Capítulo XXXV. Horror
Algunos días después de aquel incidente, salían en las noticias evidencias de un nuevo crimen. Hace tiempo que no se sabía nada acerca de ese asesino. El joven, de nombre ***, de *** años de edad. Fue hallado en un sitio abandonado. Tenía claros signos de tortura, su rostro fue quemado con un ácido muy fuerte y, por último, el motivo del asesinato fue el arsénico. Con este homicidio, serían ya cuatro asesinatos cometidos por la misma persona, o eso es lo que se creía. Pero ¿Cómo fue que ocurrió aquel crimen terrible?
FLASH BACK
Aquello pasó días antes, cuando el peli plata fue empujado por el "ex" del azabache. Este fue llevado de urgencia al hospital. El muchacho se quedó viendo todo muy de cerca. Después de que todo el alboroto se controló, él comenzó a alejarse de la escena. No contaba con que alguien lo estaba observando muy discretamente. Fue hasta que iba a cruzar uno de los pasillos, que se lo topó directamente. Chocó con él y esto lo hizo enojar. ¿acaso no tenía ojos para ver por dónde iba?
—¿Qué te pasa, imbécil? Mira por dónde caminas—le reclamó. No se percató de que este era un tanto más alto que él. Se puso nervioso al notar la diferencia de estaturas.
—oh, lo siento. No te vi. Con eso de que pareces una cucaracha. No fue mi intención hacerte daño—respondió con voz burlona.
—¿a quién le llamas cucaracha? Eres un infeliz—la sonrisa que llevaba el más alto en el rostro se desvaneció de golpe y dejó ver una mirada completamente aterradora. ¿Qué le sucedía a ese sujeto?
—quiero que me acompañes a un lugar. Te aseguro que tú y yo nos divertiremos juntos—dicho esto, el castaño sacó una navaja, la cual colocó en el costado del otro joven. Este se encontraba ya muy asustado. ¿esa era un arma de verdad? ¿lo mataría? —. Camina. No hagas nada estúpido, porque si lo haces, te clavaré esta navaja en donde más te duela. ¿te quedó claro? —el otro sólo asintió. Estaba muy nervioso. Los dos salieron de la universidad sin levantar ninguna sospecha, después de salir, el castaño llevó al otro hacia un callejón, el cual casi siempre estaba solo. Ahí, lo golpeó y lo despojó de sus pertenencias: teléfono, cartera, llaves, todo lo que pudiera usar para pedir ayuda. Más tarde, apareció un miembro de la mafia, este lo cargó como si fuera un costal de papas, ya que estaba inconsciente, y lo metió a un auto.
—¿Dónde está mi pago? —preguntó el castaño antes de que el otro se fuera. Este sabía a lo que se refería. Sacó de uno de sus bolsillos una bolsita con un polvo blanco y se lo entregó. Después de eso, desapareció entre las calles.
—esto no es divertido. No es emocionante el solo capturarlos. Yo también quiero estar ahí para torturarlos. Para eso me uní a la mafia. Me uní para que me dejaran matar a gusto, y ahora parece que sólo soy el mandadero. Joder, esto me aburre. Bueno, pronto se sabrá que hubo otro crimen, y pensarán que fui yo. Bueno, es emocionante el saber que más gente conocerá mi obra. Por el momento, me conformo con esto que me han dado—miró el polvo blanco. Su cuerpo necesitaba más de esa droga. No podía vivir más sin ella. Se dirigió a uno de los edificios que pertenecían a su jefe.
***
Horas más tarde, aquel chico que fue secuestrado por la mafia recuperaba la consciencia, luego de que fuera golpeado brutalmente. Estaba atado a una silla de manos y pies y su boca se encontraba amordazada. No podía moverse de ninguna forma. ¿Por qué estaba ahí? No entendía nada de nada. Todo a su alrededor era horrible. Parecía que ese lugar era un cuarto de tortura. Había instrumentos muy macabros cerca, las paredes estaban manchadas de sangre y parecía que en suelo había restos humanos. Le dieron ganas de vomitar al oler ese horrible olor. Estaba todo oscuro y le era imposible ver si había alguien cerca. Trataba de escapar, pero era imposible. Sus extremidades estaban bien atadas a la silla. No se escaparía tan fácilmente. Comenzaba a darse por vencido, pensaba que jamás podría salir de ahí, hasta que escuchó pasos que se acercaban hacia donde estaba. Su corazón casi se detiene al ver a la persona que tenía frente a él. Este hombre se quedó de pie en frente de él y lo miró con odio primero, y después se burló. Estaba muerto. Ese sería su fin.
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Dolor y soledad
Horror¿Alguna vez te has puesto a pensar en lo que se siente que nadie te haga caso, que nadie te mire, que a nadie le importes? La vida de un chico de 15 años ha sido dura e infernal. Su madre no lo toma en cuenta y su padre los abandonó. ¿Qué puede espe...