Strawberry Milk. ❤Jikook❤

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Jungkook estaba sentado en su escritorio, de vez en cuando echaba leves vistazos a través de la ventana, soltando suspiros, aquel día debería haber salido con Jimin, tenían una cita, iban a ir a un arcade, pero ahí se encontraba, en su habitación fingiendo que estaba estudiando cuando en realidad estaba esperando a que sus padres se fueran a dormir para hacer videollamada con Jimin.

Se puso rígido cuando la puerta de su habitación se abrió, volviendo la vista hacia su cuaderno, fingiendo leer.

—Jungkook...

El castaño no respondió a su padre, centrando su vista en las letras que se encontraban en su cuaderno, apretando sus labios en una fina línea.

El estaba enfadado, así que no hablaría mucho con su padre hasta que le quitara el castigo, quería hacerle notar su enfado.

—Jungkook.—su padre volvió a llamarlo—.¿Que estás haciendo?.

—Tarea...—Jungkook murmuró, su voz desganada.

Su padre suspiró, caminó hacia el y se detuvo a su lado, acariciando su castaño cabello.

—A mí tampoco me gusta que estés castigado.—habló con voz suave—.Y tampoco me gusta verte así de triste.

—Pues lo estoy.—Jungkook se giró hacia su padre, mirándolo con el ceño fruncido y un puchero pronunciado en sus labios—.No es justo.

—Lo que no es justo es que nos preocupes de esa manera, que decidas salir sin avisarnos y sin decirnos a donde vas.—le miró serio—.Pudiendo pasarte cualquier cosa mala.

—Solo...solo salí a dar una vuelta, y ni siquiera tardé.—se defendió.

—No importa a donde hayas ido, Jungkook.—su padre negó con la cabeza—.Sabes que siempre que salgas debes avisarnos y decirnos donde vas.

—No volveré a hacerlo.—Jungkook miró con súplica a su padre—.¿Puedes quitarme el castigo?.

Los labios de su padre se apretaron en una fina línea, suspirando, y finalmente alejándose de su hijo, sin darle una respuesta.

—Cuando termines de estudiar apaga la luz y duérmete, ¿Si?.—solo dijo, saliendo de su habitación.

Jungkook suspiró, inconscientemente formando un puchero con sus labios, pero decidió que no debía pensar mucho en ello, cerró los cuadernos y los ordenó sobre el escritorio, levantándose y metiéndose al baño para darse una rápida y agradable ducha, sintiéndose menos pesado y mas relajado una vez salió del baño enredado en dos toallas, buscando su pijama mientras secaba de forma rápida y desordenada su cabello aún mojado.

Se cambió de forma rápida, colocándose un simple pantalón gris y una camiseta gris de manga corta con algunos dibujos blancos en el centro, tirándose sobre la cama y agarrando su teléfono, importándole poco que su cabello aún siguiera algo mojado.

—Uhm, ¿Jimin estará listo?.—miró la hora en la parte superior de su móvil, Jimin le había dicho que a las diez le llamaría.

Faltaban diez minutos para las diez, ¿Estaba bien si él lo llamaba?.

Mordiendo su labio inferior apretó el botón de videollamada en el contacto de Jimin, esperando con nervios a que el mayor contestara, lo cual sucedió solo pocos segundos después, mostrándose en la pantalla el rostro de Jimin muy cerca.

—Jungkookie...

—¡Hyung!.—susurró, pero con emoción—.Pensé que no contestarías mi llamada.

—¿Por qué, fresa?.—Jimin alzó una ceja, su rostro alejándose un poco.

—Es que...todavía no son las diez.—le sonrió con timidez—.Pensé que aún estarías ocupado.