Esmeralda

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Navidad, Joshua y yo hemos estado saliendo desde hace meses. Quiero sorprender a Minjeong con una hermosa silla mecedora kauri que encontré en un almacén en Petone. Me costó una fortuna, pero como Minjeong se mudaba a un apartamento sola y apenas había conseguido un trabajo como consejera escolar, tenía muchas ganas de regalarle algo especial.

Joshua me conduce y la silla, atada en la cajuela, al nuevo apartamento de mi hermana en la mañana de Navidad. Bosteza y sacude la cabeza.

—¿Por qué tan temprano?

—Porque ella me despertó a las seis en mi cumpleaños. Es hora de la revancha. —Joshua murmura algo acerca de cómo se las cobrará por haberlo levantado tan temprano, prometo que se lo repondré más tarde. Él se anima y sonríe. Me rio, inclinándome para besar su mejilla sin afeitar—. Feliz Navidad, Joshua. —Tan pronto como llegamos a casa de Minjeong, él estaciona el auto, corre a mi lado y me deja salir. Se muerde los labios y me besa contra la puerta del auto.

—Sabes a menta —comenta mientras saco un bastón de caramelo a medio comer de mi bolsillo. Se ríe y lo roba.

Llevamos la silla por la empinada pendiente de la pequeña casa de un dormitorio con vistas al monte y una porción de océano. Dejo la silla en la puerta principal con Joshua y me escabullo en la casa a la habitación de Minjeong. Su ventana está parcialmente abierta y estoy a punto de gritar "¡Feliz Navidad!" y balancearme dentro cuando escucho un hombre reír y decir:

—Aquí. Esto es para ti. Feliz Navidad. —Me congelo. Reconozco su voz.

—No tenías que hacerlo —replica Minjeong. Un largo sonido, entonces:

—¿Te gustan?

—Los amo. Te amo...

Jadeamos al mismo tiempo. Unos pasos suenan fuerte a través de las tablas del suelo y las cortinas se abren de golpe. Estoy cara a cara con Taehyun. Su rostro palidece, pero mantiene la cabeza alta. Minjeong abre la ventana y me mira. Un largo par de pendientes de esmeraldas brillan en la luz de la mañana, haciendo sus ojos más brillantes.

—Vine a sorprenderte —admito lentamente—. Resulta que me ganaste de nuevo, Minjeong. ¿Qué está sucediendo?

Mi atención se dirige a Taehyun y el par delgado de bóxers que lleva puesto.

—Estoy enamorado de ella. Estoy enamorado de Minjeong.

Ella se ruboriza y sonríe tímidamente a sus pies antes de inclinarse y besar su mejilla, justo como hice con Joshua.

Taehyun cepilla su cabello sobre los hombros.

—¿Tal vez es el momento de decirle a tu hermano? —Ella se ríe y me hace gestos.

—Vamos a la parte delantera, lo dejaremos entrar.

Taehyun se ha cambiado a un par de pantalones y una camiseta sin mangas para cuando él y Minjeong abren la puerta y me dejan entrar, a Joshua y la silla al interior del comedor.

Ella enloquece por la silla hasta que comienzo a zapatear. Joshua viene detrás de mí, envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me dice que tome una respiración. El amor es un sentimiento maravilloso. Me relajó contra él, pero me pregunto si él se está impacientando con mis excusas por no decirle que lo amo.

Bloqueo la preocupación y me concentro en Taehyun, quien está nervioso preparando un poco de té.

—¿Cuánto tiempo? —pregunto.

Minjeong responde:

—Un año.

¿Todo un año? ¿Mi amigo más cercano y mi hermana?

—Más tiempo, Minjeong —corrige Taehyun—. Y lo sabes. —Se mece en su nueva silla—. Surgió lentamente, no sé cuánto tiempo ha estado sucediendo, pero es un año desde que nosotros...

—No necesito saber todos los detalles.

Taehyun se ríe.

—Bien. He estado enamorado de tu hermana desde la primera vez que la vi.

¿Enamorado? La palabra suena extraña viniendo de su boca.

—No has dicho nada.

—Amigo. Ella es tu hermana. Sería raro si te dijera lo mucho que me excita y que cada día me mastur...

Y ahí está el Tae que conozco.

—Ruego a Dios que no termines esa frase.

Minjeong ahoga una risita.

—Lo entiendo. No me habías dicho que estabas enamorado de ella. —Niego con la cabeza a mi hermana —. Pero ¿cómo demonios te enamoras de este tipo?

Adoro a Taehyun, lo hago, pero hay un grado de estupidez que la gente no debería pasar por alto.

Minjeong detiene la mecedora.

—Las acciones hablan más que las palabras. Él me muestra todos los días lo mucho que le importo. Todo comenzó cuando bailó contigo en Newtown.

—¿Te enamoraste de él por completo en aquel entonces? ¿Pensé que te gustaba Soobin?

—Me gustaba Soobin aquel entonces.

—Las cosas buenas toman tiempo —comenta Taehyun y me entrega una taza de té—. Soy una buena cosa.

Minjeong sonríe.

—Me tomó un tiempo averiguarlo.

—Odiaba cuando se enganchó con Soobin —admite, girando una silla de la mesa y extendiéndose sobre ella. —Kai y Beomgyu se unieron a mi dolor ese día. Nunca he estado tan borracho en mi vida.

¿Cómo no reconocí que estaba sufriendo tanto como yo lo estaba aquel fatídico día? Saco una silla y me desplomo en la misma.

—Lo siento, Taehyun. No lo sabía.

—Tenías tus propios problemas. Todos los teníamos.

Joshua está detrás de mí, frotando mis hombros. Inclino mi cabeza hacia atrás y sonrío. Él se inclina y me besa. Por un segundo es casi suficiente y estoy cerca de sentir algo como el amor por él. Tal vez si espero lo suficiente va a crecer en mí como lo hizo con mi hermana y Taehyun.

—¿Por qué no me lo dijeron antes? —pregunto, levantando mi té y tomando un sorbo. El líquido está caliente, pero no ha sido hervido. Él hace su té de la manera que a ella le gusta.

—Porque...

—Porque tenía miedo de que la alejaras de mí —confiesa Taehyun—. Yo digo estupideces a veces y tú sabes toda la mierda que he hecho. ¿Cómo podías tomarme en serio? ¿Cómo podías ver a través de esas partes la verdad? Amo a Minjeong y tengo miedo de que un día ella vea cuan increíble es para mí. Puede haber sido egoísta, pero no quería que le dieras una ventaja.

Tomo otro sorbo de té. Me paro y me inclino para abrazar a mi hermana. Aspiro el aroma de jabón de su cabello y me estremezco por su pendiente frío contra mi mejilla.

Esmeraldas. La piedra de nacimiento de Taehyun. Entonces él entra en mi vista y sostengo su mirada nerviosa.

—Dicen que siempre que la amistad es verdadera, las esmeraldas permanecerán en una sola pieza. Espero que las tuyas nunca se rompan, Minjeong.

Ella asiente, su barbilla golpeando contra mi hombro.

—No lo harán. No voy a dejarlas.









Hola personas lindas, disculpen la gran demora en actualizar pero no estaba mentalmente estable y decidí tomarme un tiempo para mi, sin embargo creo que ya es momento de retomar la historia. Muchas gracias a todos. ♡

𝕽𝖔𝖈𝖐 𖤐「 𝖄𝖊𝖔𝖓𝖌𝖞𝖚」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora