13. ¿Todavía crees en mí?

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"I believe while I speak"

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...Sé que sabías que entraría allí, no sé cómo o por qué
pero de nuevo, gracias, supongo.

No sé si ahora te sientas de la misma forma en la que yo
lo hago, aunque espero que sí.

Y perdón por arruinar el juego.

Siempre me digo: "Si llueve, busca el arcoiris" y no
lo encontraba, así que huí.

Por un momento pude ver otra perspectiva,
había gente divirtiéndose, y aunque no me uni a ellos,
pude notarlo.

Así que, quiero que tú veas otra perspectiva también.

Ve a Dyker Heights.

Tan solo empieza por la casa del cascanueces, créeme
la encontrarás :).'

Sonrió suavemente al escuchar el parlante del metro, sin esperar un segundo en bajar del vagón para buscar con la mirada la salida.

Subiendo las escaleras con gran impaciencia, casi corriendo y disculpándose una que otra vez por chocar con alguien.

Rió un poco al escuchar como alguien lo insultaba por chocar levemente sus hombros.

No recuerda haberse sentido tan atraído por algo.

Caminó por todo el trayecto hasta poder asegurarse de que había llegando a Dyker Heights. Casas, casas y casas.

Debía de encontrar el de cascanueces ¿No?

Al entrar a la manzana, pudo ver una primera casa de ladrillos en la esquina; una casa de dos pisos con un balcón metálico de un color blanco, aunque algo desgastado; probablemente no se atrevería a pisar ahí.

La segunda casa... Oh.

Definitivamente esa era la casa del cascanueces.

Adornos por aquí y para allá; pero de una manera exagerada para el rubio y tal vez para cualquier persona en su sano juicio.

Aunque por primera vez, una mueca no se formó en sus labios, sino una sonrisa suave.

Tanto luces blancas y inflables se veían, y justo del nombre que apodaba a la casa: cascanueces.

Era acompañado de muñecos de nieve de utilería, falsos regalos y miles santas inflables por la fachada y entrada de la gran casa; que casi se veía pequeña por tantos objetos de decoración.

Incluso el árbol en la acera estaba lleno de luces, absolutamente todo cubierto. Y créeme, al decir 'todo' quiero decir, todo.

- Ya llegué, George - murmuró para sí mismo, viendo la enorme casa y una luz tenue corriendo por su rostro debido a los adornos.

'Escribe lo que ves...'

Leyó en la misma hoja, sacó su pluma de tinta negra y usando sus manos como apoyo, escribió como pudo.

'Veo cascanueces de plástico.
Santas falsos y no veo nada que
no sea real.'

Terminó de escribir, bufando un poco por su escrito.

'Ahora, mira de nuevo.
Dale otra oportunidad.'

Sonrió ligeramente, mordiendo su labio inferior un poco en el proceso. ¿Mirar de nuevo? Mirar de nuevo.

'Veo... Una pareja mayor,
que debe venir cada año
a tomarse una foto frente a
la misma casa.

Deben de tener muchas de
esas fotos en su pared.
Están tomados de la mano.
Y creo que deben conocerse
muy bien.'

Miró el cuaderno al redactar la última frase.

Mirando las que parecían ser miles de hojas llenas de sus escrituras, bromas y risas que aún no podían ser vistas frente a frente.

Cerró el cuaderno momentáneamente, siguiendo la próxima indicación y leyendo el texto mientras avanzaba junto a una casa grande con una decoración modesta, con niños y adultos jugando en su patio.

'Creí que no encajaba
en ningún lado y esperaba
que algo cambiara por arte de
magia.

Pero, aunque pocos lo saben,
la palabra "Abracadabra"
viene de la frase árabe
"avra kadabra" que significa
"creo mientras hablo".

Creamos nuestra magia.

Este cuaderno es mágico y
vemos lo que buscamos.

Espero que sigas buscando
lo bueno.

Pero, para ayudarte, ve a la última
casa de la cuadra a las 5:00

Podría enviarte una señal. ;)

Sonrió por la simple cara hecha con dos puntos y un paréntesis.

Se acercó a la misma casa por la cual pasaba por un costado, aún con una sonrisa por el texto.

Miró su reloj en su muñeca, sonriendo aún más al ver que solo faltaba menos de un minuto para las 5:00.

Definitivamente estaba sonriendo más de lo que lo había hecho en toda su vida.

Y de repente, un gran letrero en un color rojo cereza se encendió; rió por la supuesta señal. Tenía la palabra 'Believe' solo aumentando su sonrisa.

Sintió algo caer en su hombro: nieve.

Vió como las personas del lugar salían de sus hogares a disfrutar la ligera capa de nieve que caía del cielo oscuro de la tarde.

Aunque una notificación le interrumpió, rodando sus ojos verdes por propia inercia.

- Era mi momento, mierda - se quejó mientras sacaba su teléfono del bolsillo de su abrigo.

Dió una primera leída a la notificación, frunciendo el ceño mientras una mueca se posaba en sus labios. Oh no, era él.

'Hey! Estoy en la ciudad. ¿Qué te parece vernos?' leyó en el mensaje aún no abierto, quedándose un rato solo observando el mensaje.

Guardo su teléfono de nuevo, queriendo concentrarse en las dos últimas oraciones escritas en el cuaderno.

'Creo en ti, chico del cuaderno.

¿Todavía crees en mí?

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me estoy tentando a presionar el botón de 'historia completada'. Sería un muy buen final JAJJSJA.

Y no hay de que preocuparse, se vienen los problemas.

Quizás hay algo mal pero se me perdona por hoy, que es mi cumpleaños, mañana lo verifico mejor. :D

¡Gracias por votar y leer! <3

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