El Perjurio De Un Seminarista

Capítulo 7

~La amo~
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Quise rendirme de rodillas ante la pequeña que corría hacia a mi hermano.

Esa niña era idéntica a mi madre y si bien, tenía un gran parecido a Itachi por su parentesco con nuestra madre, la pequeña que corría hacia los brazos de mi hermano era prácticamente una copia perfecta de mi madre y su belleza era como una clara obra de arte pintada al óleo por grandes profesionales.

—¡Papi!— La pequeña pelinegra llegó hasta su padre para depositar un beso en su mejilla —Tengo hambre, papi. ¿Qué hiciste para el desayuno?

—Ahora fue mamá quien preparó el desayuno y ya casi está listo. De hecho, me envió por ustedes, pero antes de eso...— Itachi me señaló con la mirada y la pequeña se dio cuenta de mi presencia. Creí que podría cohibirse al verme, pero me sorprendió cuando formó una tierna sonrisa —Mikoto, quiero que conozcas a tu tío Sasuke. Él es mi hermano.

Mis ojos se abrieron enormemente al escuchar su nombre —¿La llamaste Mikoto?

—En realidad, fue Izumi quien lo sugirió y yo acepté encantado— Itachi miró a su hija con una mirada realmente hermosa —Es idéntica a ella y le va perfecto.

—Es cierto— Fue lo único que pude responder ante tanta verdad y de inmediato me acerqué a la pequeña en brazos de su padre —Hola, Mikoto— La niñita me sonrió hermosamente —Me da gusto conocerte.

—A mí también me da gusto conocerte— Un rubor precioso se colocó en sus mejillas— ¿Por qué usas vestido? ¿No son para niñas?— Preguntó inocentemente y mi hermano quiso reír.

—No es un vestido, pequeña. Es una sotana y es lo que usamos los diáconos durante nuestra estadía en el seminario— Su boquita formó una gran "o" por haber aprendido algo nuevo, mientras yo me encargaba de recriminar a su padre con la mirada —Tu papá debió de habértelo dicho alguna vez.

La sonrisa en mi hermano desapareció, aunque no por completo —Sotana... Suena bonito— Sonrió Mikoto con inocencia - ¿Puedo llamarte tío Sasuke?

—Por supuesto que sí— Sonreí enormemente y di un tierno apretón en su mejilla rosada —¿Y yo puedo llamarte Miko?

—¡Sí, así me llama mi papá!–—Lo sabía perfectamente, así le decían cariñosamente a mi madre de pequeña —¿Quieres conocer a mi hermanito, tío Sasuke?— Asentí y la niña bajó de brazos de su padre para salir corriendo en busca de su hermano —¡Ahora vuelvo!

Ambos la miramos alejarse para buscar al pequeño que falataba —Creo que al ver lo increíble que es tu familia, no sientes arrepentimiento de haber huido de Bibury.

—En absoluto— Respondió de inmediato —De lo único que me arrepiento es de haber dejado a mi madre— Dejó salir sus palabras con un deje de tristeza y abrió la pauta para dejarla a mi merced —Pero Dios me recompensó y me dio una hija igual a ella. Eso me hace creer que no actué del todo incorrecto.

—Si la buscaras, estoy seguro de que te recibiría con los brazos abiertos.

—Pero mi padre no— Objetó rápidamente —Ambos sabemos que mi padre controla a mi madre, usa sus chantajes religiosos con ella y no será fácil verla y que le mantenga oculto a mi padre mi paradero. Iré pronto a verla, pero lo haré sin mi familia, no quiero arriesgarlos.

Vi como su quijada se tensó y entendí su posición. Lidiar con alguien tan cerrado como mi padre no era cosa fácil y por supuesto que Itachi pensaba primero en su familia, pero también quería alivianar la carga tan pesada que llevaba mi madre durante seis años.