O Contrato

Capítulo 48

— Yo pago. — El hombre guapo que está al lado de Henry habla y luego saca el dinero de su cartera.

— No es necesario. — dice Sam sonriendo.

— Solo me aseguro. — Vaya, qué existencia, realmente le gustaba.

— Profesor. — Reprimo una carcajada cuando se refiere a Henry de esa manera. — ¿Podría presentarme a su amigo?

— ¿Profesor? — El guapo habla y empieza a reírse. — Lo siento, no sabía que habían llamado así a mi hermano. — Así que eso significa que es tu hermano, lo miro fijamente, porque me sorprendió la noticia, tal vez pueda obtener alguna información de él.

— ¿Así que eres su hermano? — Pregunté.

— Sí, sé que soy más joven y guapo, y él... — Mira a Henry y se ríe. — No tiene tanta suerte como yo.

— Sólo espero que no seas tan tonto como él. — Le miro fijamente.

— Por supuesto que no, señora McNight. — Oh, mierda. No puedo creer que Henry se lo haya dicho. — Lo siento, ¿cómo te llamas?

— Liz Navarro, y ella es Samantha Fhit. — Nos presento, rezando para que Sam no se diera cuenta de lo mal que lo ha hecho.

— Eres tan hermosa como tu nombre. — Toma la mano de Samantha y la besa.

Qué caballero.

— Sí quieres conocerme mejor. — Le doy un codazo en el brazo. — Quiero decir, más tarde.

— Estaré aquí. — Es realmente encantador, pero no como Henry.

Sam sonríe a Hendrick y volvemos a nuestra mesa con nuestros tequilas.

— ¿Quién era el guapo? — pregunta Ana.

— El hermano del profesor. — Me río cuando llamo a Henry profesor. — Detente, Líz, que va a decir Henry, Ana.

— ¡En serio! Esa familia tiene una genética muy buena. — Lo peor es que realmente la tiene, sólo sonrío de acuerdo con Ana. — Mira, ese gatito no deja de mirarme.

— Disfruta, Ana. — Me mira fijamente. — En realidad desearía estar besando a otra persona.

Mira fijamente en dirección a Henry y Hendrick.

— Quita los ojos de su hermano, porque es mío. — Dice Sam. — Y el profesor es de Britney.

— ¿Y dónde está ella? — pregunta Ana, no conocía esta faceta de Ana, hace casi cinco años que nos conocimos y nunca se comportó así, por muy borracha que estuviera.

— ¡Vaya, Ana! ¿Qué te pasó? — pregunta Sam.

— El guapo está viendo para acá. — Dice Ana ignorando su pregunta, y un chico de estatura media, rubio con ojos marrones, se sienta con nosotros, y empieza a hablar con Ana, se mete entre ella y yo.

Parecía entusiasmada con él, pero todo cambia.

— Mira allá, su hermano está viendo para acá. — Dice Ana.

— También, él no deja de comerse a Sam con los ojos. — Digo y Sam sonríe.

— Discúlpenme, chicas. — Dice Hendrick. — ¿Puedo?

— Por supuesto — dice Sam.

— Gracias. — Él le devuelve la sonrisa.

— ¿No viene tu amigo? — pregunta Ana.

— Puede que no lo parezca, pero está avergonzado. — Sonríe y señala a su hermano. — Está avergonzado porque soy más guapo que él. — Todos nos reímos y miramos hacia su mesa.