Mi padre y Jinsol dan el "sí quiero" e intercambian alianzas. La boda es exactamente lo que querían: aterradoramente preciosa.
Para la celebración se han colocado ocho mesas redondas para doce comensales cada una.
Doy un trago a mi cóctel de cerveza de jengibre, pepino y ginebra mientras me empapo de los colores que nos rodean; parece un mar de pinturas fundidas. Las mujeres llevan faldas largas y corsés y los hombres trajes con chaleco. Es como un baile salido del cuento de Cenicienta, pero con un toque de lo más grotesco: sangre, ropa rasgada, uñas largas y monstruosas, lentillas rojas y cicatrices falsas.
Jinsol y papá estaban sentados a la cabecera de nuestra mesa, un arco enmarcándolos por detrás. La telaraña que cubre el arco está hecha con cientos de cristales de imitación de berilio que brillan bajo las luces detrás de ellos.
Los dos van de blanco; papá, un traje con una rosa plateada seca colgando de su bolsillo; Jinsol, un vestido con las mismas rosas plateadas cosidas. Se alimentan entre sí con pesto de oliva relleno con pimientos y se dejan besos en sus dedos.
Una mano aterriza en mi hombro, sacándome de mis observaciones.
-¿Qué te tiene tan en las nubes, minino? -pregunta Taehyun, cambiando su silla para que esté más cerca. Está vestido con un traje blanco con botones, una corbata en moño y un sombrero de hongo. Lleva una cruz de madera colgada al hombro. De ella salen unos hilos que antes sostenía en alto sobre la cabeza de Minjeong: títere y titiritero.
Mueve una mano en frente de mi rostro.
—Llamando a Beomgyu.
Lo aparto con una sonrisa.
—Todo es demasiado, pero estoy muy feliz por ellos.
Taehyun mira a papá y a Jinsol mientras le da un trago a su cóctel.
—Tienes una familia genial, Beomgyu.
Se concentra en mí y sonríe, pero es una sonrisa apenada, una que no estoy acostumbrada a ver en él.
—Espero que algún día pueda ser parte de ella.
Me siento más derecho, mi pie golpeando la pata de la mesa.
—¿Tú y Minjeong?
No digo el resto, pero se muerde el labio y asiente.
—Nunca pensé que podía tener tanta suerte. Ella es especial.
—Sí, lo es.
—¿Estarías de acuerdo si yo...?
—¿Se lo vas a pedir?
—Pronto.
Tiro de él en un abrazo.
—Si dañas a mi hermana, haré tú vida miserable.
—Bueno. Si hiciera eso, lo merecería.
Minjeong viene y le susurra algo a Taehyun. Asiente y ella se va.
—¿Qué fue eso?
—Tiene una pequeña cosa que hacer.
Los camareros sirven risotto con parmesano y limón, hongos y almejas fritas y puré de coliflor asado.
La silla de Yeonjun está inquietantemente vacía. Su vuelo llegó hace algunos días, pero además de algunos saludos secos y conversaciones incómodas, nos hemos evitado mutuamente.
Es como si ambos quisiéramos decirnos algo, pero no supiéramos cómo, escondiéndonos en el baño, en la cocina e, incluso, en el garaje al ver que el otro se acercaba. Pero lo he visto lo suficiente para saber que sigue igual. Con alguna arruguita alrededor de los ojos, de esas que te salen de tanto reír; risas de las que yo no he formado parte.
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𝕽𝖔𝖈𝖐 𖤐「 𝖄𝖊𝖔𝖓𝖌𝖞𝖚」
FanfictionCuando los padres de Beomgyu se divorcian, él se encuentra en un trato semanal (una semana con su mamá y una semana con su papá). Solo que no es solo su papá con quien tiene que vivir. También está Jinsol: la otra mujer, la que robo la sólida roca q...