Al día siguiente, aunque tenían que seguir con su rutina al ser sábado, para el mayor fue más difícil despertar como todas las mañanas, pero Kong le ayudó a empezar su día con muchos besos e incluso acompañándolo a esperar el autobús.—Te amo muchísimo —susurró un meloso Kong sobre sus labios, sosteniéndolo de la cintura, antes de dejarle ir para que Arthit tomara el autobús. En ningún momento dejó de sonreírle con calidez y ternura. —Que tengas un excelente día, mi sol. Nos vemos en la tarde...
Arthit asintió con un ligero puchero como ya era costumbre al separarse. Ese día en especial, Arthit pensaba que le era más difícil por su sesión de la noche anterior, ya que su mayor deseo era quedarse con él justo ese día.
—También te amo... —le dijo cuando el autobús se paró a un lado. Subió rápido y no le quitó la vista incluso cuando tomó su lugar.
Su esposo tampoco dejó de verlo, al menos no hasta que se le perdió de vista y entonces regresó a casa caminando, con una sonrisita contenta en el rostro.
Antes de irse también al trabajo, Kong hizo algunas tareas de la casa y cuidó de los mininos en casa. Sacó algunas fotos de los bebés que envió a Arthit con un mensaje bonito para darle ánimos para el día.
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—Síí, quien me lo dijo es de confianza, así que le creo... —una empleada estaba hablando con Cherry en la misma fila en donde estaba esperando comprar Arthit.
—Yo no te creo, Bee... Conozco a Nong Kongpob personalmente y sé que él no es así, es buena persona...
Arthit puso atención al escuchar a Cherry susurrando nada discreto ese nombre.
—Pero esa persona escuchó cómo le gritó a su compañero cuando vinieron a la empresa...
Eso al ex hazer le pareció extraño, no sabía que su esposo había ido a su lugar de trabajo.
—Además... —habló el empleado que trajo los jugosos detalles de aquel chisme— ya pasaron años desde que él estuvo trabajando aquí. Quizás al fin está mostrando su verdadera cara, ahora que trabaja en la empresa de su familia —hizo un gesto de disgusto y desaprobación. —Como sabe que de ahí no pueden despedirlo...
Eso hizo que Cherry se quedara pensando, e iba a decir algo más cuando le interrumpió la otra joven que les acompañaba.
—Cierto. ¿Qué tanto lo conoces? Por algo su familia es tan acomodada. Los ricos hacen su dinero a costa de otros y quién sabe qué tanto harán para mantenerse así... —su expresión también fue de gran desaprobación. —No les importa que una familia se quede sin trabajo y seguro que a él lo criaron con la misma mentalidad. ¿Qué es para él un empleado menos? Por eso no tuvo descaro alguno al despedirlo en ese momento...
No habían pasado más de unos días desde que aquel rumor llegó a Ocean Electric, pero este seguía pasando entre varios empleados, quienes modificaban y agregaban detalles a su propia versión.
Arthit, al igual que Cherry, se quedó callado y atento a la plática; ninguno de ellos dos pensaba que Kong fuera así y mucho menos su esposo. Luego, fue el turno de ellos para pedir y cuando se dieron la vuelta y miraron a Arthit, la expresión de Cherry cambió. Le dio una sonrisa en forma de disculpa y se llevó a sus compañeros.
—¿Ah? ¿Qué sucede, Arthit? —preguntó Earth cuando su compañero llegó a la mesa donde ella y Tod le estaban esperando. La mujer lo había notado con el ceño fruncido, algo inusual en el más joven. —¿Pasó algo?
—Mmh... No... —La verdad era que no sabía por qué su esposo estaba dentro de un chisme así. Les sonrió poco sincero.
Earth y Tod sólo se miraron el uno al otro, pero no insistieron. Le sonrieron de vuelta a Arthit, invitándole a sentarse con ellos. No tocaron más el tema duraste el resto de la hora de comida, aunque sí notaron las miradas que una gran parte de los empleados le dirigían a su amigo, curiosos por el rumor que corría por toda la empresa.
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VIII. Escala Danjon - A.M.
FanfictionEl eclipse ya ha terminado y ahora la Luna y el Sol toman caminos separados... Pero, ¿qué será de la Luna sin su Sol? "-Kong... -Arthit murmuró sobre la piel de su esposo. -No estás solo, ¿sabes? Pase lo que pase, yo estaré a tu lado. Estamos juntos...