Taehyun y Hueningkai vienen a pasar la noche. Hemos estado jugando juegos de computadora en la sala de juegos toda la noche y son casi las dos de la madrugada. Los chicos se acomodan en sus bolsas de dormir color carbón y prenden el televisor.
—Siempre hay algo en la tele a esta hora de la noche —indica Taehyun, cambiando entre los canales— Hueningkai, apaga las luces.
La habitación se sume en la oscuridad y la pantalla del televisor se convierte en el punto focal. Estoy sentado en el sofá más allá de los dos chicos, agarrando el brazo. Suaves gruñidos y gemidos llenan la habitación y llenan mis oídos. Taehyun y Hueningkai se ríen y meten las manos en sus bolsas.
Taehyun me mira, inexpresivo.
—En la escala Mohs de dureza, estoy como en un diez.
Sus bolsas de dormir empiezan a estirarse en el medio...
—¡Tengo que orinar! —Me levanto del sillón y me apresuro a salir— ¡Mierda!
—¿No te la estás pasando bien?
Salto. Yeonjun está saliendo del baño. Como yo, no lleva más que sus bóxers y una camiseta de dormir.
Me encojo de hombros.
—Están viendo porno.
—Oh —exclama Yeonjun, como si fuera la cosa más natural del mundo —¿Y?
—Bueno... no sé.
—¿No quieres hacerlo? Está bien.
—No, sí quiero. Pero ellos... han hecho esto antes. Frente al otro, me refiero.
Yeonjun sonríe.
—¿Estás nervioso?
Eso y que el porno que están viendo no es exactamente lo que hubiera elegido.
Yeonjun se muerde el labio y se acerca.
—¿Tal vez necesitas encontrar alguien con quien te sientas más cómodo?
Trago y miro entre nosotros, cerca pero sin tocarnos. Con una mano temblorosa, toco el pecho de Yeonjun, luego agarro un puñado de su camiseta y lo arrastro más cerca. El da un paso y su cuerpo se presiona contra el mío; cálido, sólido, oliendo a jabón y cítricos. Trago.
—¿Te estás ofreciendo?
Yeonjun se ríe suavemente, el soplido pegando en mi mejilla y rozando hasta mi oído. No se aleja inmediatamente.
—¿Qué si lo estoy?
¿Eso significa que tú también eres gay? ¿O solo estás caliente?
Camina de regreso a su habitación, dejando la puerta abierta. Es una invitación. Burbujea debajo de la piel e incluso me acerco hasta el umbral de su habitación. Está sosteniendo la puerta, mirándome.
—¿Solo una paja?
—¿Qué más podría ser?
Su habitación está oscura, pero luz lechosa se filtra por las rendijas de sus cortinas. Yeonjun hace su desordenada colcha hacia atrás y palmea el espacio libre.
Es excitantemente incómodo. Aunque estoy duro y ver a Yeonjun tocarse a través de sus bóxers me está endureciendo más. A través del muro, gemidos y gruñidos apagados emanan del televisor.
Yeonjun saca un pequeño tubo naranja de su buró. Un leve olor a vainilla se mezcla en el aire.
—¿Qué es eso?
—Esto, mi amigo, es el mejor lubricante del mundo.
Se ríe y cuidadosamente se baja los bóxers, lo suficiente para exponer su larga dureza. Lo he visto antes cuando ha tirado su toalla de camino a la ducha, pero nunca cuando está duro.
No es tan largo como yo.
Se agarra a sí mismo y bombea algunas veces. Meto mi mano en mis bóxers y agarro mi pene. Cuando levanto la mirada, me está mirando con calor y hambre en sus ojos. Está tan caliente como lo estaban Taehyun y Hueningkai. Está tan caliente como yo.
Recogiendo un poco del lubricante, se inclina sobre mí y susurra:
—No tienes nada que esconder, Beomgyu. Ten confianza.
—¿Mi mano en mis bóxers no es suficiente confianza para ti?
—Solo digo. Está bien ser tú mismo aquí. Soy tu amigo. Puedes confiar en mí. Y yo confío en ti.
Cae de nuevo en la cama y echa el lubricante en su pene, bombeando lentamente. Fija la mirada en el techo pero quiero su mirada en mí. Me levanto, bajo mis shorts y sumerjo mis dedos en el frío lubricante. Froto un poco sobre mi longitud, jadeando, y luego me acomodo en la cama junto a él. Nuestros hombros se tocan, sus músculos tiemblan al trabajar su brazo.
Me masturbo un par de veces y me acomodo al mismo ritmo que Yeonjun, parando cada tercer bombeo para acariciar la cabeza. Ruedo mis ojos hacia él. ¡Mírame!
—¿Yeonjun?
—¿Si? —susurra.
—¿Cambiamos? —Dejo mi polla y agarro la suya. Está dura como una roca, pero su piel es suave. Gime. Luego pone su mano caliente alrededor de mi erección con firmeza —Esto sí esconfiar en mí mismo, ¿no?
Gimo cuando me pasa el pulgar por el glande.
Esto se siente demasiado bien para estar pasando de verdad. Lo bombeo más rápido. El lubricante está resbaladizo y... no puedo evitarlo.
No voy a durar mucho.
¡Mírame!
Se pone rígido, el cuerpo tenso. Me agarra más fuerte. También me tenso y nos venimos con guturales gemidos y susurros incomprensibles.
Yeonjun deja su mano en mi entrepierna por un momento más, aún mirando hacia el techo, pero con una sonrisa contenta partiendo sus labios. Nos soltamos y nos sostenemos en los codos. Nuestro abdomen está cubierto de semen que huele a vainilla. Nunca pensaré lo mismo sobre la vainilla.
Me río de este pensamiento, y ahí es cuando noto cuán callado está Yeonjun. La sonrisa satisfecha se ha ido y su expresión es impasible. Se sienta, descansa sus codos sobre sus rodillas y se muerde el labio inferior.
—¿Lamentando la paja mutua?
—No —replica, simple —No realmente.
Suspira y agarra un paño tibio para nosotros. Cuando estamos bien metidos en nuestros bóxers, me mira y se encoge de hombros.
—¿Vas a volver ahí para otra ronda con los chicos?
No estoy esperando esta pregunta, y se siente mal. ¿Pero por qué debería?
Porque fue más que solo una paja para mí.
—Ya fue suficiente confianza por una noche.
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𝕽𝖔𝖈𝖐 𖤐「 𝖄𝖊𝖔𝖓𝖌𝖞𝖚」
FanfictionCuando los padres de Beomgyu se divorcian, él se encuentra en un trato semanal (una semana con su mamá y una semana con su papá). Solo que no es solo su papá con quien tiene que vivir. También está Jinsol: la otra mujer, la que robo la sólida roca q...