Me quede muda ante su semblante. El no se movía de la entrada de aquella puerta ni yo tampoco. Tenía ganas de salir corriendo pero no podía. Le tenia miedo. La garganta se me seco y me entraron unas ganas inmensas de llorar. Aún así, me contuve. Estaba en espera de cualquier movimiento para poder defenderme pero el solo se giró a cerrar la puerta.
Tragué con bastante dificultad al ver como se acercaba un poco, ahi fue cuando empecé a notar lo diferente que se veía. Se había rasurado otra vez la cabeza, volviendo aser aquel calvo que me traía tantos malos recuerdos y traía la barba en estilo candado.-Se te cayo esto. -dijo doblándose a recoger mis documentos y dármelos.
No dije nada, mi cuerpo temblaba. Sentia tensión y solo queria irme de allí. Cojí los papeles en la mano y quise caminar hacia la puerta pero el se interpuso. Me quedé fria.
-De verdad te vas Daiana? -dijo mirándome con la vista bien fija.
-Si. -dije nerviosa
-Vas a dejarme. -dijo con una leve sonrisa.
Titubee en contestar pero lo hice.
-Si. -dije sin poder casi hablar.
-Entonces si quieres dejarme. -dijo pasándose la mano por la cabeza.
Cuando el hacía eso era mas que evidente que su furia estallaria. Ya lo conocia bien.
-Keinan, dejemos las cosas así, no indaguemos más en este asunto porfavor.
No dijo nada, solo se tocaba la cara una y otravez como buscando la manera de contenerse a hacer algo. Tuve mucho miedo y corrí hacia la puerta en un intento fallido de abrirla ya que él me alcanzó sosteniéndome por el cabello.
-Tu no vas a dejarme nunca, nunca. Eres mia, me perteneces, no puedes abandonarme. -dijo suspirándome sobre el oido.
Empecé a llorar asustada. Sabía que estaba furioso. No queria que aquello fuera a más.
-Te lo suplico, te lo suplico, porfavor no me pegues. -dije llorando.
Me giró bruscamente hacia su pecho apretándome contra su cuerpo dejándome sin respiración. Lo miré asustada en espera de cualquier cosa.
-Porqué me vuelves loco? Porque? -dijo sosteniéndome la cara, besándome los labios con una fuerza que me dejaron exhausta.
-Tranquilizate, -dije asustada al verlo de aquella manera.
-Quiero amarte, tumbarte en esa cama y demostrarte cuánto te deseo Daiana. -dijo besándome el cuello.
-Keinan. -dije sintiendo que me desmayaba al escucharlo.
-Me tienes loco -dijo empujándome hacia la cama.
Me tumbó en ella y rápidamente me subió el vestido. Mi cuerpo se tenso y gemí sin querer hacerlo.
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TERRIBLE OBSESION ( PARTE 3 SECUESTRADA)
RandomEsta novela se basa en 3 Partes SECUESTRADA (PARTE 1) AMARTE DUELE (PARTE 2) TERRIBLE OBSESIÓN (PARTE 3)