—¿Podría ser? —Mi mente se niega a juntar lo que está diciendo—. Somos hermanastros —aclaro—. No estamos emparentados. ¡Ni siquiera somos hermanastros! Solo somos unos chicos que se conocieron jóvenes y pasaban tiempo juntos cada dos semanas.
Yeonjun se desliza sobre mí.
—Quiero convencerme a mí mismo. —Me quedo mirando sobre él. Yeonjun dice—: Hice una prueba de ADN de mí y papá en secreto.Mi aliento silba bruscamente. Me estremezco.
—Pero no lo has abierto. No sabes a ciencia cierta si somos o no… —Mi estómago se retuerce—, hermanos.
Yeonjun limpia las lágrimas en sus ojos.
Me apoyo en su escritorio, la esquina del sobre empujando en mi antebrazo.
—Por qué… cómo… qué…
Él sabe lo que estoy tratando de preguntar.
—¿Te acuerdas de aquella noche en que estaba tocando el piano y tú irrumpiste ahí, lleno de energía, y bailaste como si no tuvieras ninguna preocupación en el mundo? —Cuando se acercó y comenzó a hacerme cosquillas en el sofá. Inhalo fuertemente; ese no es un momento que pueda olvidar fácilmente.
—Lo recuerdo —admito—. Minjeong entró y te dijo que Jinsol estaba llorando.
—Bajé las escaleras —agrega Yeonjun, mirando el sobre—. Mamá y papá estaban peleando.
—Dijiste que no sabías por qué estaba molesta.
—Mentí. —Salta de su asiento y se pasea a lo largo de la cama—. Estaban discutiendo sobre casarse. Mamá quería; papá, no. Mamá trataba de convencerlo. Dijeron que estaban juntos desde después de que papá se separó de tu madre, antes de que él se enterara del embarazo.
Yeonjun se desploma en la cama, agarra las manos y sacude su pierna.
—Mamá dijo: “Ya entonces sabía que eras mi alma gemela. Y creí que tú también te sentías igual. Creí que nos casaríamos”. Y papá dijo: “¡Pensabas que yo era el indicado, pero muy rápido que rehiciste tu vida!"
Doblo mis brazos contra un escalofrió. Yeonjun continúa:
—Sabía lo que papá estaba insinuando, que mamá se embarazó rápidamente de mí. Papá la presionó de nuevo: “¿Cuál era su nombre? ¿Dohyun? ¿Jaeho?” Y mamá no dijo nada. Nada. —Yeonjun niega con la cabeza—. No sabía qué hacer, pero me hizo miserable. Me dijiste que hiciera algo al respecto, así que mandé a comprobar su cepillo de dientes.
—El día que me diste esa piedra melocotón con la ola blanca.
Recuerdo lanzando la piedra hacia mí en la sala, el cepillo de dientes en la otra mano. Cierro mis ojos.
El aire se mueve, y la sombra de Yeonjun cae sobre mí.
—¿Por qué no lo abres? —pregunto. Cuento su respiración. Uno, dos, tres—. ¿No quieres saber si también es tu verdadero padre?
Una respiración. Dos.
—No tanto como me gustaría que no lo fuera.
Abro los ojos. Yeonjun tiene la mirada fija en nuestros pies, pero está muy cerca de mí, comodividido entre dos emociones.
Como siempre lo ha estado. Ahora lo entiendo.
Entiendo ese "es complicado"
Hermanos.
Tengo ganas de vomitar.
—Ábrelo.
Yeonjun levanta el sobre.
—No puedo.
—Lo haré yo.
Parece derrumbarse y creo que va a llorar, pero controla sus emociones y me pasa el sobre.
Paso el dedo por el filo. Está un poco levantado por una de las esquinas y se me clava en la piel… Eso es lo más cerca que ha estado Yeonjun de abrirlo. ¿Cuántas veces lo habrá mirado preguntándose qué habrá dentro? ¿Cuántas veces habrá intentado abrirlo y lo habrá metido de nuevo en la oscuridad del cajón?
¿Cuántas veces le habrá dado un vuelco el estómago justo como a mí ahora mismo? ¿Y si no hay coincidencia de ADN? Podríamos seguir explorando esto que sentimos y ser todo lo que queramos ser.
Podría sostenerlo en mis brazos y besarlo con pasión. Podría lanzarlo sobre la cama y hacerle el amor una y otra vez.
Pero ¿y si hubiera coincidencia? Dejo el sobre. Niego con la cabeza.
Yo tampoco puedo abrirlo. Es un riesgo demasiado grande. Prefiero estar en el purgatorio del amor que en el infierno de la pérdida.
Lo meto de nuevo en el cajón y lo cierro con fuerza.
—¿Estás enfadado? —pregunta Yeonjun tras dejar pasar unos minutos—. ¿Por lo que hemos hecho? Sé que no debería, pero… Es verdad. La canción. No sé en qué me convierte eso, pero es verdad. Me doy asco. Tendría que haberme contenido. No debería haber empezado nada. Joder, lo siento.
No, no lo sientas. Ha sido muy especial.
—Por lo que sabemos, no tenemos ningún parentesco —termino diciendo.
¿Y si sí estamos emparentados? ¿De verdad importaría?. Se me revuelve el estómago al oír esa voz en mi interior.
Sería repulsivo. Incesto propiamente dicho. Ya no podría autoconvencerme de que no hay nada malo en lo que siento por él porque no somos familia de sangre.
Inclino mi cabeza.
Pero ¿Realmente importa?
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𝕽𝖔𝖈𝖐 𖤐「 𝖄𝖊𝖔𝖓𝖌𝖞𝖚」
FanfictionCuando los padres de Beomgyu se divorcian, él se encuentra en un trato semanal (una semana con su mamá y una semana con su papá). Solo que no es solo su papá con quien tiene que vivir. También está Jinsol: la otra mujer, la que robo la sólida roca q...