EPILOGO

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Sentía que mi cuerpo pesado e inerte era jalado hacia la luz, intenté abrir los ojos y solo vi la borrosa imagen de Kara llamándome, supongo que era mi gran deseo de verla una última vez. Cerré los ojos y dejé que la oscuridad de las sombras me trague una vez más, mientras seguía escuchando su voz llamarme desesperada, le hubiese gritado cuánto la amaba y la odiaba por irse, si es que aún tuviese voz.

Me sentí flotando entre recuerdos y deseos, preguntándome si vagaba por el limbo y qué sería de mí de ahora en más, si enfrentaría algún tipo de juicio con Anubis pesando mi corazón en la balanza o si volvería a la tierra como un fantasma para atormentar a mis torturadores. Mi conciencia no se apagaba y mi alma aún palpitaba entre el mundo de los vivos. En un algún momento entreabrí los ojos para chocar mi vista con una pared blanca, ¿un fluorescente? Definitivamente era un techo, de inmediato el olor dulce, la fragancia única de mi locura más latente... no podía ser... sentí el tacto de su suave piel sujetando mi mano con fuerza, giré levemente para divisar la negra cabellera desparramada entre las sábanas, ¡no podía ser posible! Un ardor insoportable atacó mi garganta y mi estómago, los brazos también me dolían terriblemente.

Quité entre quejidos la máscara de oxígeno que me ahogaba, fue ahí cuando vi mis muñecas vendadas. Debo haberme movidos bastante porque hice que se despierte. Sus grandes ojos marrones me miraban llenos de lágrimas, se le notaba el enorme deseo contenido de abrazarme, pero solo me regaló una caricia. "Voy por la enfermera, mantenete despierta" me dijo.

No entendía nada, me encontraba mareada, aturdida, y todavía ¿viva? ¿Qué había sucedido?

Kara entró con una mujer que inmediatamente tomó mis signos vitales. Me preguntó cómo me sentía y si tenía hambre. Le dije la situación incómoda y quemante de mi tracto digestivo, a lo que me respondió que traería un batido para calmarme.

Cuando nos dejó a solas mi corazón daba vueltas como un trompo y latía a mil, el entorno conocido me infomaba que mi intento de abandonar el mundo había sido frustrado, pero la imagen de esa mujer aun parecía un irreal espejismo en el medio del desierto. Sin dejar de observarme con sus ojos húmedos, ella se sentó en la cama frente a mí y tomó mis manos.

Kara: -que hiciste tontita, querés acabar con mi vida también?- (sonriendo con dolor)
Lilian: -que haces acá? Cuándo volviste? Qué pasó?- (Tos seca)
Kara (acariciando su cabello rubio) -déjame que sea yo quien hable, tu garganta aún está sensible por los tubos.

"supongo que no es mi imaginación ver cierto rencor en tus ojos, y admito que manejé las cosas muy mal desde el principio. Te amo Lilian, desde el principio hasta ahora, jamás dejé de hacerlo, y muchas cosas que hice fueron en razón de eso. Yo quería que todo fuese perfecto y sencillo para nosotras, y solo hice lo peor, lo que te lastimé ... no tiene nombre y voy a pasarme la vida tratando de compensar cada gota que te hice derramar por mi culpa, mis estúpidos miedos. Perdón."

(La escuchaba atentamente disculpándose y aunque mi ansiedad me dictaba callarla entre hondas sesiones de besos que borren el pasado, mi corazón aun roto guardaba rencor de dolorosos meses en el mas sórdido silencio y abandono)

"No se suponía que las cosas salgan así. Cuando me fui a filmar el documental, obviamente moría por llevarte conmigo, pero quise ser más madura que mis sentimientos y obligarte a cumplir tus metas, después de todo era muy importante para vos recibirte urgente, si en algún momento yo te faltara, serías independiente, autosuficiente y te sentirías realizada. No quería ser quien interrumpa tus grandes esfuerzos y tu meta en la vida. Si nos íbamos juntas probablemente perderías el año, lo que significaría para nosotros como pareja tener que seguir ocultándonos, y ni hablar de lo que podría haber pasado con tu madre. Bueno ese es otro tema, realmente lo siento mucho Lili, quise venir cuando me enteré, pero me fue imposible."

Amor y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora