19. Desastre.

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... The number you called is out of service.

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Qué. Mierda.

Esto no debería estar pasando.

Más por el hecho de que esto no es lo que quiere en su vida, es más, es lo que menos quería. Y también, a lo que menos le veía posibilidad.

Mira entre su padre, la pareja de él, y su ex novio.

Y lo que más le confunde, es que se llevan bien.

Él sabe que decir y su padre sabe cómo responder. Es más, hasta la mujer está llevándose bien con él.

Aún así, las palabras aparentemente tranquilizantes que le dio su ex pareja funcionaron. “Tócate la oreja, y nos vamos, te lo prometo.”

一 Recién llegué de Bolzano. Fue toda una experiencia 一 el castaño sonríe amablemente.

一 Oh, ¡Bolzano! 一 el tono que usa su padre le hace fruncir el ceño 一 Siempre amé ese lugar. Clay nunca quiso ir. Estaba... Metido en los libros. ¿Por qué nunca quisiste ir, Clay?

Su lengua pasa por sus muelas en señal de consideración.

Quizás, porque nunca me invitaste.

Quizás fue porque cada vez que viajabas, era con una novia que yo no conocía.

¿Esperas que un niño pequeño viaje con un desconocido?

一 Vaya, veo que también vas a discutir por esto 一 dice 一 ¿Cuándo te enamoraste de los grandiosos libros?

Se muerde el interior de la mejilla, en intento de calma para sí mismo. Siente la mirada de Daniel sobre él y no hace nada más que sonreír amablemente.

Respira profundamente y, quizás no por primera vez en la noche, piensa en el cuaderno. En la calma que le proporciona el cuaderno de pasta roja.

En realidad, ¿Es el cuaderno o George?

一 Cuando íbamos a la librería que estaba cerca de tu casa antigua. Después de jugar béisbol. Creo que... Fue ahí.

El castaño sonríe y, con una sensación rara que florece en su pecho, ve a su padre hacerlo también.

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一 Dilo, Alex. Vamos, dilo.

Traga saliva, y no sabe si quiere seguir gritándole o comenzar a llorar como un bebé.

一 ¿Cuánto te pagó, Alex? Solo dilo.

Ve al mexicano negar con la cabeza.

一 Lo hago por ti. Agradece.

一 Alex, no te voy a agradecer esto 一 dice 一 Acabas de prácticamente gritarme que mis padres se divorciaron y que no hablo con mi hermana. ¿Qué sentirías si te grito tus asuntos a tí también?

一 George-

一 Ni siquiera sabía que tenías pareja, pero ahora, no la tienes.

Su voz se hunde y parece ser veneno. Justo como la de Alex.

一 ¿Quieres hablar de lo que sucedió en Los Ángeles? Vamos, cuéntame.

一 George, deja de hacer esto 一 espeta 一 No es sobre mí, es sobre ti. Tú vida. No voy a dejar que te quedes estancado.

一 ¡Pero no soy yo! ¡Tú eres el que está estancado! 一 dice y la frustración sale 一 ¡Yo no quiero ir a Los Ángeles! No quiero verla a ella ni a él.

Y no entiende la razón. Después de tanto tiempo, tantas platicas, tantos llantos y tantas quejas, no entiende por qué quiere que vaya allí.

Después de haber dejado de dónde sea que se supone que se llamaba su hogar, no entiende por qué lo obliga.

Escúchame bien, George. Vas a ir, porque estoy viendo por ti y por mí.

Va a probablemente gritarle de nuevo hasta que el otro vuelve hablar, la mano de Alex ahora está en el pomo de la puerta, prácticamente con un pie fuera de la habitación.

一 Tienes razón, eres un adulto. Así que adaptate, crece y supéralo.

Y se va.

Se va y siente tantas ganas de llorar como no lo había hecho antes.

Busca como puede su teléfono y presiona el contacto de una de las únicas persona que probablemente lo entendería ahora. Más que nada porque él también pasó lo mismo.

Karl.

‘Lo sentimos, el número que usted marcó está fuera de servicio.”

Entonces, llama a Niki.

La misma respuesta llega a sus oídos y toma una respiración profunda. Mira entre su habitación, mirando la estantería. Libros de romance, misterio, poesía, drama...

Poesía.

La maldita sesión de poesía.

Entonces, toma su chaqueta, baja las escaleras y entre el frío aire de la ciudad, sale de su hogar.

Las luces están encendidas y mientras pasa por el parque, ve a un muñeco de nieve. Probablemente, hecho por un niño pequeño.

Se muerde la lengua, observando al muñeco con una gran sonrisa hecha de piedras sucias del suelo.

Hasta él está más feliz que yo.

Luego, antes de irse, lo patea.

Y otra vez.

Y otra.

Y no sabe en qué momento ya no es muñeco de nieve, ahora es un montón de nieve sucia con una zanahoria, ramas, piedras, y un sombrero de lana.

Lo mira con una pequeña sonrisa de suficiencia y sigue con su camino.

Pobre muñeco de nieve.

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HOLA, SOY YO LU :D

qué tal? actualicé porque me siento feliz.

Además, pensaba no actualizar hasta que toda la situación se resolviera, pero este no sería un regreso completo, así que... :/

¡Espero mantener este ritmo constante!

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2022 ⏰

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