Capítulo 36

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*** Llamada Saliente ***

xxx: SÍ...

Yo: ¡Quiero a mis hombres aquí y ahora! — No dejo que la persona del otro lado termine de hablar, mi voz autoritaria la asusta.

oc ¡Ok! — La voz del hombre es temblorosa. — En dos minutos estarán allá.

La llamada termina.

*** Llamada Finalizada ***

Esa es la mejor parte de ser el capo de la mafia, tienes hombres por todas partes. Con una sola llamada puedo solucionar todo, casi todo.

Casi todo, todavía no puedo sacar a Patrick y Kevlin de mi vida.

Mi mayor temor era que le pasara algo a Liz, nunca me lo perdonaría.

Decidí ir a una casa de campo que había comprado recientemente. Lo compré con la intención de tomar unas vacaciones con Liz.

Le indico el lugar para que se estacione.

Salgo del coche y entro en el chalet. Para mi sorpresa estaba todo organizado, Petter había contratado a un ama de llaves. Yo entro y enseguida entra Liz también.

— Hay comida en la nevera. — digo, indicando dónde está la cocina, ella no dice nada.

Voy a la mini oficina de la casa de campo. Tomo un teléfono desechable que estaba en uno de los cajones del escritorio.

*** Llamada Saliente ***

Hendrick: Henry, ¿estás bien?

Yo: ¡Sí!, ¿Ya sabes quién era?

— Hendrick: Sí, la mafia alemana.

Yo: ¿Qué quieren?

Hendrick: Por lo que nuestros hombres descubrieron. — Hace una pausa. — Quieren a Liz.

Yo: ¿Qué? — Eso no puede ser cierto.

Hendrick: Hemos cogido a uno de sus hombres y le estamos haciendo hablar.

Yo: No te compadezcas de él, haz lo que tengas que hacer.

Hendrick: Ahora tienes que protegerla.

Yo: Ya lo sé, contrataré un guardaespaldas y me mantendré alejado de ella, al menos hasta que todo se solucione.

Hendrick: En cuanto su secuaz diga algo, te lo haré saber.

Yo: De acuerdo.

*** llamada Finalizada ***

Necesito pensar con calma, no sé si es cierto que el padre de Kevlin tiene a Erick, no puedo arriesgar su vida y menos la de Liz.

El pasado me sigue carcomiendo, los recuerdos siempre vuelven cuando recuerdo el día de mi boda.

***

Después de unos segundos todos los invitados están en sus asientos, había unas 500 personas más o menos, sí, Ketlin exageró en los invitados, poco sabía lo que le esperaba.

— ¡Ahora! — Llamo a mi jefe de seguridad.

Detrás del púlpito había una gran pantalla, que serviría para mostrar nuestras fotos.

En cuanto se enciende, empieza a mostrar lo que ocurre en la habitación con Ketlin y Patrick, sólo aparece ella, él no aparece, sóla aparece una parte de su cuerpo. Para variar los dos están teniendo sexo, ella ya lleva su vestido de novia, los dos se juran amor, algunos de los invitados se sorprenden y otros se divierten, yo finjo sorpresa.

O ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora