La semana había transcurrido y Nat no hablaba y cuando lo hacía solo lloraba. Todas las noches en la madrugada tenía pesadillas y se levantaba preguntando por el bebé que perdió. Yo trato de apoyarla lo más que puedo aunque me duela mucho y tenga ganas de gritar y llorar hasta quedarme sin voz y sin lágrimas, se que debo aguantar porque debo ayudar a Nat.
era de noche y no podía dormir así que salí al balcón de nuestra habitación a tomar un poco de aire. Pasé unos minutos disfrutando la vista de las calles luminosas de New York en la noche, cuando Nat volvió a levantarse con falta de aire y llorando. Fui corriendo hacia ella y la tomé de las manos.
- está bien mi amor...yo estoy aquí...solo fue una pesadilla...- dije intentando calmarla
- no quiero que te vayas...- susurró
- no me iré...lo prometo...- susurré y me acosté en la cama.
Ella se acurrucó sobre mi cruzando sus brazos alrededor de mi cintura.
- Estarás bien mi amor....- susurré
- no ha sido una pesadilla- dijo- he soñado con...Nathaniel- ella durante sus sueños soñaba con nuestro bebé y ese era el nombre que tenía en cada uno de ellos.
- Nat...
- se lo que me vas a decir...pero no puedo...algo en mi se rompió...y no lo logro reparar...- escuché sus sollozos en mi cuello y comencé a acariciar su espalda.
- tendremos otro bebé...te lo prometo...será igual de hermoso que tú e iremos a vivir a una casa hermosa...tendrá un patio enorme con juegos para que nuestro hijo pueda jugar...y el tendrá un hermoso cuarto...lo pintaremos y le pondremos pegatinas en la pared de caricaturas...tendrá su cuna..- dije
- eso no podrá reemplazar nada de lo que he perdido ya..- susurró
- nada nunca podrá reemplazarlo...pero de igual manera te prometo que pasaremos de esta juntas y que te daré toda la felicidad del mundo...te daré mucho amor...
- cariñitos...quiero cariñitos- dijo
- tendrás mucho...y tendremos a nuestro bebé y en una casa hermosa y grande para que el tenga espacio para jugar y para pasar en familia con nosotras...¿estás de acuerdo?- pregunté y nadie respondió - ¿Nat?- escuché un ronquido - te lo prometo mi amor- besé su frente y traté de dormir.
Al otro día me levanté en la mañana y para mi sorpresa Natasha no estaba a mi lado. Me di una ducha y me puse ropa deportiva ya que pretendía hacer un poco de ejercicio para aliviar el estrés.
Fui a la sala de entrenamiento y Nat estaba ahí haciendo haciendo sentadillas en el suelo cubierto de tapiz. Al verme ella paró, pero se quedó sentada, estaba algo sudada.
- hola amor- me saludó
Me agaché y le di un beso en sus labios.
- empiezo las misiones la semana que viene, Tony me dijo que me tomara esta semana para entrenar bien y prepararme- dijo
- mi amor hace una semana...
- la verdad que estoy bastante emocionada...- se levantó- volveré a la acción-
- ¿cielo estás segura?- pregunté ya que su actitud había cambiado de un día para otro.
- estoy de maravilla...hace tiempo no me había sentido tan bien- dijo
- bien...entonces entrenamos justas?- pregunté
- vamos...- respondió y por primera vez pude ver su hermosa sonrisa.
Nos pusimos nuestros guantes y comenzamos a pelear. Natasha no parecía una mujer que hace tiempo no entrena y a demás que acababa de sufrir un aborto. Estaba llena de energía y se le veía felicidad en su rostro.
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Mi espía favorita
Romansa-¿ por qué me amas ? -Me preguntó ella y con una sonrisa en el rostro le dije la respuesta más sincera que había dicho en toda mi vida. - ¿en verdad quieres saberlo ? - pregunté y con un movimiento de cabeza asintió - te amo porque cuando te veo me...