Jungkook se miraba en el espejo, girando su rostro de un lado a otro, mirando fijamente su cabello, específicamente su flequillo, el cual se encontraba con ligeros mechones rosas. Temía que su madre lo descubriera, aunque Jin se había asegurado de hacerlo tan claro que no parecía notarse a no ser que prestaras demasiada atención a ello, y su madre nunca le prestaba atención a él, por una vez en su vida eso resultaba bueno.
Jin le había asegurado que no se notaba demasiado, que no era nada exagerado, y él le creía.
Saliendo de su habitación, bajó las escaleras de forma apresurada, mirando por la ventana si estaba lloviendo afuera, los últimos días habían caído fuertes lloviznas. Sonrió cuando se dio cuenta de que no había rastros de nubarrones que amenazaran con terminar el magnífico día soleado.
—¡Mamá!.—Jungkook gritó desde la entrada—.¡Voy a salir!.
Sin esperar una respuesta que estaba seguro de que no llegaría, y si esta llegaba sería un regaño por haber elevado la voz, salió corriendo sin prestar atención a nada más.
Cuando estuvo en frente de la tienda de batidos rebuscó en sus bolsillos para asegurarse de que llevaba consigo dinero para poder comprarse uno de los deliciosos batidos que tanto amaba. Una vez que se aseguró de tener el dinero no sacó la mano de su bolsillo, caminando de esa forma hasta entrar en el local.
Cuando la campanita hizo el suave sonido del tintineo Jungkook se rió graciosamente caminando hasta el mostrador, donde se encontraba una linda mujer, la madre de Jimin.
—Hola.—Jungkook saludó animadamente.
—Hola, cariño.—la mujer le sonrió, reconociendo al tierno chico—.¿Que deseas?.
—Un batido de leche de fresa.—mientras hablaba sacó el dinero de su bolsillo y lo dejó sobre la superficie del mostrador.
La mujer le sonrió asintiendo, caminando hacia atrás para coger el batido pedido y entregándoselo sobre el mostrador. Era gracioso, ya que de ser un poco más alto el mostrador, taparía por completo a Jungkook, estaba el hecho de que el mostrador estaba hecho alto y la baja estatura de Jungkook.
—Muchas gracias.—le sonrió abiertamente.
—A ti cariño.—la mujer le devolvió la sonrisa—.Vuelve pronto.
Jungkook asintió mientras se despedía con un movimiento de mano y salía del local, él quería aprovechar el maravilloso día y poder caminar un poco, que le diera el aire, debido al mal temporal de los últimos días él no había podido salir. Jin seguía sin poder ir a por él, ya que estaba muy ocupado con los trabajos que debía realizar para la universidad, ese Hyung estaba muy estresado.
Jungkook había decidido no molestar a Jin y dejarle estudiar y preparar sus trabajos tranquilamente, él podía entretenerse por sí mismo aunque no tuviera amigos. Él podía pasear y pasar por las tiendas, o incluso ir al cine a ver alguna película. Pero él prefirió pasear, aprovechar los rayos del sol de aquel día.
Antes de darse cuenta, el batido de leche de fresa en sus manos ya se había terminado, y Jungkook miró a su alrededor, buscando una papelera en la que poder tirar el vaso de plástico, no había ninguna a la vista, quizás si seguía más adelante encontraría alguna, pero el nunca había ido por aquellas calles el solo, y temía perderse, no, definitivamente no se arriesgaría.
Girando sobre sí mismo, volvió por sus pasos, retomando el camino al local de batidos y de ahí cogiendo otra dirección para llegar al cercano parque que acostumbraba a visitar con Seokjin. Antes de llegar a la entrada del parque tres cuerpos que le daban la espalda le llamaron demasiado la atención, haciéndole erizar los pelos de la nuca, tragando duro la saliva.
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Strawberry Milk. ❤Jikook❤
Hayran KurguJungkook amaba la leche de fresa, él era leche de fresa. Ellos odiaban la leche de fresa, la repudiaban, pero no podían odiar a Jungkook. •20/08/2020 - #811 EN FANFIC •24/08/2020 - #896 EN FANFIC •07/09/2020 - #751 EN FANFIC •15/09/2020 - #943 E...