CAPITULO 36... UNA CELEBRACIÓN

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Amely Getzeny

Tengo casi 5 años sin ver a Adán, de hecho la última vez, fue en la graduación, aquel que fue nuestro primer y último baile, desde entonces no he sabido nada más de él, se cambió de casa a lo que Diana supo y me sentí culpable de haberlo alejado de esa forma de mi vida, quizá en el campamento fui muy dura con él, pero necesitaba serlo, aún que ahora no estoy tan segura, le dije que se alejará y lo hizo, pero en realidad quería que luchará por mi, pero no lo hizo, solo se fue quien sabe a dónde y era imposible localizarlo entre tantas personas que viven aquí, él es alguien común y sería inútil buscarlo, ya que no lo encontraría fácilmente, ni siquiera sé quiénes son sus padres, nunca los vi ni en una foto y es decepcionante.

— Amely ¿Qué opinas de esté? - Monse preguntó dudosa, pues teníamos casi todo el día viendo como se ponía un vestido tras otro y ninguno le convencía totalmente.

— Te vez hermosa, pero el vestido anterior, te beneficia más. - Confesé, al recordar el vestido anterior que se había medido.

— Eso es verdad. - Diana dijo al instante.

— Vale, pero aún no he terminado de probarme todos los vestidos. - Monse respondió, mientras nos miraba a todas.

— Bueno, entonces muéstranos el que sigue. - Le dije animando la, pues sabía que ella no se sentía cómoda con su cuerpo, pero le iba a demostrar lo contrario.

— Entonces muéstranos los demás amiga. - Yareth la mejor amiga de la prepa de Monse habló.

— Esta bien, ahora vuelvo. - Monse nos dijo, al instante en que se daba la media vuelta, para entrar al vestidor nuevamente. 

Nos encontramos las cuatro en la sala de espera, que está afuera de los probadores, esperando a que Monse saliera a mostrarnos otro vestido de novia, estábamos tan contentas por ella, se iba a casar en unas semanas y teníamos tantas cosas que preparar, ya que las tres éramos sus damas de honor.

— Mami, mi tía Monse tarda mucho y ya estoy aburrida. - La dulce voz de Susan se hizo presente, ella era mi mayor motivación y mi felicidad en estos momentos de mi vida, pues amaba que me dijera mami, ya que eso hacía de mis días malos, los más bonitos del mundo.

— Mi niña, entiendo que ya estés aburrida, pero recuerda que hablamos y quedamos en ayudar a tú tía Monse hasta que tuviera su vestido ideal, ¿Recuerdas? - Le dije recordándole lo que habíamos hablado en la mañana antes de salir de casa.

— Si mami. - Me dijo tiernamente y juro que me daban ganas de besuquearla en ese instante, ya que no había una niña más linda y tierna que ella.

— Bueno, entonces vamos a esperar un poco más mi niña. - Dije, mientras la abrazaba tiernamente y besaba sus mejillas tan hermosas, su olor es esquisto, pues huele a fresas y sandía.

— Esta bien. - Hablo mientras se reía debido a que mis besos le hacían cosquillas, ese sonido era como música para mis oídos.

— Susan que te parece si cuando salgamos de aquí, ¿Vamos por un helado? - Diana le pregunto y ella se escapó de mis brazos para mirar a Diana y sonreírme, después habló.

— Siiiiii

Susan corrió a abrazar a Diana y está la cargo en sus piernas, Monse salió con uno y con otro vestido, todos se le veían hermosos, pero ella estaba tan inconforme con su cuerpo, que no se sentía cómoda con verse al espejo, entonces terminamos no comprando nada, al salir de la tienda, fuimos a la peletería y Diana le compro una nieve a Susan, la cual estaba muy contenta.

— ¿Qué pasará si no encuentro mi vestido? - Monse fue la primera en hablar después de salir de la peletería.

— Lo encontrarás, tenlo por seguro - Yaneth fue la primera en responderle, a lo que Monse se detuvo, para ponerse frente a nosotras y asa volver a hablar.

ENCUENTRO EN EL TREN  (Libro 1 Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora