Cap. 29

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Esa noche se fue directo a su casa, le dijo a su novia que estaba agotada y que quería dormir, al día siguiente hablarían. Aunque uno esperaría lo contrario, fue a clases, le ayudaba a distraerse y seguir la rutina, eso le infundía una falsa sensación de estabilidad. Visitó a su madre en los horarios permitidos, pero al estar inconsciente no había mucho que hacer. Por la noche Kara la pasó a buscar en el hospital y se dirigieron a su departamento. Ni bien entraron la abrazó y Lilian rompió en llanto. La Profesora reservo sus palabras mientras la contenía. Cuando las lágrimas cesaron rompió el silencio mirándola a los ojos y acariciando su mejilla.

Kara: -comiste algo?
Lilian: -usé uno de mis vales en la cafetería. Había pizza
Kara: -te llenaste? Querés algo?
Lilian: -solo un café si tenes
Kara: -por supuesto, sentate mi vida

Al rato apareció con dos tazas del mismo color sobre una bandeja con expresso, leche, crema batida y azúcar. Por supuesto estaba exquisito.

Lilian: -Mi mamá sabe lo nuestro, no sé cómo, pero sabe...
Kara: -y por lo que veo no le cayó bien la noticia
Lilian: -me dijo de todo, que era una puta, una enferma, que le daba asco... y yo no me pude callar... no sé cómo seguir desde acá
Kara: -hay una posibilidad de que no lo recuerde, o tal vez las secuelas hagan que ya no le importa, tu mamá va a necesitarte mucho
Lilian: -lo sé, lo que digo es que no sé cómo seguir con lo nuestro, creo que deberíamos alejarnos un poco
Kara: -si ya casi ni nos vemos- (sonando casi como un reproche) -es cuestión de ser más cuidadosas nada más
Lilian: - siento que vamos involucionando, que siempre hay algo que nos impide ser felices
Kara: -la vida está llena de luchas, pero podemos hacerlo juntas, dejame que te ayude, que sea tu refugio, no estás sola
Lilian: -sos lo único bueno que me pasó en la vida, no quiero perderte pero... se supone que no debería ser tan difícil
Kara: -Mi amor... no es difícil, vos y yo... nuestro amor fluye bien, pero siempre va a haber situaciones complicadas alrededor, no somos una pareja convencional, y muchas veces nos van a juzgar, todo depende de cuánto vos dejes que te afecte. Pero no dudes ni un instante de lo que sentimos porque es real

Tomaron el café con el corazón cargado de emociones y se fueron a acostar. Transcurrieron algunos días hasta que su madre despertó y comenzó a mostrar las secuelas, problemas motrices y en el habla, apenas lograba hacerse entender. Por un lado, era bueno no tener que volver a escuchar sus insultos por un tiempo, pero por otro, la dependencia que le generaba era terriblemente mayor. Los costos también eran altos, pues si quería cursar debía contratar a una enfermera, y ni hablar de lo que salía el tratamiento de rehabilitación con fonoaudiólogo y fisioterapia, además del psicólogo que necesitaba porque era muy normal la depresión post trauma, como si no tuviera ya de por si aquel problema...

Lilian tenia los ahorros del último trabajo con Love, no había querido tocarlos porque sentía que era dinero sucio, pero poco a poco vería esas arcas menguar, nuevamente invertidas en la enfermedad de su madre. Kara por supuesto que le ofreció ayuda económica, pero nuestra independiente protagonista no quiso aceptar, alegando que todavía no hacia ni 1 año que estaban juntas como para andar utilizando dinero ajeno. Pensó en volver a las líneas telefónicas, pero su novia se negaba rotundamente. La situación era difícil y no estaba encontrando soluciones, se planteó dejar la carrera por el momento, pero Kara se oponía terminantemente, ya le faltaba solamente 1 año para terminar, más las materias de este semestre. ¿Qué hacer entonces? No había salida aparente, debería aceptar el dinero de su celosa novia, y ver como lograba devolvérselo con el tiempo.

Una tarde salía de la facultad con Denise y Carlos, cuando una esbelta mujer apoyada en su Berlinetta roja, fumando un cigarrillo, permanecía esperando por alguien. Llamaba terriblemente la atención con su gran sombrero y sus gafas de sol. Llevaba un vestido negro ceñido y una especie de sobretodo ligero y abierto, con unos taco aguja que resaltaban aún más su altura.

Amor y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora