Capitulo 14

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SEMANA 3 DÍA LUNES

Un campo de entrenamiento vacío, un dormitorio inusualmente silencioso, el ruido de la brisa pasando por entre el pasto y danzando con las hojas de los árboles que llevaba a su paso, los suaves aleteos de las aves volando en el cielo, un cielo cubierto por miles de nubes a través del cual se asomaban tenues rayos de luz, en sí el clima no era malo pero no el adecuado para un día de otoño.

-Ayer no dijiste nada – inició la conversación Kuramochi, había visto a Miyuki sentado en las bancas frente al dormitorio, al principio no se sentía con ganas de platicar pero tal vez hablar con su amigo lo ayudaría en algo.

-No podía, no sabía que decir – respondió apenas audible el castaño –. Todo fue tan repentino, si fuera alguien más yo lo hubiera dejado pasar pero con Eijun no puedo evitar aferrarme a la esperanza de que está vivo en cualquier lugar y que nos está esperando, y esa esperanza opaca por mucho a la realidad de la que hablan los demás. Los milagros existen.

-Dicen que debemos aceptarlo pero yo también creo que no debemos, y no creo que sea esperanza, yo realmente pienso que él está vivo, puedo sentirlo.

-Después de todo los hermanos tienen esa conexión, eh – intento bromear Miyuki –. Solo espero que tengamos razón.

El lugar quedo unos segundos en silencio, ninguno tenía prisa o sentía incomodidad, solo se dejaron llevar por el ambiente e intentaban disfrutar de la suave brisa que golpeaba sus rostros y agitaba sus cabellos, hacía frio pero no lo suficiente como para hacerlos querer retirarse.

-Tú tampoco te has rendido – murmuró Kuramochi –. En ningún momento lo has hecho.

-¿De qué hablas?

-No intentes negarlo, sé que cuando sales a correr por las mañanas lo buscas. Sales más temprano de lo habitual y llegas más cansado, como si hubieras corrido demasiado, como si hubieras corrido desesperadamente, como si buscarás algo. Desde de ese día lo has estado haciendo.

-Me atrapaste, supongo. Sé que tal vez no tenía caso ya que la distancia entre el estadio y la escuela era mucha, pero tal vez y solo tal vez pudiera ser que una de esas mañanas en que fui más lejos de lo habitual pudiera verlo, sentado en la calle o perdido intentando llegar a la escuela.

-Y pensar que... que ese bastardo estaba tan cerca, que tenía a Sawamura encerrado en esa maldita casa, que estaba tan cerca de nosotros y no hicimos nada, ni siquiera pudimos imaginarlo – se quejó Kuramochi –. Eso realmente me jode.

-Sí... también me jode.

-Prácticamente ya encontraron la fuente del problema, capturaron al culpable pero Sawamura sigue sin aparecer, siento como si me estuviera ahogando cada vez más fondo y eso me asusta.

-Es como si hubieran más preguntas que respuestas – suspiro Miyuki –. Como si nos estuviéramos alejando cada vez más de él, apenas y podemos ver su espalda y por más que intentemos alcanzarlo no podemos.

-Bueno si, es como dices. Demonios, todo esto es muy jodido.

-Tú realmente no piensas en abandonarlo, ¿cierto?

-Por supuesto que no, sería algo impensable para mí, pero... solo me detendré cuando vea que no hay otra opción, cuando me muestren que Sawamura está realmente..., solo creeré en eso cuando muestren su cuerpo. Si no es así entonces para mí él está vivo y está esperando por nosotros.

-Eres alguien realmente difícil eh, ahora entiendo por qué Sawamura te apreciaba tanto aún y con todas las bromas que le hacías – bromeó el castaño a lo cual Kuramochi soltó una débil risa.

No te quiero perderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora