EL DÍA EN QUE EL FIN TUVO INICIO
UN RECUERDO AGRIDULCE
-Me duele la cabeza - se lamentaba un chico castaño mientras iba a paso lento por un pasillo del estadio -. Quiero irme de aquí, quiero jugar, quiero lanzar, quiero estar en el Montículo. ¿Por qué? ¿Por qué demonios tuvo que pasar esto? ¿Ya no seré el Ace? ¿Ya no me dejarán jugar en el Koshien? ¿Ya no me tendrán confianza?
Sawamura sentía una gran opresión en el pecho, el mareo le provocaba vómito y sentía unas profundas punzadas en la cabeza. Era consciente de que se merecía ese regaño pero su corazón no estaba preparado. Había decidido darle todo su apoyo a los que iban a jugar pero honestamente no podía fingir en ese momento estar bien ni darles su mejor sonrisa y gritarles palabras de ánimo como solía hacerlo siempre; se disculpó pero prefirió ser egoísta y estar solo, es por eso que tras pensarlo por un rato decidió ir a despejarse, tal vez un poco de agua en la cara lo haría despertar, si, tal vez eso es lo que le hacía falta.
Sin que nadie se percatara se levantó y salió del Dugout, fue por su mochila y saco una pequeña toalla, tras tomarla se encamino lentamente al baño, el pasillo estaba vacío y silencioso, solo se escuchaba el eco de los gritos que provenían de las gradas y del sonido de sus pasos; por lo que vio sabía que su equipo aun no podía desempatar, de seguro por eso todos estaban muy alborotados.
El eco era lo único que se escuchaba con claridad en ese desolado y frio pasillo, o eso era así hasta que escucho que los pasos de alguien se dirigían hacía él, es por eso que con curiosidad levantó su mirada solo para encontrarse con Miyuki, no sabía si su senpai ya estaba enterado de la situación así que prefirió actuar como si nada, lo iba a saludar de la forma usual pero Miyuki le dijo:
-Eijun no tienes que fingir, sabes que conmigo no es necesario que lo hagas. Vamos, ven.
Tras decir eso abrió sus brazos en una clara invitación la cual no fue desaprovechada pues Sawamura corrió directo a ellos y abrazo el cuerpo de Miyuki con mucha fuerza.
-Te juro que no quería arruinar el partido, no tengo ninguna lesión grave así que yo podía jugar, podía lanzar todas esas entradas, realmente quería hacerlo - lloraba mientras no dejaba de exclamar esas palabras -. ¿Por qué tuvo que pasar esto?
-No te preocupes, Eijun - Miyuki le sobaba suavemente la espalda -. Ya no es necesario que ocultes más tu tristeza. Yo estoy aquí y eso es todo lo que necesitas.
-¿No me vas a regañar?
-No, has hecho un buen trabajo así que no tengo motivos para regañarte. ¿Sabes? Te traje un regalo.
-¿Un regalo? - hipeo Sawamura mientras alejaba su rostro del pecho de Miyuki - ¿Qué es? ¿Y por qué? Eres muy sospechoso Miyuki Kazuya, de seguro esta es tu manera de regañarme.
-Vamos, claro que no - se rio Miyuki -. Ya te dije que no estoy molesto contigo, y esto... digamos que es algo que he querido darte.
-... De acuerdo - murmuró Sawamura mientras hacia un puchero pero después su rostro se animó un poco -. Quiero verlo.
-Que impaciente eres - tras decir eso se quedó callado por unos segundos -. ¿Qué te parece si vamos a un lugar más tranquilo para que te calmes y abras el regalo?
-¿Pero a dónde? Este lugar está lleno de gente.
-Yo no veo a muchas personas por aquí - comento Miyuki mientras fingía mirar alrededor -. Oh ¿Qué te parece si entramos a ese cuarto? - propuso mientras señalaba la puerta que estaba cerca de ellos.
-¿No habrá problema si entramos? - dudo Sawamura.
-Claro que no, no tengas miedo. Vamos.
Tras decir eso, Miyuki tomó su mano y lo guío hacia la puerta para después entrar. El interior no estaba muy ocupado por lo que les daba muchas opciones para elegir donde sentarse. Miyuki cerró la puerta con seguro y después llevó al otro castaño al fondo.
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No te quiero perder
FanfictionMi plan no era muy complicado: ir al partido, mostrar mis mejores lanzamientos, ir al hotel donde nos hospedaríamos, hacer que Miyuki Kazuya atrape mis lanzamientos, bañarme y dormir. Entonces, ¿por qué termino todo así? Sawamura Eijun ha desaparec...