—Así que así es como luce tu habitación —comenta Yeonjun, indicando la cama individual, el escritorio atestado de libros y las treinta cajas de herramientas apiladas contra la pared. Uso las cajas de herramientas para separar mis rocas y mantener todo en orden. Cada una está etiquetada de acuerdo al mes y año que representan, desde el momento en que tomé mi primera piedra caliza. Yeonjun se detiene en el medio de la habitación, me pregunto si me está imaginando mientras estudio o juego en la computadora en mi escritorio, mientras trato y fallo miserablemente al hacer abdominales en la alfombra redonda, mientras salgo mojado del baño con nada más que una toalla alrededor de la cintura, mientras me masturbo pensando en él bajo mi cobertor. ¡Sí, claro, ya quisieras!
Enciendo la música para llenar el silencio, pero con el volumen bajo para poder conversar.
Los resortes del colchón rechinan cuando Yeonjun se sienta. Su reflejo me mira desde la fotografía que tengo de mamá, papá, Minjeong y yo en el escritorio.
—Tengo algo que confesar —empieza Yeonjun, y lo miro perplejo, levantándome de mi silla, la cual da un giro completo tras de mí y se golpea contra el escritorio.
—¿Una confesión?
Yeonjun se muerde el labio inferior y se levanta de la cama. Camina por la habitación, tocando el vestidor y estudiando las rocas que tengo exhibidas allí. Me mira a través del espejo cuadrado encima del vestidor.
—No estaba dormido cuando saliste de la tienda esa noche.
Hago una pausa.
—¿A qué te refieres?
—Me refiero —explica, girándose y recostándose contra el vestidor —, a que cerré los ojos cuando sacaste tu saco de dormir. Después de unos minutos me escabullí fuera… bueno, los escuché a Minjeong y a ti hablando.
—¿Me estabas espiando?
Él cruza los brazos y se ve avergonzado.
—Me dio curiosidad saber en qué andabas.
—¿Curiosidad? —No tenía ideas propias y me incliné a creer lo que me decía.
—Me preguntaba qué estabas haciendo. Pensé que podría asustarte, lanzarme sobre ti o algo.
—¿lanzarte sobre mí?
Yeonjun hace una mueca de dolor y ríe por lo bajo.
—Era de esperar que te centraras en mi desafortunada elección de palabras
No sé lo que quiero decir, pero comienzo a hablar:
—¿Así que no te hubieras lanzado?
Separándose de la cómoda, viene hacia mí, pavoneándose. Se encoge de hombros y dice:
—Si quieres que me lance, puedo hacerlo, ¿eh? Tanto como quieras. Es más, vamos a empezar ahora mismo.
Yeonjun me toca el pecho y me empuja contra el colchón. Apenas proceso lo que está sucediendo antes de que se lance sobre mí, clavándome al colchón. Su roca volcánica se resbala fuera de la camisa y roza mi cuello.
—Así que eres gay —murmura, esta vez estoy consciente de lo que dice. Detecto una ira oculta—¿Por qué no me lo dijiste?
Porque eres tú. Me siento atraído por ti. Eres el que hace que mi corazón lata furiosamente.
Cuando no respondo, se quita de encima de mí. Inmediatamente extraño su peso. Extraño su mirada fija pidiéndome respuestas.
—Como puedes ver, estoy bien con ello. ¿Crees que no lo estaría?
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𝕽𝖔𝖈𝖐 𖤐「 𝖄𝖊𝖔𝖓𝖌𝖞𝖚」
FanfictionCuando los padres de Beomgyu se divorcian, él se encuentra en un trato semanal (una semana con su mamá y una semana con su papá). Solo que no es solo su papá con quien tiene que vivir. También está Jinsol: la otra mujer, la que robo la sólida roca q...