CAPITULO 16... MI NUEVA AMIGA

25 6 2
                                    

ÁNGELA GUTIÉRREZ

La ambulancia llegó y yo seguía recostada junto a mi mamá, hasta que el paramédico me pidió que lo dejara revisarla y me quedé sentada tomando de la mano a mi mamá, no estaba dispuesta a dejarla sola, pues sabía que perder a alguien muy importante en tu vida, te destrozaba el alma, sientes como si no pudieras respirar y ese vacío dentro de ti se hiciera cada vez más tarde.


— Se pondrá bien. – El paramédico dijo interrumpiendo mis pensamientos. – Solo fue un susto, tenemos que llevarla al hospital y hacerle algunos estudios, fue un pequeño infarto, pero ya está estable, todavía tienes a tu mamá para rato.

— En… enserio? – Le dije sorprendida, porque mi mamá no está muerta, solo fue un susto, la sangre se regresó a mi cuerpo y mi corazón estaba muy alterado.

— Si! Tu tranquila, ¿Nos acompañas en la ambulancia?


Me preguntó a lo cual yo no dude en responder que si, unos cuantos minutos más ya nos encontrábamos en el hospital y yo seguía sin entender cómo es que mi mamá había dejado de respirar por unos minutos que me parecieron eternos y después haya vuelto a hacerlo y yo no me di cuenta, mi vida se desmoronó por un momento y después se volvió a armar, como si fuera un rompecabezas frágil, que en cualquier movimiento en falso de desarma así sin más, y con mucho esfuerzo puedes volver a embonar las piezas de nuevo, pero a pesar de que a simple vista se vea completamente igual, si lo piensas detalladamente, nunca es igual, porque cuando se desbarata y lo quieres volver a armar se te complica un poco más, pero al final lo logras, aún que en el proceso todo cambiaba.


Una hora más tarde ya me encuentro en la habitación donde en un rato me dijeron que traerían a mí mamá.


Ya han pasado 37 minutos y yo me puse a leer un libro que se encontraba en la habitación junto a la ventana, sigo esperando a mi mamá, ya que andan haciéndole estudios y espero realmente que todo mejore, ya en 4 meses va a ser mi cumpleaños número 15 y unos meses después mi graduación de la secundaria a la cual solo voy a asistir a qué me entreguen mis papeles y después me voy a casa con mi mamá para que descanse.


— Otra vez tu por aquí!! – Interrumpió mis pensamientos una voz que se me hizo muy familiar, así que volteé hacia la puerta de la habitación y lo vi, a mi tall boy

— Vengo por mi mamá, pero a ti que te importa, ¿Por qué siempre estás aquí? ¿A caso me estás siguiendo? – Le dije en un tono molesta ya que a pesar de ser amigos el siempre me molestaba.

— ¿Quisieras que te siguiera? – Me dijo con un tono de voz burlón y me di cuenta que quiere jugar con mis pensamientos respondiendo mis preguntas con otras preguntas, cómo siempre lo ha hecho.

— Que? Claro que no, pero es extraño verte cada vez que vengo, porque tú lo dijiste hace años que era raro ver a un niño en un hospital como este cuidando de algún familiar. – Le dije no muy convencida, pero al final me resultó útil.

— Soy hijo de un doctor, ya te lo había dicho, pero resulta que es el mismo que atiende a tu mamá y es por eso que siempre me vez aquí!! – Respondió así sin más.

— Del Dr. Macías? ¿Y porque no lo mencionaste antes? – Le pregunté, ya que muchos doctores trataban a mí mamá y él nunca antes me había dicho de su familiaridad con ese doctor, bueno tampoco es que me haya dicho su nombre antes.

— Si, ese mero es mi padre, pero en fin… Quédate tranquila, que no te estoy siguiendo y veo que ya eres todo una señorita. – Me dijo y no entendí a lo que se refería, hasta que mire mi blusa y vi que estaba desabotonada,  se veía parte de mis pechos que en los últimos meses que no lo había visto habían crecido consideradamente.

— ¿No tienes otro lado a dónde mirar? – Le dije algo molesta porque no dejaba de verme los pechos.

— Con eso que te cargas debajo no, porque la última vez que te vi eras plana y pues ahora no lo eres por lo que veo claramente. – Sínicamente me respondió y quería darle unas cachetadas, pero el me tomo de la mano y habló. – Un gusto me llamo Andrés Macías.

— No opino lo mismo. – Le dije ya que estaba furiosa y después me di cuenta que era la primera vez que mencionaba su nombre. – Me llamo Ángela Gutiérrez y el gusto no es mío.

ENCUENTRO EN EL TREN  (Libro 1 Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora