Epílogo

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—¡(TN)! —exclamó Nami, al ver que la joven de cabellos (t/c) cargaba una pesada caja con nuevos productos de cocina—

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—¡(TN)! —exclamó Nami, al ver que la joven de cabellos (t/c) cargaba una pesada caja con nuevos productos de cocina—. No tienes que hacer esa clase de esfuerzos en tu estado.

—Solo era por ir adelantando. Y estoy bien, no me duele nada —se explicó la susodicha.

—Para eso hemos contratado a una persona extra, podemos permitirlo, el negocio va bien. Tú ya haces bastante preparando los dulces.

—Vale, vale...

—Es más, aquí ya solo queda recoger. Puedes irte ya a casa si quieres —añadió la pelinaranja—. Azumi y Hotaru se encargarán de todo.

—De acuerdo. La verdad es que no he dormido muy bien esta noche. Cargaré pilas para estar con energía a primera hora de la mañana —aseguró la peli(t/c).

—Perfecto. Nosotros nos encargamos de cerrar. Tú descansa y nos vemos mañana.

La chica se despidió también de sus empleados, tanto del más antiguo como del más reciente, antes de salir a la calle y emprender el camino hacia casa. Y, por supuesto, de los gatitos.

Habían pasado seis años. Seis años desde que (TN) había comenzado a trabajar en aquella cafetería y tan solo dos desde que su jefa había fallecido.

Ella le pidió que se encargara del bar, un tiempo antes de que todo ocurriera. La peli(t/c) se agobió en un primer momento. ¿Cómo iba a encargarse de un bar? Con tan solo veintidós años... No se veía capaz.

Sin embargo, Nami acudió al rescate. Había estudiado una carrera relacionada con economía y vio en aquel negocio una gran oportunidad.

¿Un bar de gatos donde la dueña fuera medio gato? Ahí había mucho dinero que sacar. Y, la verdad, es que tenían mucho éxito.

Entre (TN) y otro trabajador se habían estado apañando bastante bien, ya que el local no era muy grande —aunque querían intentar ampliarlo en un futuro. No obstante, el embarazo de la peli(t/c) les había obligado a contratar a alguien más.

La joven metió la llave en la cerradura y, por fin, entró en casa. Law y ella habían alquilado un piso en aquel distrito.

El pelinegro todavía no estaba en casa. Después de seis años había acabado la carrera de medicina y había realizado recientemente el examen nacional de medicina.

Había logrado aprobar y entrar en un hospital. Solo irse muy pronto y volver tarde, ya que estaba en otro distrito y todavía no tenían carné de conducir —estaban en ello—. Y Law esperaba poder trasladarse dentro de un tiempo a un hospital más cercano.

Se tiró un rato en el sofá y continuó con la serie que estaban viendo "juntos". Juntos cuando podían y por separado cuando tocaba. Luego siempre la comentaban.

Un rato después preparo algo de cenar, también la parte de Law, el cual comía cuando llegaba.

No se fue a dormir muy tarde. Tenía que llegar pronto a la cafetería para hacer la primera tanda de dulces, sobre las seis.

Neko Neko Life «Law x Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora