Moscovita

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El cumpleaños veintidós de Yeonjun.

Mi hermana, Jinsol y papá están alrededor del portátil hablando con él por Skype como hacemos cada año. Me escabullo luego de un Feliz cumpleaños, Yeonjun. Él frunce el ceño, pero se despide.

Jinsolo y papá hablan con él por unos minutos más, preguntándole cómo le va. Sé esto porque estoy parado fuera del estudio, en las sombras.

Una parte de mí no quiere quedarse aquí, forzando una conversación falsa; otra parte no quiere nada más que oír su voz, por siempre, repitiéndolo, aunque no diga nada más que una lista de compras.

—Tenemos noticias —exclama papá. Contengo el aliento, porque sé lo que le va a decir. Yo mismo lo he ayudado a elegir el anillo de diamantes y las alianzas de oro—. Queríamos esperar y decírtelo en persona, pero...

—No podemos esperar — lo corta Jinsol, que le hace un gesto a mi padre para que la suelte de una vez. Él ríe, le da un beso y dice—: Tu madre y yo nos vamos a casar.

—Oh, Dios mío, ¡felicidades! —El tono de Yeonjun es entusiasta—. Ya era hora, supongo.

Jinsol comenta:

—También decidimos una fecha.

Minjeong agrega:

—Es mejor que vengas, hermano. No nos ignores como siempre parece que haces.

—¡Por supuesto que iré a la boda! Nunca los he ignorado —afirma Yeonjun. Tanto papá como Jinsol se tranquilizan por eso.

Jinsol habla primero.

—Bueno, eso da igual. Me encantaría que fueras tú quien me llevara al altar.

—Sí. ¿Cuándo es?

Minjeong se ríe.

—Tienes tres oportunidades.

Yeonjun lo descubre en un segundo.

—¿El cumpleaños de papá? ¿Me estás tomando el pelo?

Papá y Minjeong dan una risa ahogada.

—Papá quiere todo en su día. Espera hasta escuchar el tema que tiene.

—¿Mamá? ¿Estás de acuerdo con esto? ¿Una boda de Halloween de cumpleaños con un código de vestimenta aterradoramente elegante?

Jinsol ríe.

—Suena divertido para mí.

El timbre suena. Los huéspedes de Jinsol y papá vinieron para compartir la gran noticia. Jinsol le envía un beso a Yeonjun y se excusa. Papá dice que van a llamar pronto de nuevo.

Ellos se besan mientras dejan la habitación y no notan que estoy agachado bajo el umbral. Descanso mi cabeza contra la pared y cierro mis ojos por todo este romance. Estoy feliz por ellos, pero todavía estoy mal por la semana pasada.

—Así que... ahora me llamas hermano, ¿eh? —comenta Yeonjun.

—Sip. Se veía venir desde hacía tiempo.

—Supongo. —Un momento de silencio, y luego—: Beomgyu no dijo mucho. Es decir, supongo que es normal. Pero él por lo general se queda y escucha.

Cierro mis ojos. Minjeong tararea.

—Solo ignora a Beomgyu, Yeonjun. Está abatido porque rompió con su novio.

Silencio. Una grieta en la línea.

—¿Lo hizo?

Minjeong suspira en mi nombre.

—Sí.

Mi corazón late fuerte en mi pecho, tres o cuatros veces antes de que él responda.

—Oh. —Deseo esperar el borde de satisfacción, una pisca de alivio que le da escuchar esto. Pero su tono es meramente genuino—. Espero que esté bien.

Minjeong da una risa ligera.

—Sí. Igual ya estamos acostumbrados a eso.

Contengo la respiración y rezo para que Minjeong lo deje ahí.

—¿Acostumbrados a eso? —pregunta Yeonjun.

—Sí. Fue mucho peor cuando te fuiste.

𝕽𝖔𝖈𝖐 𖤐「 𝖄𝖊𝖔𝖓𝖌𝖞𝖚」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora