THE CARIBBEAN MEANS SAGA PRESENTES: Mini stories of the triology "Queens Of Noise".
O.O.M.L. | "Donde Elena conoce a Hayden Christensen en una noche especial en Andalucia o donde Hayden conoce a Elena Moreau, la chica que está fuera de su liga".
D |...
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📍 5 de agosto 2021 | Londres, Reino Unido.
*AVISO: ESCENAS UN POCO ENCENDIDAS DE TONO. LEER BAJO SU RESPONSABILIDAD*
Vega P.O.V.:
Coloqué el vaso ya vacío en el lavaplatos siendo lo único que cortó por unos momentos el silencio pasivo que se mantenía desde hace rato.
Tarareando una canción en voz baja, me senté en el mueble o un espacio que dejaba el inglés que se encontraba abarcando casi todo el mueble con su cabeza y espalda apoyados en uno de los reposabrazos y una de sus piernas encima del mueble. Era una divertida escena que tenía frente a mis ojos.
—Te notas cansado para ser una hora de diferencia en Alemania—bromeé y él se rió un poco, para luego soltar un suspiro cuando se pasaba las manos por la cara—¿Por qué no duermes?
—No estoy cansado—murmuró y tararée un "umm", colocando mis codos en mis muslos.
El silencio se estaba volviendo extraño, pero no pasaba a otra fase sino que era entre tranquilo e misterioso, quizás inquieto entre ambos. Pero no estaba segura de que si fuera eso o qué.
Habían pasado un rato no sé cuánto, porque perdí la noción del tiempo desde que entré a aquella fiesta, pero la última vez que revisé el reloj marcaba las 2:53 de la mañana.
Y bueno tampoco yo tenía ganas de dormir.
La adrenalina de la fiesta, la buena charla y la caña me mantenía ahora activo mis sentidos, aunque aún consciente de mis actos. Aunque en este momento quisiera tirarme una serie que me falte ver de mi gran lista o al menos...
Volteé a ver el hombre con tímidez, y se encontraba respirando pacientemente con los ojos cerrados. Tranquilo. Eso me hizo surcar una pequeña sonrisa; bueno aunque sea causaba calma en este caos de sentimientos que tengo.
Claro, cómo no caos. Caos que se empezó desde esa fiesta.
¿Qué se le ocurría a Sara en su cabeza y por qué sentarme en sus piernas? Dios, fue...caótico.
Bastante cómodo, pero caótico.
Me enderecé, dándole cabeza a una idea loca en mi mente aunque no estaba segura de su fin. El alcohol hizo que esa desconfianza se fuera trastornando en confianza pura.
Dirigí mi cuerpo hacía él dejando cierto espacio entre nosotros, colocándome lo más cómoda posible con mis piernas debajo de mis muslos y estirando mis brazos, pasé mis dedos con suavidad por su cabello, masajeándolo; soltó un murmullo de agrado a ello.
—Debes estar incómodo ahi ¿Por qué no te acuestas en el cuarto de invitados, mh?—cuestioné y abrió sus ojos suavemente, dejándome ver sus iris colorados y una nueva dilatación en sus púpilas.
