Mi tesis encuadernada de maestría me mira desde el asiento de copiloto de mi coche, la cubierta de plástico guiñándome un ojo en el atardecer de otoño.
«Me la leeré», me dijo un día papá, «siempre y cuando me la dediques a mí».
Me quito el cinturón y abro la puerta. El viento agita las hojas del cuaderno y lo deja abierto por el título. Me lo pongo en el regazo y paso de página. No se lo he dedicado a mi papá, pero creo que esta dedicatoria le gustará aún más.
Mi tesis no es una roca. No durará para siempre, protegiendo su nombre y recuerdo, pero es una de las piedras sobre las que se está asentando mi vida y quiero que ella sepa que... Quiero que sepa...
Aprieto el cuaderno contra el pecho y salgo del coche.
Las risas que oigo en la distancia me sorprenden y las sigo a través del foso, hasta el jardín trasero.
Papá tiene un balón de fútbol dirigido hacia Taehyun, quien levanta sus manos para protegerse la cara.
—¡No le he hecho nada a su hija! —grita—. Juro que todavía es virgen. Puede dejar de tratar de matarme con el objeto redondo y acolchado. No merezco ser tratado de esta manera.
Papá se ríe.
—Abre los ojos, tonto. Te la estoy pasando, no atacándote con ella.
Taehyun aparta de mala gana las manos de su cara y mira a mi papá con desconfianza. Me quedo en las sombras, a un lado de la casa.
Ha sido un largotiempo desde que mi papá se ha reído. Lo extraño. Extraño la forma en que tirala cabeza ligeramente hacia atrás y aplasta la nariz, las líneas se profundizanen torno a sus ojos. Está usando pantalones de entrenamiento y una camisa de manga larga. A diferencia de Taehyun, la camisa de papá es apta para todos los públicos.
Papá finalmente patea el balón. Taehyun en lugar de devolvérselo, se aparta de su trayectoria y lo deja rodar hasta la pared exterior de la casa.
—Yo la busco —anuncia Taehyun y trota a recogerlo.
—Es una causa perdida, papá. —Sigo la voz de Minjeong al otro lado del césped, donde está rociando el jardín.
—Oí eso —grita Taehyun, posicionando el balón en sus pies y dando unos pasos hacia atrás—. Muy bien, Seungcheol, aquí tienes una muestra de tu propia medicina.
Pone energía en su patada y balancea sus brazos como un profesional, excepto que su pie toma el balón en el ángulo equivocado.
El balón golpea a mi hermana en la parte posterior de la cabeza.
Un jadeo horrorizado. Taehyun corre hacia Minjeong, quien ha dejado caer su manguera y lo fulmina con la mirada.
—Está bien, mátame ahora con el objeto redondo y acolchonado —ruega Taehyun.
Papá cae en la hierba. Su risa sale de él con tanta fuerza que está sosteniendo sus costillas.
—¿Estás bien? — logra preguntar entre carcajada y carcajada.
Minjeong está bien, solo un poco molesta y confundida. No sabe a cuál de los dos idiotas fulminar con la mirada. Pero, al final, deja las miradas asesinas y termina riéndose con ellos.
Taehyun le da un abrazo fuerte y le acaricia la espalda, llevando los dedos hasta su nuca.
—Lo siento —le dice,dándole un beso—. Para mí el fútbol es un deporte para disfrutar comoespectador.
Mi hermana dirige la vista hacia mi padre que, tras el ataque de risa, se ha quedado ahí, tirado en el césped. Frunce el ceño al mirarlo y se muerde el labio.
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𝕽𝖔𝖈𝖐 𖤐「 𝖄𝖊𝖔𝖓𝖌𝖞𝖚」
FanfictionCuando los padres de Beomgyu se divorcian, él se encuentra en un trato semanal (una semana con su mamá y una semana con su papá). Solo que no es solo su papá con quien tiene que vivir. También está Jinsol: la otra mujer, la que robo la sólida roca q...