Capítulo 32

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Matthew exigió hacer los exámenes y no se movió de mi lado hasta que no recibimos los resultados. Aun lado quedó la historia de mi tesis, de Mila, sus falsas acusaciones y demás.

Estábamos esperando bebé.

Mi padre se ha ido con el señor Jason y un par de oficiales a la casa. Dejó a mi madre a cargo y le rogó llamarle en cuanto tuviera noticias.

—Positivo —habla leyendo el resultado por enésima vez.

La mano que sostiene el papel tiembla ligeramente y sus piernas flaquean cayendo en la silla de golpe. Una mezcla de excitación y miedo me embargó.

—¿Es peligroso para ella? —pregunta mi madre rompiendo el silencio —por su corazón.

Matthew alza la mirada de los exámenes y mira a mi madre, tardándose en responder lo que altera los nervios en mamá. ¿Riesgos por ser madre? estaba dispuesta a soportarlos todos.

—¿Matthew?

Inicia diciéndonos que no soy una madre gestante común, no podré acudir a un obstetra cualquiera. Es necesario uno con experiencia en embarazos de alto riesgo, por que el mío lo es.

—¿Qué intentas decirme? —mamá chilla al preguntar y me abraza fuerte —¿Mi hija puede morir?

— Los medicamentos que toma en este instante y durante el embarazo pueden afectar al bebé. Sin embargo, con frecuencia, los beneficios superan los riesgos. —responde luego de una larga pausa — es imposible suspender la medicación, la enfermedad hay que seguir controlándola. Necesitamos hacer un cambio de medicamento más seguro en la dosis más adecuada.

—Sigue sin decirnos los riesgos —insiste mi madre y Matt guarda los exámenes cuidadosamente.

—Estará controlada las veinticuatro horas, no debe temer —los calma. —ella puede quedar en embarazo, pero con los controles necesarios. —explica y mi madre solloza —nos aseguraremos de que todo esté controlado, por el momento urge ese cambio de medicación.

—Hay que hacer cambios en los planes de estudio y trabajo...

—Sin dudas. —le responde a mi madre y yo niego indignada.

—¿Pretendes que dejaremos trabajar en tu estado? —mamá se altera al verme negar y bufa—¡Estas demente!

—Pero

—¡No! —Interrumpe—Si estudias no trabajas o viceversa. Hablaremos con tu padre sobre lo que sigue.

—No es necesario que trabaje...

No puedo creerlo, ellos estaban armando mi vida como si yo no existiera. Matthew asegura que puedo estudiar sin problemas y seguir yendo a la clínica para efectos de seguridad y control de mi salud. Cuando tocan el tema de matrimonio antes que la panza se vea decido hablar.

—No voy a casarme —les interrumpo y los dos me ven sorprendidos —no por ahora. Nuestro hijo sabrá que fue por fuera del matrimonio. —sonrío y Matt entorna los ojos —no creo que le genere algún trauma.

—Tendré que vivir contigo por si algo te ocurre...

—Tiene razón y detesto la idea que salgas de casa sin haberte casado —se queja mamá y vuelvo a negarme.

—No pienso casarme apresurada, esperemos que el niño nazca. Después pensamos en una fecha.

No medí los riesgos de mi embarazo con mi problema cardiaco. Creía que estar en control supondría poder tener hijos sin mayor dificultad. Mamá se aleja enojada y Matt se queda conmigo sentado.

¡Jefe! ¿Yo qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora