Capitulo 30

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Dormí un poco en la mañana, luego a eso de las diez me levanté y comencé a acomodar mis cosas en la maleta. Luego bajé y salí del hotel y me monté en mi auto haciendo lo habitual. Luego de un largo camino, llegué a la torre y al entrar Wanda me esperaba en la entrada.

- DAVI!- gritó y se tiró sobre mi para abrazarme - oh por Dios, te extrañé tanto- dijo y parecía una mamá revisando todo para ver si estaba bien- la próxima vez, debes llamarme a mi, COMO ES QUE TE FUISTE SIN SI QUIERA DECIRME NADA- decía

- ya lo siento Wandis - dije y besé su frente

- bueno por lo menos estás bien...- sonrió- sube Nat está súper ansiosa por verte -

Subí junto con ella mientras Wanda me contaba cómo estuvo Nat la última semana, no salía de su cuarto y no comía. Al parecer las dos estábamos en el mismo estado. Entré a la habitación y se escuchaba la ducha, suponía que era Natasha quien se daba un baño, así que dejé mi maleta en la cama y la abrí. Acomodé todo en el closet y cuando lo cerré y me giré Nat Justo abrió la puerta, envuelta en una toalla y con el cabello mojado.

Ella se quedó ahí mirándome y yo me acerqué a ella abrazándola. Luego la besé, la extrañaba tanto, extrañaba tanto estos labios que me era casi imposible separarme de ellos.

Me separé de ella y por fin se dispuso a hablar.

- te extrañé mucho...- dijo

- yo mucho más cariño...- me arrodillé y quité su toalla.

Luego pasé la mano por su pansita y la besé.

- los quiero...- susurré después

Me levanté y me alejé un poco para poder observar su atractivo cuerpo.

- vaya vaya...- susurré y ella sonrió- pero que es lo que tenemos aquí...- fui hacia ella y la cargué.

Ella cruzó sus piernas en mi cintura y yo la besé, estábamos Justo delante del baño así que entré y la senté en el lavamanos y comencé a chupar sus senos como si no hubiera un mañana. Ella enredó sus dedos en mi cabello y comenzó a gemir. Bajé hasta su pancita y la besé.

- que bueno que aún no tienes oídos bebé- dije y Natasha se echó a reír

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Mis ojos disfrutaban de la vista espléndida que tenía delante de mi. El cuerpo desnudo de Nat estaba justo delante de mi, entre las sábanas. Quité un poco de la sábana quedando su abdomen afuera, me acosté entre sus piernas y apoyé mi cabeza en su panza.

- hola bebé- besé su pancita - es mami...yo quería pedirte disculpas a ti sabes ?...me disculpo por haber hecho sufrir a mamá ¿sabes?...te prometo que vas a tener a tu mama bien contenta...para que tú estés contento mi bebé- dije acariciando la pancita- espero te parezcas mucho a mamá...para que seas hermoso como ella...te amo con todo mi corazón y prometo que te voy a proteger a ti y a tu mama toda la vida...- besé nuevamente su abdomen y me levanté

Hace tiempo no entreno, voy a ir a la sala de entrenamiento debe haber alguien ahí para entrenar. Coloqué mis guantes y fui hacia el saco de boxeo, empecé a golpearlo. Estaba tan concentrada en hacer aquel ejercicio que ni escuché cuando Steve entró.

- así que entrenando Ellianova- dijo Steve.

- hace tiempo no lo hacía, volviendo a las costumbres - dije limpiando mi sudor con una toalla

- al parecer tú y Nat ya se arreglaron...¿no?- preguntó

- si...- una sonrisa surgió en mi rostro de solo pensar en nuestra pequeña familia- creo que ser mamás es lo mejor que nos ha pasado...- dije y el se sorprendió

Mi espía favorita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora