Suena el despertador, 6:50 am. La apenas perceptible luz del sol comienza a entrar por la venta, extiende su mano dando varios golpes a la mesa de noche justo donde se encontraba el despertador hasta que logró detener el sonido de este. Cinco minutos que parecen una eternidad, son suficientes para aclarar y despertar su mente. Se levanta de la cama y camina saliendo de su habitación para bajar las escaleras y tomar un vaso de agua.
Cinco minutos después, se percata de la hora, 7:10 am, sube las escaleras de prisa para cambiar su blusa de tirantes casi transparente, por una sudadera. Lava su rostro y ata una cola alta a su cabello, cepilla sus dientes, toma sus vans y su mochila saliendo rápido de su casa.
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Taylor
7:29 am, llegué a la facultad, cuando vi a mi profesor dirigiéndose a la cafetería, bajé el ritmo de mi paso y llegué hasta el anfiteatro. Después de 6 horas de clases aburridas, mi día terminó, así que me dirigí al estacionamiento en busca de mi auto, abrí la puerta de mi <<Mercedes-Benz Clase A >>.
Al subirme, puse mi mochila en el asiento de copiloto, y aceleré en reversa saliendo así del estacionamiento. Conduciendo por las calles de Londres hasta llegar a <<El punto>>, mientras escondía mi bolso en el asiento trasero, un auto se estacionó junto a mi. Me quedé durante unos segundos más observando a los tres tipos que estaban dentro del auto al parecer discutiendo. Cuando bajé, sentí la mirada sobre mi mientras subía las escaleras hacia el departamento de Joe, Kira y Tanner. Miré directamente al chico del asiento copiloto, que con una sonrisa mantenía su vista sobre mi, o específicamente sobre mi trasero. Abrir la puerta y cuando entré, Tanner me apuntaba con un arma.
-¿Puedes bajar eso, idiota?- caminé hasta el sofá aventándome sobre él.
-Pude haber disparado, te dije que debes tocar.- me mira molesto el rubio de ojos azules.
-Si tocaba, ¿me ibas a abrir?- pregunto aun conociendo la respuesta.
-Probablemente no-Asiente dándome la razón.
-¿Ves?-lo acuso- Hay tres tipos en un auto. Uno moreno, ojos claros marrones, tiene muchos tatuajes, pelinegro, y luce alto. Uno ojos azules, castaño, con algunos tatuajes, tiene cara de odiar la vida, y el otro igual castaño, se mira más alto que ambos, también tienes tatuajes pero su cabello está lleno de rizos.
-Creo que Joe los espera- le restó importancia, sacó un filtro y comenzó a llenarlo.
-¿Dónde está Joe y Kira?- pregunto acercándome esperando a que prenda el pitillo para robárselo.
-Solo se que K estás entregando- asentí ante su respuesta-¿qué haces aquí?
-No quiero ir a casa- tomé el cigarro dándole una calada.
-Estas aburrida y viniste a follar- me mira insinuandose.
-Vine porque Joe me dijo que lo hiciera, y si consigo que me follen será ganancia- me arrebata el pitillo para dar una calada.
-Déjame verte con Kira- lo miré queriendo sacarle los ojos, el solo comenzó a reir- pagaría por verlas-lanzó al aire tal vez como insinuación.
-Eres un asco- lo miré y me levanté regresando al sofá.
Tanner miró su teléfono
-¿qué auto tienes?- lo miro sin entender- los tipos de abajo.
-oh, un shelby- Tanner me miró sin comprender- un mustang del 67.
-De hecho, es del 77- entro el copiloto, lo miré sin expresión alguna y volvi mi vista a mi teléfono.
-Claro, como digas- dejé mi telefono ya que con estos tipos pueden creer cualquier cosa, tomé el cigarro que estaba en la mesa y le di una calada, el chico se sentó junto a mi, mirándome descaradamente.
- Hermano, que gusto verte- Tanner se acercó, chocaron sus puños, el tipo en verdad no me quitaba la mirada de encima.
-Igual - respondió el moreno, no le dio mas importancia y me miró con detalle.-¿Qué puedes saber de autos?, ¿cuantos tienes?, ¿15?- su tono de burla irritó mi ser hasta las entrañas y asentí.
- ¿y tú 40?
-Creerte ruda no te hace serlo, tampoco te hace más atractiva niña-mencionó como si me importara la opinión de un extraño.
-Gracias, necesitaba consejos de mi abuelo- sonreír sarcásticamente.
-Si quieres follar no te hagas la dificil y solo pidemelo, no tienes que fingir ser ruda para gustarme- se apoyó contra el sofá mirándome.
-No soy ruda, solo no me gusta hablar con idiotas, y si cree que actúo como ruda solo para gustarte y eso no te gusta, entonces tengo tanta suerte.
Me levanté del sofá, antes de poder dar un paso el chico me tomó fuerte de mi brazo y yo giré pegandome a el, rapido saqué la navaja que tenia guardada y se la pegué a un costado.
-¡Hey, hey, hey!- me soltó levantando los brazos al aire soltándome mientras sonreía negando con la cabeza.
-No te atrevas- lo miré directo a los ojos.
-Tranquila preciosa, ya habrá tiempo de conocernos.
Me aparté de el, y mientras tomaba mis cosas, Tanner me miró sin expresión, negué indicándole que estoy bien
-Avísale que no me busque- Tanner asintió ante mi petición y salí de prisa.
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Malik
Me gustan las chicas así, justo como ella. Cuando la ví salir, miré como se alejaba, tomé un cigarro de mi chaqueta, lo prendí dando la primera calada.
-Ten cuidado- Advirtió Tanner, lo miré sin decir algo y liberé el humo de mi boca.-Sale con ellos.
Me moví en el sofá inclinándome hacia enfrente, di una segunda calada confundido.
-¿Sale con ellos?- Tanner frunció el ceño y asintió.
-Con ambos.
-Lindo juguetito.
sonreía internamente pensando en cada cosa que le haré cuando la tenga, porque la voy a tener. Sacándome de mi burbuja erótica, Tanner aventó sobre la mesa un paquete, ahora sí, debo volver a trabajar.
Después de una pequeña charla de negocios, bajé y subí al auto de Tomlinson, pero la chica no salía de mi cabeza, una sonrisa como cual idiota estaba plasmada en mi rostro, aventé el paquete hacia atrás, donde Ed estaba esperando para gustarlo.
-¿Es del 77?- pregunté pero Tomlinson no entendió- el auto, idiota.
-casi, de 67.
Y no creía que mi sonrisa podría crecer aún más.
