botones blanca, me puse una corbata roja con líneas blancas y baje a la cocina a tomarme un café y comer un bol de frutas recién cortadas, cuando estaba terminando mi padre hizo presencia.

- Vaya, veo que tú puntualidad sigue siendo eficiente, ¿Nos vamos? - Eso último lo dijo mientras salía de la cocina y se acomodaba su saco.

- Te veo afuera. - y con eso último corrí hacia el baño de mi habitación a lavarme los dientes y salir corriendo justo a tiempo para alcanzar a mi padre.

- Con este tiempo llegaremos 5 minutos más temprano a la oficina y así tendremos un poco más de tiempo para mostrarte la empresa. - Dijo mi padre mientras el chófer nos llevaba rumbo a la empresa Aldama.

Unos cuantos minutos más tarde llegamos a la empresa y todo se veía como siempre, todo perfectamente ordenado y en perfecto estado desde la entrada principal, dónde al llegar los pocos empleados que ya habían llegado nos recibieron con respeto y así mismo levantó mi Ego y con el poco tiempo que tenía en la empresa hoy, me sentía con la confianza y frialdad de antes, porque en el mundo de los empresarios los sentimientos no eran algo que estuviera en nuestras prioridades, porque cuando se trataba de manejar una empresa bien y al nivel en que mi padre lo hacía, no se trataba de si le tomabas cariño a la gente o no, si no de si hacía bien el trabajo en tiempo, forma y sin errores, así es como los empresarios tienen que separar los sentimientos de los negocios, siempre había funcionado así y nada cambiaría ahora que me tocaba a mí estar al frente de todo este imperio.

- Adán, en nuestra empresa es muy importante que haya respeto de empleado a líder y viceversa, ya sabes que no tienes que mezclar los sentimientos con los negocios, no porque alguien te caiga mal y haga bien el trabajo lo vas a despedir para dárselo a alguien que te caiga bien y haga mal el trabajo ¿Me entiendes?...

Mi padre me veía desde el rabillo de su ojo mientras yo asentía con la cabeza, y así me mostró cada una de las secciones de la empresa y los trabajadores, desde los de limpieza y las secretarias, hasta los accionistas y superiores.

Mi sueño siempre fue hacerme cargo de la empresa de mi padre, pero lo veía casi imposible porque soy su hijo menor, pero ahora ese sueño se cumplirá y no voy a decepcionarlo, después de terminar el recorrido de la empresa fuimos a su oficina y acomodamos unos documentos para la junta de las 3 PM a la cual fuimos cuando terminamos con los documentos.

Estando en la sala de juntas me senté junto a mi padre quien dirige la junta y después de que él me presentará como su hijo y el próximo Aldama que estará a cargo todos me miraron con confusión y algunos con desprecio a lo cual yo los ignoré y seguí mirando a mi padre, creí que le había quedado claro que no quería que nadie supiera que yo me quedaría a cargo, pero aún así lo ignoro, como yo lo acababa de hacer con las miradas de los ejecutivos.

Mi padre comenzó a hablar sobre las nuevas y las viejas propuestas que le habían presentado y se pusieron a analizar los pro y los contra, yo solo miraba sin decir nada y sacando mi propia conclusión como mi padre me había enseñado desde que era un niño, al finalizar la junta la palabra de mi padre fue la final al decidir por una propuesta en especial y todos asintieron y se fueron a trabajar en ello.

- Hijo así es como se lleva a cabo una decisión importante en esta empresa, dejando que todos aporten y al final te vas por la que mejor les convenga a todos. - Mi papá se levantó de la silla y sin dejar de mirarme caminó alrededor de la mesa en la sala de juntas. - Para que una empresa sea exitosa, tienes que ser exitoso y el éxito se crea con forme lo bueno que seas al tomar tus decisiones correctamente.