Y es que las "reglas" han sido impuestas desde la primera vez.
Solo soy su "sex doll" o trofeo, cada vez que el quira follar, yo debo estar ahí, y eso no me molesta en lo absoluto. Las cosas se poner feas, cuando su actitud cambia, es un ninfomaníaco, es su escape, y también lo usa como castigo, pero es diferente a todo lo que conozco, aquí no existe una palabra de seguridad, o un "no", el tiene todo el control, decide cuando parar, como hacerlo, y que tan rudo ser. Es una lástima, que en realidad si se desquite en esos momentos, sus golpes y azotes sin reales.Provoca arcada tras arcada en mi durante cada penetración, el gruñe de placer, mientras mi cabeza está por explotar y siento que estoy al borde de vomitar.
Arroja mi cuerpo al piso mientras el se desviste por completo, no entiendo por qué acepté esto.
Un metro ochenta, cabello negro, tez blanca y delgado es todo lo que necesito para permitir ser tratada como una basura, no olvidemos los centímetros extras.__________
Abro los ojos, me siento cansada y el dolor es horrible, estoy en mi habitación, ¿por qué?
Con las pocas fuerzas que siento, me levanto al baño, veo mi cuepro lleno de marcas rojas, quemadas, rasguños y moretones. Salgo del baño y decidi mirar mi cuerpo en el espejo de mi armario, mis muslos están morados y verdes, mi trasero completamente rojo, estoy quemada por las sogas, y mi cara está roja con algunos dedos marcados.
Nunca había visto mi cuerpo tan lastimado, al caminar duele en ambas partes, algo que nunca le permiti hacer.
___________La tarde llega, me estoy preparando para "la gran velada", un equipo de maquillistas se encargan de mi, incluso de cubrir las marcas visibles en mi cuello, se dedicaban a alabarme, el rojo es mi
color, un vestido de gala, con una larga abertura hasta mis muslos, la espalda con un escote pronunciado en "v" y la delicada tela de seda se ajustan a mi cuerpo.
llevan tal vez tres horas aquí, arreglando el desastre de Joe, a decir verdad, no me siento bien, mi vientre bajo duele, en realidad, no hay parte de mi cuerpo que no se encuentre adolorido. Por último, atan mi cabello con una cola baja, solo hacen falta mis zapatillas, es cuando mi madre entra por mi, ya es hora de bajar, los invitados están aquí.-No demores más, todos te esperan.
Deja la puerta abierta, tomo las zapatillas dejándolas fuera de su cubre polvo y sostengo mi vientre intentando sentarme a la orilla de mi cama, me quejo peor logro hacerlo.
Tomo una de ellas y al tratar de subir mi pierna me es difícil.-Si no fueras tan necia, pedirías mi ayuda.- La voy de Zain se hace presente, me lleva a seguir su voz con la mirada y el entra a mi habitación, viste un traje completamente negro, su camisa es de cuello alto, su cabello está un poco más largo, nada exagerado, me emociono al mirarlo ahí, pues después de esa noche, no hemos interactuado.
Se arrodilla frente a mi, toma una de mis piernas con suavidad, y toma una de las zapatillas colocándola. Al terminar de atar el hilo de ella, toma mi otra pierna pero su mano aprieta un lugar donde el dolor no puede ser calmado, doy un pequeño salto y el me mira confundido, al levarntar un poco más mi pierna, la abertura hace que queda descubierta, mira los moretones de mi piernas y su rostro cambia. No dice nada, continua colocando mi zapatillas.
Al terminar, se levanta y extiende su mano frente a mi para ayudarme a levartarme, yo la tomo, y al hacerlo, nuestros rostros quedan a centímetros de distancia, el sonríe acariciando mi mejilla rapidamente.-Gracias.- asiente y me mira sin dejar de sonreir.
-Estás preciosa, TayTay.- deja un beso sobre mi frente y da la vuelta para salir, cuando estar por pasar la puerta, es cuando decido decirle algo.
-Estás muy lindo, Malik.- el sale de la habitación, asiente con la cabeza h gira para mirarme, ambos nos sofreímos y el coqueteo mutuo ahora es solo con esas sonrisas, mueve su cabeza hacia fuera, salgo y extiende su mano entrelazándola con la mia.
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