Capítulo 22

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No pierdo de vista a Charlotte, la que, por fortuna, ha caído bien dentro del grupo. Su cercanía con Isabella es lo que preocupa con quien, al parecer, se ha llevado bastante bien.

Todos estamos allí, hasta Jason quién decidió quedarse hasta que el bebé naciera. Gregory y su familia, mamá y papá, el tío Pierre y la suya, el tío Alessandro, etc.

Mamá le contó lo que sucedía con Emma, dos de los O'hurn habían negado la invitación. Estaba convencido no era necesario hacer dramas al respectos, pero eran los D'angelo y aquello de "La familia en muy importante" prevalecía en sus venas y en la nuestra, siendo sinceros.

Mis tíos maternos la habían acogido cuando su accidente y logrando que su recuperación fuera más rápida. Desde entonces, Emma era una hija más para ambos (Alessandro y Pierre). Mamá nunca esperó tremendo apoyo. Verlos a todos allí fue emocionante para Emma y Alexis, alejando de momento los conflictos con la hermana de su esposo.

De los O'hurn solo hicieron falta Dasha y Mauren, Ivanna había dicho que su hija estaba en turno y la esposa de Marck visitando a un tío en Berlín que estaba enfermo. Los demás estaban allí, Christine, Vincent (hijo y padre), Ivanna y hasta Ángelo quién había llegado con sus hijos y una barbacoa cuyo aroma tenía a todos a su alrededor.

—Cuándo les rogué por un noviazgo normal, no hablaba de tener que presenciar ese tipo de escenas.

Papá se detiene a mi lado y mira en la misma dirección que yo. He intentado manejarme con cordura, que me falla cuando estoy con Charly.

Es su manera de retarme o responder a mis preguntas lo que me obliga a reaccionar. Como un adolescente que apenas esta tocando las mieles del sexo.

—No me pidas que me disculpe.

No cuando disfruté tanto verla perder el control. Papá me mira con inquietud al notar mi sonrisa y rueda los ojos.

—No eres un adolescente y ella es una chica de casa.

—Lo tengo claro...

—Te estaré vigilando —advierte ubicándose frente a mi e impidiendo la vista a Charlotte —no la cagues o seré el primero en defenderla.

—Gracias por tu fe en mi —sonríe divertido encogiéndose de hombros.

—¿Recuerdas en qué edificio se veían Aryana y ese fotógrafo? —le miro sin poder entender a qué se debe tanta curiosidad.

—Gregory tiene los detalles o Page.

—¿Oliver? —pregunta y afirmo. —esta por aquí. —señala y vuelve la mirada a mi —tengo una tarea para ti Matt.

—La que desees.

—¿Es la correcta o harás lo sea? Existe una enorme diferencia en eso.

Sin decir más se aleja sin darme una explicación del porqué el repentino interés en ese lugar. Hace parte de una época que no me interesa saber más detalles y que no intento averiguar.

En cuanto a su pregunta, la dejaría para después. Me centraría en el disfrute que es ella divirtiéndose como chiquilla con los chicos y con Isabella a la cabeza.

La llamada entrante me hace alejar de todo el grupo y buscar un sitio lejos en donde poder hablar con tranquilidad. Felipe se acerca y se ubica a pocos pasos en espera que lo atienda.

—En un momento estoy contigo.

Asiente retrocediendo y buscado a Charlotte. No respondo en el segundo o la tercera llamada, sino en el cuarto. Hughes debe estar desesperado para llamarme personalmente. No lo hizo cuando era esposo de su hija y estaba en una situación parecida.

¡Jefe! ¿Yo qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora