Capítulo XXXII. Culpa

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Capítulo XXXII. Culpa

A la mañana siguiente, Usami Akihiko hizo una cita para tener una consulta con un psicólogo. Se dio cuenta de que le hacía falta ver a uno desde mucho tiempo. Llegó al consultorio y se dirigió al mostrador. La recepcionista lo atendió de manera amable y le pidió que esperara. Entró al consultorio y después de algunos minutos, fue el psicólogo el que salió y le pidió que entrara. Así lo hizo, agradeciéndole a la recepcionista. Entró a su consultorio y se acostó en una especie de sillón ancho, que más bien parecía una cama.

—bien. Dime cuál es tu nombre completo—le pidió el hombre. Se veía bastante joven, de a lo mejor unos 28 años, cabello rubio y ojos azules.

—Usami Akihiko—respondió un poco serio, aunque eso era para tapar un poco sus nervios. Jamás había visitado un psicólogo.

—¿edad?

—22 años.

—¿tienes algún tipo de alergia?

—ninguna.

—muy bien. Entonces, Akihiko, dime, ¿Cuál es el motivo por el que estás aquí?

—es la primera vez que visito un psicólogo. Debo admitir que estoy algo nervioso. Pero creo que es algo que necesito. Hace poco terminé con mi novio. Bueno, él terminó conmigo. Se enteró de que le era infiel. Sólo fue una vez, pero me arrepentí tanto de lo que hice. Ahora él me odia. Sé que estará mejor sin mí, pero, aun así, es algo que me duele, porque sé que también lo lastimé mucho.

—¿Por qué dices que lo lastimaste? ¿fue la infidelidad?

—además de la infidelidad, yo llevaba varios meses comportándome como una persona toxica. Siempre me la pasaba vigilando sus pasos, lo que hacía, con quién se veía. Pensaba que él me era infiel cuando no estábamos juntos, lo llamaba para saber dónde estaba, si estaba con alguien más. Era una persona muy celosa con él. Llegué a un punto en el que le pedí que se mudara a vivir conmigo, para poder tenerlo más cerca y evitar que me fuera infiel. Me porté de una manera tan horrible con él. Ahora me odia, y con razón. Lo mejor sería que él estuviera alejado de un monstruo como yo—se lamentó. Al fin podía hablar acerca de todas las cosas que lo afligían. Sin contar, que también estaba lo que sucedió con su hermano Kenji.

—pienso que, lo que tienes es una condición llamada celotipia. Es un trastorno en el cual, la persona que lo sufre, cree constantemente que aquella persona en la que más confía o ama lo está engañando o lo está traicionando. Esto no se da exclusivamente en una relación de pareja, puede aparecer incluso en una relación de familia, como de un padre a su hijo, o también, puede darse el caso de que un hermano tenga celas de su otro hermano, ya que piensa que este quiere robarse el cariño y el amor de sus padres. Este trastorno genera sentimientos de inseguridad, estrés, miedo en el paciente, por el temor a perder a aquella persona que ama y se siente en peligro constantemente a ser traicionado. No es algo que el paciente pueda controlar. Mira, esto no es algo que yo pueda tratar, pero te voy a mandar con un amigo mío que es psiquiatra. Él te va a ayudar con tu problema. No te preocupes, es una condición que se puede curar. Vas a salir adelante—lo animó. Dicho esto, comenzó a escribir algo en una hoja, como si fuera una receta y después se la dio al peli plata. Este la tomó. Le agradeció al hombre por su tiempo y después salió del consultorio. En ese mismo momento iría a visitar al psiquiatra. Necesitaba que lo ayudaran a salir de esa situación. Caminó hacia el sitio que había escrito en el papel. No estaba tan lejos, así que podría ir caminando. Llegó al sitio anhelado. Se sorprendió al ver el lugar. Era amplio y tenía muchos pisos. Parecía que la gente necesitaba mucho de ayuda psiquiátrica. Comenzó a acercarse y le pidió ayuda al vigilante. Este lo guio hacia el consultorio del doctor que estaba buscando. Este lo recibió y le dijo que entrara. El peli plata se sentó en una silla frente a su escritorio y dejó que este se desocupara.

Dolor y soledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora