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Durante esa semana, en todo Ocean Electric había corrido el rumor de que dos trabajadores de una prestigiosa compañía habían tenido una discusión en las instalaciones. Unos sabían más que otros y corrían varios nombres de empresas e incluso trabajadores, pero en lo que todos estaban de acuerdo era que uno de ellos había tratado muy mal al otro trabajador, "de forma inhumana" dirían los últimos en saber aquella anécdota que se iba descomponiendo con cada persona.

—...tanto, que lo amenazó con despedirlo y que incluso pondría su nombre en el buró de trabajo para que no volvieran a contratarlo nunca más...

Earth, Tod y Arthit estaban regresando a su departamento luego de la hora de comida cuando se encontraron con Durian, Som-O y Cherry chismeando dentro de la oficina, murmurando y compartiendo miradas escandalizadas.

—¡Qué perra! —dijo Cherry, horrorizado. Se había puesto en los zapatos de aquel pobre empleado que, según los chismes, se tuvo que dejar pisotear por su superior para no ser despedido. —Al menos demostrar un poco de decencia... No regañarlo en público —siguió indignado.

Cherry fue quien les contó todo el chisme a los tres que acaba de toparse. Se agarró al brazo de Arthit aunque él no le hacía mucho caso, pues no le interesaban aquellos cotilleos ya que había sido parte de uno cuando Kong trabajaba ahí y no pensaba en contribuir con otros totalmente ajenos a él.

—Cherry, sabes que a nosotros no nos agradan los chismes —fue Earth quien dijo eso. Ella también había recordado aquel en el que su amigo estuvo envuelto hace unos años.

—Ustedes se lo pierden —se encogió de hombros, pero no soltó a Arthit. Se volvió hacia él, sonriéndole travieso. —Me saludas a nong Kongpob, ¿sí, nong Arthit?

El menor sonrió al escuchar el nombre de su esposo y asintió. Su mente había estado ocupada ese día. Esperaba la llamada de Kong, pues a lo largo del día le darían los resultados de su examen y deseaba estar con él cuando supiera si había quedado o no.

Eran casi las 2 de la tarde cuando Arthit recibió ese mensaje de parte de Kong. Al fin había recibido el correo con sus resultados, pero no quería abrirlo hasta que su esposo estuviera a su lado.

Te esperaré con Buddy y con mamá gata y sus gatitos. ¡Lo abriremos juntos!, escribió después Kong.

Pero eso no calmó a Arthit, incluso lo puso más nervioso que ni siquiera le respondió a Kong. Se enfocó en acabar su trabajo de la mejor forma y lo más rápido posible para salir justo a su hora y correr a tomar un taxi para que le dejara en la puerta de su casa en menos de 40 minutos.

Parecía que Buddy estaba tan o más emocionado que él, porque apenas lo olió desde el otro lado de la puerta, el minino se puso muy contento y empezó a maullar para avisar a su papá Kong que su otro papi ya había llegado.

Miiaaauuuu, maullaba, rodeando la puerta cuando Arthit entró para ir directo a frotarse en sus piernas. Prr, maauuu~~

—Ooww, Buddy, ¿qué pasa? —Kong llegó sonriente desde la cocina para recibir también a su esposo, a quien fue directo a darle un beso en los labios como bienvenida.

—Hoy te extrañé un poquito más que otros días...

Arthit se enganchó al cuello de su menor, hablándole sobre los labios antes de robarle otro beso corto pero profundo, el cual Kong correspondió, sosteniéndole por la cintura para pegarlo mucho a su cuerpo. Suspiró luego del beso.

—Yo siempre te extraño muchísimo... —fue su turno de murmurar sobre los labios ajenos. —No puedo esperar a trabajar juntos... No te soltaré jamás —rio bajito.

VIII. Escala Danjon - A.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora