THE CARIBBEAN MEANS SAGA PRESENTES: Mini stories of the triology "Queens Of Noise".
O.O.M.L. | "Donde Elena conoce a Hayden Christensen en una noche especial en Andalucia o donde Hayden conoce a Elena Moreau, la chica que está fuera de su liga".
D |...
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📍Somewhere in Canada | 28 de Noviembre de 2019
Elena P.O.V.:
No sabía soltar un gritito o decir algo seriamente adulto para mi edad.
Pero la verdadera pregunta es si decirle a Catalina que si me empujara por lo que leía en sus ojos o meterle un solo para que no lo hiciera.
Decisiones extravagantes que hay que tomar en mi vida.
Posiblemente tenía mi cara pálida o de pegada, como siempre. Pero sabía que desmayarme del shoock no era opción. Estaba tan...impresionada. Me imaginaba esta situación hasta mientras mi mente divagaba viendo el cielo tempestuoso de invierno, pero jamás, jamás me llegó a pasar que fuera así.
No tuve tiempo de esconder la sonrisa que se fue formando en mi cara al momento que me di cuenta que si ya no era joda la vaina, y que la peladera de ojos de Lola con Catalina no era tampoco joda. Todo esto era de pura verdad y yo solo era una víctima que el destino jugó y ahora estaba viendo alguien que al menos 16 años atrás cambió un poco su rutina en una noche en Sevilla.
Pero al mismo tiempo, los nervios me jugaron feo y ya de verdad, quería salir corriendo como una estúpida.
—¡Pedido número 345! —ese era el mío
Abrí la boca para contestar, pero los otros me interrumpieron entre alboroto y empujones de apoyo dejándome con un divertido personaje que veía todo con gracia. No te rías de mi desgracia vale, ¿no ves que estoy pasando pena, pero no lo voy a admitir?
—Hola, Hayden.
Creo que correr era buena opción.
—¿Cómo estás?
Dándome un yeyo por ti y ¿tú?
Asentí, intentando respirar como se debía—Bien. ¿Y tú? Más de 10 años han pasado y tú tienes la misma cara que cuando tenías 20, ¿Qué comes?
Se rio de aquello, y tuve que darme un pellizco por mi muñeca por lo irreal que se sentía mientras lo veía encogerse de hombros—Igual y me alegro que estés bien. Y no, no tomo nada extraño que no conozcas—eso me hizo sonreír con diversión—Tú tampoco has cambiado para nada. Te ves igual de bonita.
Me encogí de hombros tipo humildemente, pero eso me subió un poquito el ego y me puso nerviosa, pero tenía que llevar las cosas con calma a la vez que contestarle como yo lo haría que es:
—Lo sé.
Es que yo soy bella pana ¿no lo sabían? Ahora sépanlo.
Vio su reloj, para luego ajustarse su chaqueta para el frío—Lo siento, pero tengo que irme. Aunque creo que nos veremos luego—cuestionó aquello con una de esas expresiones que tenía tiempo sin ver y tuve que respirar por la nariz profundamente para no aguantarme de la silla que estaba por ahí cerca—Pero me gustó verte.
