12. "So..."

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📍 2 de noviembre de 2019 | Budapest, Hungría

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📍 2 de noviembre de 2019 | Budapest, Hungría.

⚠️ TW!: Mención de sangre, dolor emocional y ataques de pánicos. ¡Leer con precaución! ⚠️

Narrador Omniciente:

Isabella Salazar pudo soltar aunque sea la culpa del pasado cuando dijo esas palabras. Básicamente 4 palabras que formaban la oración que nunca le dijo al hombre cuando entró en crisis enfrente de sus ojos, al ver a su hermana menor cerrarse a todos y saber otras verdades que lo hicieron combatir el peso de la culpabilidad hasta en su lecho de descanso hacía unos meses, aunque a pesar de todo nunca fue el culpable de aquellos actos.

Recordaba esos mismos ojos de esos Moreau, pero en vez de ser el hombre, era la menor que tenía el reflejo de su alma parecido al de él.

—Issie, ¿todo está bien?—interrogaron tras de ella, saliendo de sus pensamientos y volteó a ver al pelirrojo, viendo a la dirección que se fue Sara a lo que las palabras se enredaron en su cabeza, sin saber que decirle ocultándo la verdad.

La sinceridad se deslizó por su lengua junto con la mentira—Sara se fue, estaba cansada.

—No parecía cansada cuando nos saludó—quiso pegarle al hombre y a su preocupación para que se esfumara y dejara en paz a Sara, ya que conocía a ese temperamento.

Estaba 100% segura que ella iba a estallar como una bomba nuclear si alguien sabía de su actual estado y peor seria la caída, si la vieran en ese estado.

—No me incumben ciertas cosas que le pasan a Sara, Cal. Pero sé cuando una persona quiere que le den su espacio—lo dejó con las palabras y la duda en su boca mientras se iba la jóven mujer a otro lado a trabajar.

Vió de nuevo el recorrido como si el fantasma de ella hacía la misma repetición y sus facciones encriptadas se quedaban estampadas en su memoria y se preguntaba como una grabación infinita:

¿Quién era realmente Sara Moreau?

Un fracaso, contestaría ella en su mente luego de hacerse esa pregunta cuando llegó a tropiezos a su habitación, cerrando la puerta tras de si y agarrandose frenéticamente el cabello esperando que un sollozo no saliera de sí, pero las lágrimas eran inevitables de salir.

Salían por si solas, como el humo de la olla de presión que era su corazón y pitaba de dolor.

Con sus piernas temblorosas caminó de un lado a otro para calmarse, o al menos entrar en control mientras contaba por lo bajo del uno al 20. No quería tener otro ataque de pánico, no quería tener la presión de los ojos invisibles que la veían con juzgamiento mientras se quedaba sin aire en sus pulmones.

Queens Of Noise ||  Moreau's ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora